La parodia del proyecto socialista
Se?or Moscoso, fiscal general del Reino, ?conoce usted la ley socialista del aborto?Tras unos a?os de obstrucci¨®n parlamentaria y judicial de la aplicaci¨®n de la ley que regula la despenalizaci¨®n parcial del aborto, estamos en los primeros jucios.
En ninguno de ellos hay constataci¨®n pericial de la existencia previa de embarazo y, menos a¨²n, de que se haya producido la interrupci¨®n del mismo. En todo caso, resulta mucho m¨¢s grave que puedan considerarse ilegales estos casos en el ¨¢nimo del legislador socialista y en el entorno social que contempla estos juicios.
Del primer caso ya tenemos sentencia: dos meses para la paciente, un a?o para la acompa?ante y dos a?os de condena para un colaborador de mi cl¨ªnica. El fiscal ped¨ªa cinco a?os a mi compa?ero por habitualidad, cuando este concepto s¨®lo puede considerado, seg¨²n la legislaci¨®n actual, en caso de sentencias previas.
Igualmente, considerar ilegal una interrupci¨®n efectuada a una prostituta menor de edad, sometida a la m¨¢s brutal de las condiciones a las que puede ser sometida una mujer: a la prostituci¨®n, con minor¨ªa de edad y bajo violencia y coacci¨®n de un proxeneta.
Usted sabr¨¢, hay estudios sociol¨®gicos que lo demuestran, que estas mujeres se reclutan en los sectores m¨¢s explotados y marginales de la sociedad, y que esta carne joven no la paga el sector social que la aporta; son los beneficiarios de un sistema especialmente brutal de explotaci¨®n y miseria humana los que la disfrutan.
Considerar una interrupci¨®n de embarazo, engendrado en estas condiciones de miseria y sordidez humana, como algo ilegal, y que por lo dem¨¢s s¨®lo sufren los d¨¦biles, es demostrativo de que algo no funciona en el camino que va del Parlamento a los ciudadanos de la calle, y eso es la administraci¨®n de justicia. Todo ello, dicho con independencia de que jam¨¢s se pudo demostrar la existencia previa de embarazo ni c le aborto y, por supuesto, sin poner en duda la mejor intenci¨®n subjetiva y honradez de los magistrados.
Sostienen unos valores de fondo donde el hecho juzgado es mera ocasi¨®n o circunstancia. Dejando de nuevo aparte mi convencimiento de que los magistrados juzgan con su mejor ciencia y conciencia, hay una interpretaci¨®n sociol¨®gica: est¨¢n defendiendo unos intereses de clase, de sexo y de grupo social, a pesar, en contra y sobre la ley socialista de despenalizaci¨®n del aborto.
?Qu¨¦ defienden?
Defienden unos intereses que derivan de unas condiciones sociales donde la miseria, la explotaci¨®n y la sumisi¨®n son determinantes b¨¢sicos. En definitiva, al capitalismo que se desarroll¨® en los a?os de la dictadura franquista.
Sin embargo, el desarrollo econ¨®mico de estos ¨²ltimos a?os hace que los aut¨¦nticos detentadores del poder pol¨ªtico y econ¨®mico no lo compartan.
Igualmente, defienden una situaci¨®n de la mujer donde su opresi¨®n y enajenaci¨®n de sus derechos es b¨¢sica para la perpetuaci¨®n de esta sociedad machista.
No deja de ser sorprendente que hayan conseguido encarcelar a los pocos m¨¦dicos que hemos ayudado a interrumpir embarazos indeseados a las mujeres, dentro de Espa?a, en las mismas condiciones sanitarias en que lo hacen los sectores privilegiados, en Espa?a o en el extranjero.
Por el contrario, es revelador que las decenas de miles de proxenetas obtengan, salvo honrosas excepciones como las de Valencia, la m¨¢s asombrosa impunidad. Por ¨²ltimo, defienden unos intereses de grupo, ya que en etapas de alta movilidad social se encuentran inseguros. Persiguen no s¨®lo la independencia judicial, que todos apoyamos, sino que buscan su impunidad.
Extrema necesidad
Espero que sea su gran actividad la que haya impedido hacer uso de la jerarquizaci¨®n fiscal, al no ordenar a los fiscales retirar estas acusaciones, ya que se da el caso de que a miembros de nuestra cl¨ªnica, legalizada por la ley socialista, se les pida cerca de 100 a?os de c¨¢rcel, cuando todos los casos son similares al expuesto.
En todos los sumarios a los que me refiero se da la situaci¨®n de extrema necesidad y se da?a gravemente la salud f¨ªsica y ps¨ªquica de las mujeres, y que una interpretaci¨®n m¨ªnimamente progresista de la ley hace que se nos considere legales.
Se?or Moscoso, cuando entre las prostitutas se encuentren hijas de banqueros, financieros, terratenientes o altos cargos o, sin ir m¨¢s lejos, de m¨¦dicos, abogados, jueces y fiscales, se les podr¨¢ exigir una responsabilidad a estas mujeres y a los que les interrumpan un embarazo.
Entre tanto, considero una parodia cruel que se nos siga pidiendo penas de c¨¢rcel en los casos antes citados, recogidos en la legislaci¨®n vigente, a la vez que aquellas mujeres que dispongan de medios econ¨®micos puedan abortar impunemente en el extranjero.
Proyecto decadente
Mientras tanto, un embri¨®n en el ¨²tero de una mujer que no re¨²ne las mismas condiciones es aqu¨ª un nasciturus y su evacuaci¨®n puede llevar a la c¨¢rcel a mujeres, acompa?antes, colaboradores y m¨¦dicos. Demasiao, se?or fiscal general. Si a pesar de haber tenido conocimiento de estos hechos, se constata que las peticiones fiscales contin¨²an, tendr¨¦ que admitir que el proyecto socialista no s¨®lo est¨¢ parado, sino en franca decadencia.
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