Prohibici¨®n de las pruebas nucleares

De pronto, en medio del optimista estruendo sobre el control de armamentos, se anuncia que las negociaciones sobre pruebas nucleares se reanudar¨¢n en diciembre. Tanto los sovi¨¦ticos como los norteamericanos se han puesto de acuerdo en actuar paso a paso hasta llegar a una prohibici¨®n de tales pruebas.Este acercamiento gradual tiene valor. Es posible situar en un segundo plano las pocas preocupaciones que quedan a¨²n sobre la verificaci¨®n y la fiabilidad de las reservas acumuladas. Ambas partes pueden disponerse a abordar problemas t¨¦cnicos sin efectuar pruebas. Y unas negociaciones adecuadas se mueven en la misma l¨ªnea de otras iniciativas para el control de armamentos.

Pero Estados Unidos, que se mostr¨® durante tiempo distante respecto al valor de una prohibici¨®n, tendr¨¢ que ponerse serio en cuanto al objetivo. De otro modo, el esfuerzo necesario para alcanzar cada una de las etapas hasta lograr la prohibici¨®n de las pruebas puede convertirse en una excusa para no llegar a ella.

Una prohibici¨®n sin m¨¢s supondr¨ªa poco para reducir el riesgo de guerra o de proliferaci¨®n nuclear. Pero podr¨ªa significar que norteamericanos y sovi¨¦ticos est¨¢n de acuerdo en que la carrera de armamentos s¨®lo sirve para agravar la competencia entre ambos. El desaf¨ªo estriba en dirigir esta competencia, y un tratado sobre la prohibici¨®n de las pruebas podr¨ªa ayudar a ello.

, 25 de septiembre