Fando: "Si ETA decidiera poner bombas en grandes almacenes, lo anunciar¨ªa"
La abogada vasca francesa, confidente de Txomin, niega haber participado en las reuniones de Argel
Christianne Fando guarda muchos secretos de ETA desde que conoci¨® a Txomin Iturbe, en 1979. Fue su amiga y, seg¨²n algunas fuentes, lleg¨® a convertirse en su confidente pol¨ªtica y en su consejera. Precisamente, el d¨ªa que el dirigente etarra muri¨® en un accidente de coche, en Argelia, acud¨ªa a una cita con esta mujer que hoy, sentada ante la mesa de su min¨²sculo despacho de abogada en San Juan de Luz intenta dejar muy claro que Txomin era uno de tantos dentro de la direcci¨®n colegiada de la organizaci¨®n terrorista. Segura, precisa y dura como una piedra, s¨®lo dice lo que debe decir. Libre de contradicciones y de dudas, piensa que la guerra es la guerra y los fines justifican los medios. Al menos, casi todos los medios.
Pregunta. Cuando planteaba esta entrevista me preguntaba con qui¨¦n iba a hablar realmente. Usted es una especialista en derecho de asilo, una amiga de Txomin, una persona muy cercana a ETA, alguien que conoce las conversaciones entre esta organizaci¨®n y los enviados del Gobierno.Respuesta. Empec¨¦ actuando como abogado. Luego me he ido implicando porque creo que cualquier persona sensata tiene que hacer algo para solucionar el problema vasco. Si puedo hacer algo para ayudar a los refugiados o para buscar soluciones pol¨ªticas, voy a hacerlo. Pero yo no soy ETA. Aunque la polic¨ªa espa?ola as¨ª lo crea.
P. Usted ha viajado a Gab¨®n seis veces para ver a Txomin y tambi¨¦n a Argelia. ?Ha sido por razones personales? Se ha comentado que usted ten¨ªa una relaci¨®n sentimental ¨ªntima con Txomin.
R. No he sido novia de Txomin, lo cual no hubiera tenido la menor importancia. ?l ha tenido muchas novias. Era imposible conocerlo sin fascinarse de alg¨²n modo. Pero viaj¨¦ a Gab¨®n para solucionar su situaci¨®n jur¨ªdica, para saber ad¨®nde iba a ir despu¨¦s. Los contactos con las autoridades espa?olas comienzan en Argel.
P. Usted estaba presente en la conversaci¨®n mantenida entre Sancrist¨®bal y Txomin.
R. Yo no estaba all¨ª, no conozco a Sancrist¨®bal. Lo que he sabido sobre este tema ha sido a trav¨¦s de Txomin, no porque estuviera all¨ª. Despu¨¦s ha habido un comunicado de la organizaci¨®n donde se dice lo esencial de esas conversaciones.
P. ?Quiere decir entonces que Sancrist¨®bal miente?
R. Unos creer¨¢n al espa?ol y otros a la organizaci¨®n. Lo que pasa es que el Gobierno espa?ol esperaba encontarse a un hombre destrozado, hundido moralmente, y se equivoc¨®. Txomin estaba entero, como siempre. Y a Sancrist¨®bal le dijo lo que hab¨ªa dicho siempre, ni m¨¢s ni menos.
P. Sancrist¨®bal ha sido bastante preciso sobre lo que habl¨® con Txomin. Hay dos temas importantes: que admit¨ªa la posibilidad de que sus interlocutores no fueran militares y el tema de Navarra, sobre el que se habl¨® de alguna salida constitucional, como una dieta o algo similar.
R. De lo ¨²nico que se ha hablado es de la posibilidad de encontrar un terreno desde el que se pueda hablar. Que dentro de la conversaci¨®n se haya podido hablar sobre Navarra y que Txomin haya podido decir algunas cosas sobre Navarra, de acuerdo. Pero igual que ha podido hablar del Atl¨¦tico de Bilbao.
P. No parece que sean temas comparables.
R. Es que no era una conversaci¨®n pol¨ªtica. Era algo informal, no se tomaban notas. Por tanto, Txomin no estaba pendiente de fijarse en el t¨¦rmino exacto que empleaba. No usaba un diccionario. Parece que la impresi¨®n que Txomin sac¨® de aquellas conversaciones no era la misma que sac¨® Sancrist¨®bal.
P. ?Qu¨¦ pens¨® Txomin?
R. Que los espa?oles no estaban dispuestos a ofrecer algo nuevo. Tambi¨¦n dec¨ªa que hab¨ªa que seguir esos contactos para ver si hab¨ªa posibilidad de alg¨²n adelanto.
P. ?Cree que Txomin estaba dispuesto a rebajar los presupuestos anteriores con el fin de llegar a alg¨²n acuerdo?
R. Yo creo que s¨ª. ?l quer¨ªa buscar un marco para hablar no s¨®lo de asuntos policiales o t¨¦cnicos, sino pol¨ªticos.
P. ?Qu¨¦ es lo que estaba dispuesto a rebajar Txomin? Porque todo el que quiere negociar debe estar dispuesto a ceder, y ahora, si leemos el comunicado de ETA, no vemos esto.
R. Es que no se planteaba en esos t¨¦rminos de ceder. Es que lo ¨²nico que ha habido es una serie de contactos previos para preparar una entrevista. No se ha negociado nada. La postura de Txomin era que hab¨ªa que buscar unas v¨ªas para empezar a hablar y que si s¨®lo se ven¨ªa ofreciendo la reinserci¨®n, eso no val¨ªa la pena. Y se habl¨® de la alternativa KAS, claro que s¨ª, y de c¨®mo podr¨ªa hacerse una amnist¨ªa. Pero, claro, Sancrist¨®bal no ten¨ªa ning¨²n poder de negociaci¨®n; era un mandado, para venir a ver cu¨¢l era el clima. Eran dos interlocutores intermediarios de otros que se juntaron para ver si despu¨¦s podr¨ªa hablarse de los temas.
P. Vamos a un punto concreto, a eso que dice Sancrist¨®bal sobre la opini¨®n de Txomin sobre sus interlocutores, que ya no cre¨ªa necesario que fueran militares. Esto es muy veros¨ªmil.
R. ?Que Txomin diga esto? Se ve que Sancrist¨®bal no entendi¨® para nada la pel¨ªcula. Una persona que conozca a Txomin sabe que no va a decir esto.
P. ?Quiere decir que Txomin cre¨ªa que ahora mismo los militares mandan en Espa?a?
R. No. Pero Txomin sab¨ªa que la organizaci¨®n quer¨ªa un militar para negociar y no iba a decir que pasaba de eso, y mucho menos delante de Sancrist¨®bal.
Sancrist¨®bal, enemigo
P. Tal vez lo dijo y tras su muerte los que han tomado su lugar han decidido negarlo.R. A un enemigo, Txomin no le dice eso.
P. ?Tampoco le dijo que tras conocerlo no podr¨ªa matarlo?
R. Se ve que no conoc¨ªais a Txomin. ?l pod¨ªa decir eso mientras pensaba que si tuviera una pistola le disparar¨ªa all¨ª mismo.
P. ?Usted cree que las ¨²ltimas conversaciones han sido las m¨¢s serias, la ocasi¨®n en que se ha podido llegar m¨¢s lejos?
R. Sin duda alguna. Y Txomin tambi¨¦n lo cre¨ªa. Por eso pidi¨® que trajeran a Antxon a Argelia.
P. Da la impresi¨®n de que tras la muerte de Txomin los que quedan han intentado enmendarle la plana. ?se parece el sentido del comunicado de ETA. ?Est¨¢ usted de acuerdo con lo que dice?
R. Yo no creo que tenga que estar de acuerdo o no.
P. ?Responde a la verdad?
R. S¨ª, bueno. Yo creo que en el contenido se corresponde a la verdad y, despu¨¦s, es un an¨¢lisis pol¨ªtico de una organizacion...
P. ?El an¨¢lisis que hacen las autoridades espa?olas sobre las divergencias en Herri Batasuna y la propia ETA a prop¨®sito de una posible negociaci¨®n con las autoridades espa?olas responde a la verdad? A usted misma se la califica de moderada.
R. A nivel te¨®rico, todos quieren negociar, HB y ETA. Pero para negociar hacen falta dos partes, y all¨ª s¨®lo hab¨ªa dos personas. Sancrist¨®bal no ten¨ªa ning¨²n poder, y Txomin, tampoco.
P. Se dice que ETA est¨¢ dividida, por un lado, y tambi¨¦n que existen presiones por parte de algunos presos desde las c¨¢rceles para que se negocie y que las expulsiones desde Francia pueden afectar a los dirigentes. ?No le parece que todo ello indica una cierta debilidad, que ya no se puede negociar como antes?
R. Yo lo que digo es que desde 1982 estamos diciendo que la situaci¨®n con Francia es mala. En 1986, la situaci¨®n era tan jodida como ahora. Los presos no est¨¢n encantados en la c¨¢rcel. Pero la gente no est¨¢ dispuesta a haber peleado un mont¨®n de a?os para no conseguir nada. Y si hay que seguir matando para lograr la liberaci¨®n del pueblo vasco, se seguir¨¢ matando.
P. ?Lo de Hipercor supone un cambio de estrategia o significa que ciertas personas funcionan por su cuenta?
R. Lo de Hipercor fue un error.
P. ?Un error que se colocara la bomba o que explosionara?
R. Que se confiara en la polic¨ªa espa?ola para evitar la explosi¨®n.
P. Pero que ETA conf¨ªe en la polic¨ªa espa?ola parece un contrasentido. Adem¨¢s, usted no contesta a mi pregunta.
R. No creo que haya un cambio de estrategia. En cualquier caso, de haber existido esa tentaci¨®n, ya no existe. Por otra parte, si ETA decidiera poner bombas en los grandes almacenes, lo dir¨ªa previamente.
P. ?Y qu¨¦ har¨ªa usted entonces, seguir¨ªa justific¨¢ndolo porque la guerra es la guerra?
R. Yo no podr¨ªa asumirlo.
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