El cambio en la URSS favorecer¨¢ la cooperaci¨®n intereuropea

El salto cualitativo en las relaciones Este-Oeste, cuyo primer indicio importante en el terreno del desarme es el acuerdo para la eliminaci¨®n de los misiles de medio alcance, puede abrir un per¨ªodo de cooperaci¨®n intereuropea en todos los terrenos que no tiene precedente en la posguerra. A diferencia del per¨ªodo de distensi¨®n de la d¨¦cada de los setenta, el que ahora puede iniciarse se basa en necesidades objetivas y perentorias de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y sus aliados de replantearse todos los fundamentos de su sistema pol¨ªtico y econ¨®mico. No es, por tanto, producto de una voluntad pol¨ªtica mutable.

?stas son algunas de las conclusiones de un encuentro sobre Las perspectivas de futuro de Europa del Club Pol¨ªtico de Berl¨ªn, celebrado la pasada semana en Varsovia. Este foro, compuesto por economistas, pol¨ªticos, diplom¨¢ticos y expertos en derecho internacional de los pa¨ªses firmantes del Acta de Helsinski, analiza regularmente problemas y perspectivas de la cooperaci¨®n europea. La sesi¨®n de oto?o celebrada en Varsovia se realiz¨® pocos d¨ªas despu¨¦s del anuncio del acuerdo de principio entre Washington y Mosc¨² para eliminar todos los misiles de alcance intermedio.

EL PA?S particip¨® en este encuentro. Seg¨²n las reglas del Club Pol¨ªtico de Berl¨ªn, los debates pueden hacerse p¨²blicos sin identificar a los participantes. Todos los asistentes, incluidos los representantes gubernamentales, intervienen a t¨ªtulo personal.

Acuerdos de desarme

El encuentro de Varsovia se centr¨® sobre todo en tres cuestiones: la seguridad y defensa tras el acuerdo sobre los euromisiles, las reformas internas de los pa¨ªses socialistas y su repercusi¨®n sobre la estabilidad europea, y las posibilidades de cooperaci¨®n intereuropea en la nueva situaci¨®n.

En los aspectos de la seguridad, todos los asistentes coincidieron en que el acuerdo para la eliminaci¨®n de euromisiles tiene un valor pol¨ªtico claramente positivo. No obstante, por parte occidental se insisti¨® en que este acuerdo solo podr¨¢ tener un valor positivo para la seguridad de la Alianza Atl¨¢ntica si resulta ser el primer paso de una serie de acuerdos de desarme. El Pacto de Varsovia tiene que dar el primer paso en la eliminaci¨®n de su superioridad en armamento convencional. De no ser as¨ª, el acuerdo sobre misiles de alcance intermedio har¨ªa imprescindible un rearme de las fuerzas convencionales de la OTAN, muy dificil de imponer en los Parlamentos de los miembros europeos de la Alianza en el actual momento de euforia del desarme.

El incremento de los presupuestos militares que esto traer¨ªa consigo y la probable negativa a ello por parte de algunos Gobiernos europeos celosos de sintonizar con su opini¨®n p¨²blica nacional en las democracias parlamentarias puede suponer un grave problema para la Alianza. No obstante, se insisti¨® tambi¨¦n en la evaluaci¨®n cualitativa y no s¨®lo cuantitativa de las armas convencionales. "La mitad de los tanques sovi¨¦ticos no llegar¨ªan ni a la frontera occidental de la URSS en un hipot¨¦tico plan de ataque. Est¨¢n listos para el desguace", se?al¨® un asistente.

El disenso entre Este y Oeste sobre la desnuclearizaci¨®n del continente fue clara. El Este es firme partidario de la eliminaci¨®n total de estas armas. Para los representantes occidentales y de algunos pa¨ªses neutrales, la desaparici¨®n completa de las armas nucleares supone un incremento del riesgo de conflicto. Todos se mostraron, sin embargo, partidarios de una reestructuraci¨®n global de las defensas convencionales para quitarles su capacidad ofensiva. Las armas ofensivas, tales como carros de combate, helic¨®pteros y artiller¨ªa, deben ser reducidas dr¨¢sticamente.

El di¨¢logo Este-Oeste sobre las respectivas doctrinas militares, la profundizaci¨®n en las medidas de confianza elaboradas en la Conferencia de Estocolmo, cuya aplicaci¨®n fue muy elogiada, y el rechazo general, incluido el de los representantes orientales, a una retirada de Estados Unidos de Europa y a cualquier tendencia neutralista fueron otros aspectos destacados. Se expres¨®, sin embargo, la preocupaci¨®n de que, de darse la situaci¨®n de un bloqueo en las negociaciones sobre armas convencionales, Estados Unidos pudiera decidir en un futuro condicionar su presencia en Europa a un aumento de los gastos militares de sus aliados, de muy dificil viabilidad pol¨ªtica.

La encrucijada sovi¨¦tica

La Uni¨®n Sovi¨¦tica y sus aliados se hallan en una encrucijada. O emprenden profundas reformas pol¨ªticas y econ¨®micas que afectan a todo su sistema o se resignan a la insignificancia pol¨ªtica y econ¨®mica en el umbral del siglo XXI. En este sentido, economistas y pol¨ªticos de ambos bloques coincidieron en Varsovia en que "Gorbachov no es el art¨ªfice del cambio, sino su producto". Sus ideas han ido madurando a lo largo de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas en una generaci¨®n de cuadros que ha percibido la inviabilidad del sistema en sus actuales caracter¨ªsticas.

Pese a la clara voluntad pol¨ªtica y la certeza de que no hay alternativa, las dificultades para que las sociedades socialistas recuperen al menos parte del terreno perdido en la carrera tecnol¨®gica son enormes. Por un lado, se da una "ingente fuerza social inmovilista", la burocracia o nomenclatura, aferrada a sus privilegios y dominada por una inercia que va contra los intereses tanto de sus propios reg¨ªmenes como de Occidente. Por otra parte, el marco econ¨®mico en que deben realizarse estos cambios en profundidad es malo y, sin embargo, condici¨®n para el ¨¦xito de la pol¨ªtica de renovaci¨®n en el Este es que la poblaci¨®n perciba a medio plazo beneficios de los nuevos sacrificios que se le piden.

Reforma pol¨ªtica

La reforma del marco pol¨ªtico en estos pa¨ªses es imprescindible para emprender los primeros pasos hacia una hipot¨¦tica soluci¨®n. La necesidad de un pluralismo de representaci¨®n de los diversos intereses sociales, en la forma que sea, es ya aceptada en el Este. Sin este pluralismo, la liberalizaci¨®n de la iniciativa privada no tiene posibilidades de ¨¦xito econ¨®mico. Para la reestructuraci¨®n de su sector de exportaci¨®n, los pa¨ªses socialistas requieren una fuerte actividad inversora solo realizable con cooperaci¨®n occidental.

Los pa¨ªses socialistas corren el imninente riesgo de quedar descolgados de la carrera tecnol¨®gica si no lo est¨¢n ya. De no tener ¨¦xito el esfuerzo modernizador ahora iniciado en la URSS, Europa quedar¨ªa definitivamente dividida en dos bloques, no ya s¨®lo por ideolog¨ªa y alianza militar, sino por una diferencia insalvable de desarrollo social y econ¨®mico que har¨ªa desvanecerse los lazos m¨¢s fuertes que unen al continente, los culturales e hist¨®ricos. De ah¨ª que sea tambi¨¦n de m¨¢ximo inter¨¦s para Europa Occidental que el llamado socialismo real logre su autorreforma, en la certeza de que su nuevo tipo diferir¨¢ enormemente del modelo actual.