El presidente de Estados Unidos pide a Europa occidental y Jap¨®n que estimulen sus econom¨ªas
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, ofrecieron ayer dos panoramas pr¨¢cticamente opuestos sobre la situaci¨®n econ¨®mica mundial y el problema de la deuda externa del Tercer Mundo en los discursos de apertura de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial. Al optimismo casi triunfal del dignatario norteamericano, que habl¨® del "per¨ªodo m¨¢s largo de expansi¨®n continuada desde la guerra", se enfrent¨® el realismo del ex banquero franc¨¦s, que asegur¨® que la situaci¨®n econ¨®mica mundial contin¨²a "fr¨¢gil", mientras "la carga de la deuda externa de los pa¨ªses en desarrollo ha llegado a un nivel sin precedentes". Reagan pidi¨® a los pa¨ªses con excedentes externos, fundamentalmente Jap¨®n y los de Europa occidental, que estimulen sus econom¨ªas.
Lo que parece ser la t¨®nica habitual en las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial de este a?o -el divorcio en situaciones y an¨¢lisis entre Estados Unidos y los pa¨ªses ricos y las naciones deudoras del Tercer Mundo- result¨® ayer, en la primera jornada de discusiones plenarias, un hecho evidente. Un optimista y euf¨®rico Reagan pronunci¨® su epitafio pol¨ªtico ante el FMI y el Banco Mundial (el a?o pr¨®ximo, las reuniones se celebrar¨¢n en Berl¨ªn) y atribuy¨® su ¨¦xito a la buena gesti¨®n de su pol¨ªtica econ¨®mica, que ha servido, dijo, para "reducir el desempleo en un 40% desde 1982, rebajar la inflaci¨®n y los tipos de inter¨¦s en dos terceras partes desde entonces y crear m¨¢s de un mill¨®n de empleos en el sector manufacturero en los cinco ¨²ltimos a?os".Reagan ni siquiera ignor¨® el hecho de que estos logros se hayan alcanzado a base de hist¨®ricos d¨¦ficit fiscales y externos de la econom¨ªa norteamericana. Pero, tras recordar la firma de la nueva ley para un presupuesto equilibrado, reafirm¨® el compromiso de su pa¨ªs en reducir ambos desequilibrios.
Aun as¨ª, el presidente emplaz¨®, sin nombrarlos, a los pa¨ªses industrializados con excedentes a que estimulen sus econom¨ªas sin propulsar la inflaci¨®n, pasando de hecho el testigo y la responsabilidad en la di recci¨®n econ¨®mica. Como ya es habitual en sus intervenciones, Reagan realiz¨® un canto laudatorio del liberalismo comercial y reiter¨® su propuesta, avanzada en la cumbre de Venecia de las siete potencias industriales, para poner fin en el plazo de 10 a?os a todas las restricciones comerciales en los intercambios agr¨ªcolas. "Una acci¨®n de este tipo permitir¨¢ reorientar y racionalizar la producci¨®n agr¨ªcola mundial, y acabar, con toda seguridad, con el hambre en el mundo", dijo.
M¨¢s capital
Sobre el problema de la deuda externa, el presidente norteamericano admiti¨® que en sus riesgos y soluciones no s¨®lo est¨¢n implicados los pa¨ªses deudores, sino tambi¨¦n los acreedores. Pero sin dudar un ¨¢pice de su soluci¨®n final, Reagan reafirm¨® los principios b¨¢sicos del plan Baker, asegurando que Estados Unidos har¨¢ "todo lo honestamente posible" para resolver la crisis. El dignatario norteamericano se comprometi¨® tambi¨¦n a apoyar el pr¨®ximo aumento de capital del Banco Mundial, a fin de incrementar los recursos para el desarrollo en el Tercer Mundo.Mucho m¨¢s realista fue la intervenci¨®n del director gerente del FMI, Michel Camdessus, ex gobernador del Banco de Francia, que apenas lleva nueve meses en su cargo y que tratar¨¢ de restablecer, sin obviar una mayor flexibilidad, una pol¨ªtica coherente para todos los pa¨ªses deudores en la soluci¨®n de la crisis de la deuda. El ex banquero franc¨¦s afirm¨® que, pese a que la econom¨ªa mundial se encuentra en su quinto a?o de crecimiento continuo, ¨¦ste es todav¨ªa insuficiente y a¨²n no se han resuelto muchos problemas, "que son desalentadores por su complejidad: la expansi¨®n es fr¨¢gil, se ha logrado poco en la lucha contra el desempleo y la pobreza, los desequilibrios internos y externos son insostenibles, la carga de la deuda externa tiene un nivel sin precedentes, los precios de las materias primas est¨¢n muy bajos y la situaci¨®n de muchos de los pa¨ªses m¨¢s pobres es indescriptible".
El director gerente del FMI aport¨® como soluciones la reducci¨®n del d¨¦ficit norteamericano, la utilizaci¨®n del ahorro de los, pa¨ªses excedentarios para el est¨ªmulo econ¨®mico, el mantenimiento de los programas de ajuste estructural y una mejor coordinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas.
Sobre el problema de la deuda, Camdessus resalt¨® que su soluci¨®n est¨¢ llevando m¨¢s tiempo de lo esperado y lo deseado, y resalt¨® la necesidad urgente de disponer de mayor financiaci¨®n adicional. Contrast¨® que el servicio de la deuda han crecido en los ¨²ltimos cinco a?os en lugar de disminuir, como estaba previsto, y la inversi¨®n en estos pa¨ªses ha pasado de representar el 25% del producto nacional bruto a menos del 19% en el ¨²ltimo quinquenio.
Bancos comerciales
Michel Camdessus exigi¨® un mayor sacrificio a los bancos comerciales al interpretar que su situaci¨®n ha mejorado considerablemente desde 1982, y les emplaz¨® a que aceptaran nuevos procedimientos y f¨®rmulas para resolver el problema de la deuda, tales como el denominado men¨² de opciones. Dijo, a este respecto, que la aceptaci¨®n de este tipo de mecanismos debe ser voluntaria, pero requiri¨® a los bancos para que utilicen la mayor transparencia que permite las nuevas innovaciones financieras para acudir con soluciones al problema de la deuda.Por ¨²ltimo, el director gerente del Fondo Monetario Internacional reiter¨® su demanda para que se incremente el volumen de financiaci¨®n institucional, con su conocida propuesta para que se alcancen los 6.000 millones de d¨®lares en el denominado Fondo Estructural de Ayuda a ?frica.
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