M¨¢s facilidades para el capital-riesgo, pero sin ampliar sus ventajas fiscales
Las sociedades de capital-riesgo, dedicadas a promover iniciativas empresariales mediante la toma de participaciones minoritarias, contar¨¢n desde el pr¨®ximo a?o con mayores facilidades de actuaci¨®n. No han logrado, sin embargo, los incentivos fiscales que solicitaban, por lo que algunos de los proyectos se plantear¨¢n el operar desde alguno de los pa¨ªses europeos donde la fiscalidad les ser¨¢ m¨¢s favorable. El proyecto de ley de Presupuestos del Estado para 1988, marco esperado para dichos cambios, tambi¨¦n ha sido aprovechado por el Gobierno para limitar la operativa de las instituciones de inversi¨®n colectiva.
Si las Cortes aprueban el proyecto de ley, para crear una sociedad de capital-riesgo bastar¨¢ que se re¨²nan tres socios, dos menos que los exigidos hasta ahora. La novedad aparece recogida de forma el¨ªptica, con la siguiente redacci¨®n: "La participaci¨®n directa o indirecta de cualquier socio o part¨ªcipe en las sociedades o fondos de capital-riesgo no podr¨¢ ser mayoritaria, comput¨¢ndose a tal efecto los accionistas o part¨ªcipes interpuestos".Esto significa, por ejemplo, que un socio podr¨¢ tomar hasta el 49%, y entre los dos restantes repartirse el otro 51%. En cambio, hasta ahora ninguno pod¨ªa adquirir m¨¢s del 20%, lo cual representaba la presencia de al menos cinco socios.
Destino de las inversiones
Para garantizar los nuevos l¨ªmites -no aplicables al sector p¨²blico-, ser¨¢n consideradas sociedades o personas interpuestas las entidades que pertenezcan al mismo grupo -de acuerdo con la definici¨®n dada al grupo en 1984 por la ley reguladora de las instituciones de inversi¨®n colectiva-, as¨ª como los consejeros, administradores, o directores de cualquiera de los accionistas o part¨ªcipes y sus familiares.Tambi¨¦n suprime el proyecto de ley la exigencia de que las sociedades de capital-riesgo inviertan el 75% de su inmovilizado en acciones o participaciones de empresas que no coticen en bolsa, puesta en su d¨ªa porque tales entidades fueron concebidas para apoyar la promoci¨®n y desarrollo de peque?as y mediadas empresas sin acceso al mercado de valores. Desde el pr¨®ximo a?o, el 50% "como m¨ªnimo se materializar¨¢ en acciones o participaciones de sociedades que no coticen en el primer mercado de las bolsas oficiales de comercio, sin que la participaci¨®n directa o indirecta supere al 45% del capital social desembolsado de cada una de aquellas". El otro 25% "hasta completar un m¨ªnimo del 75% del activo", deber¨¢ ser invertido "en f¨®rmulas de financiaci¨®n ajena de las sociedades participadas, con plazo m¨ªnimo de tres a?os, sin rebasar en ning¨²n caso el 45% de los recursos ajenos de igual plazo obtenidos por cada una de las participadas".
Sin embargo, la actual redacci¨®n del proyecto de Presupuestos desatiende las peticiones del sector -asumidas por el secretario de Estado de Econom¨ªa, Guillermo de la Dehesa- para que las plusval¨ªas obtenidas por los socios no sufran el mismo impuesto que los dividendos u otras rentas. Una comisi¨®n de expertos creada por la Administraci¨®n para estudiar el caso vot¨® mayoritariamente en contra, porque la Direcci¨®n General de Tributos consideraba que hab¨ªa peligro de abrir nuevas ventanas a la evasi¨®n fiscal. De ah¨ª que fuentes del sector opinen que algunos de los actuales proyectos de capital-riesgo se plantear¨¢n el operar desde Luxemburgo (el pa¨ªs europeo que aplica menores tipos a las ganancias del capital, el 0,2%). En Francia, el Gobierno socialista quit¨® el impuesto progresivo y puso topes del 15% y 17% para hacerlo proporcional, como en Estados Unidos y Reino Unido.
Las instituciones de inversi¨®n colectiva tendr¨¢n como limitaciones el no invertir m¨¢s del 5% de su activo en valores de otras o emitidos o avalados por ¨¦stas o por ellas mismas, tope que ser¨¢ del 10%-15% cuando se trate de un grupo.
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