Toque de queda en Lhasa tras los disturbios nacionalistas

/ Chengdu Las autoridades chinas impusieron ayer en Lhasa un toque de queda -que entra en vigor a las diez de la noche- despu¨¦s de los violentos disturbios del pasado jueves, en los que al menos seis personas resultaron muertas (dos de ellas, polic¨ªas) en los enfrentamientos entre monjes y manifestantes nacionalistas y Merzas de seguridad en la capital del T¨ªbet. Pek¨ªn responsabiliz¨® ayer de los hechos al Dalai Lama, exiliado en la India y considerado como el jefe espiritual de los tres millones de tibetanos, la tercera de de los cuales vive en el extranjero. Seg¨²n un viajero holand¨¦s, ayer se reprodujeron los choques violentos.

"Los manifestantes arrancaron las armas a la polic¨ªa y abrieron fuego sobre los agentes", afirm¨® un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en Lhasa, seg¨²n el cual murieron el jueves dos polic¨ªas y resultaron heridos otros 19 a causa de la acci¨®n de un "peque?o grupo de separatistas".En Dharamsala, localidad india en la que reside el Dalai Lama, un comunicado de ¨¦ste aseguraba que el n¨²mero de v¨ªctimas mortales fue de ocho, entre ellas un ni?o de ocho a?os [en esta cifra coincide un viajero occidental], y que el de heridos super¨® el centenar, todos ellos por los disparos de las fuerzas de seguridad chinas.

El Dalai Lama pidi¨® al Gobierno chino que termine con lo que calific¨® de "ejecuci¨®n y encarcelamiento" de su pueblo.

A pesar del bloqueo informativo implantado por Pek¨ªn, los detalles de los sucesos se fueron conociendo ayer, gracias a los testimonios de algunos viajeros occidentales. As¨ª, dos norteamericanos presentes en Lhasa durante los incidentes afirmaron en la capital de Nepal, Katmand¨², que vieron el cad¨¢ver de una v¨ªctima llevado a hombros por una multitud que fue objeto de una carga policial.

Uno de estos testigos asegur¨® que fue detenido durante cierto tiempo en un puesto policial al que tambi¨¦n se condujo a varios monjes budistas y otros manifestantes detenidos. "Los polic¨ªas fueron extremadamente violentos", dijo, "en sus esfuerzos para someter a los monjes. Vi a un agente de paisano pegar con una pala a un monje que estaba en el suelo".

Un moribundo en un carro

La misma fuente asegur¨¦ que posteriormente, cuando ya hab¨ªa sido liberado, el puesto fue incendiado y reducido a escombros por la multitud. Tambi¨¦n dijo que una mujer le pidi¨® que sacase una fotograf¨ªa a una de las v¨ªctimas, que se estaba muriendo. "El hombre estaba en un carro", dijo, "ten¨ªa unos 25 a?os y una herida de bala en el pecho. La sangre le sal¨ªa a borbotones de la nariz y la boca. Tom¨¦ unas fotograf¨ªas. Fue bastante para m¨ª".

Seg¨²n la mayor¨ªa de los testimonios, los incidentes alcanzaron su m¨¢xima virulencia despu¨¦s de que fuesen detenidos 50 monjes y seglares que se manifestaban para exigir la independencia del T¨ªbet.

En Pek¨ªn, estudiantes tibetanos se manifestaron at¨®nitos por las noticias procedentes de Lhasa, y aseguraron que s¨®lo una minor¨ªa de sus paisanos quiere la independencia de China.

Mientras tanto, unos 300 exiliados residentes en la capital india, Nueva Delhi, se manifestaban ante la Embajada de la Rep¨²blica Popular China con gritos de "?Larga vida al Dalai Lama!" y fueron disueltos por la polic¨ªa.

Otro turista, norteamericano inform¨® desde Lhasa a la agencia Reuter que en los disturbios murieron al menos un ni?o de siete a?os, dos monjes y otras cinco personas. Cliff Toliver, un profesor de la universidad estadounidense de Cincinnati, asegur¨® por su parte: "La multitud estaba enardecida por la detenci¨®n violenta y el apaleamiento de 22 monjes que llevaban peque?as banderas tibetanas y gritaban: 'Esto es T¨ªbet, una naci¨®n libre e independiente.

Toliver a?adi¨®: "Aunque a veces la polic¨ªa se contuvo de manera notable ante los manifestantes que lanzaban piedras, a primera hora de la tarde hab¨ªan muerto ya nueve personas: seis hombres (incluidos tres monjes), dos mujeres y un ni?o. Muchas personas m¨¢s fueron heridas, incluyendo decenas de polic¨ªas chinos, bomberos, fot¨®grafos y tibetanos empleados por los chinos", concluy¨®.

Seg¨²n un turista holand¨¦s llegado a Pek¨ªn desde Lhasa, los disturbios prosiguieron en la ciudad, de unos 200.000 habitantes, donde un grupo de personas acab¨® de demoler el puesto de polic¨ªa incendiado el d¨ªa anterior. "No hab¨ªa ning¨²n militar ni polic¨ªa cerca", dijo el testigo, para quien resultaba evidente que se trataba de una manifestaci¨®n espont¨¢nea. Fuentes del consulado de Nepal en la capital tibetana informaron que ayer la calma se hab¨ªa restablecido y que las fuerzas del orden patrullaban por las calles.