Guardias civiles y funcionarios de Aduanas, implicados en una red europea de contrabando
Guillermo L¨¹ttich, ciudadano alem¨¢n occidental nacido en Argentina, dirige desde Avil¨¦s (Asturias) una red internacional de contrabando de tabaco, en la que est¨¢n implicados centros oficiales de pa¨ªses comunistas europeos, funcionarios de diversas naciones y miembros de la Guardia Civil y del cuerpo de Inspecci¨®n de Aduanas de Espa?a. Esta red es responsable de gran parte del contrabando de tabaco de marcas norteamericanas hacia Italia y Espa?a, tanto por carretera como por mar, seg¨²n revel¨® un programa de ZDF, la segunda cadena de la televisi¨®n alemana occidental, la noche del martes.
En el reportaje se acus¨® a miembros de la Guardia Civil y del cuerpo de Aduanas en Ir¨²n y puertos de la costa cant¨¢brica de colaboraci¨®n delictiva, a cambio, sobre todo, de regalos, tales como v¨ªdeos y televisores. Seg¨²n el informe, la cooperaci¨®n de miembros de la Guardia Civil va a¨²n m¨¢s lejos. Un oficial del cuerpo viaj¨® a Suiza en enero de 1986 para dar garant¨ªas a la organizaci¨®n sobre la seguridad del tr¨¢fico ilegal.
Egmont Koch, autor del reportaje Sobre las huellas del contrabando de tabaco, revela una amplia y extra?a red de complicidades que hacen posible este contrabando. Hombres de negocios suizos, transportistas holandeses, oficinas de comercio exterior de los pa¨ªses socialistas y sus servicios secretos, guardias civiles y aduaneros espa?oles est¨¢n implicados en el tr¨¢fico de millones de cajetillas, que en ocasiones se pagan en el este europeo con alta tecnolog¨ªa que les est¨¢ embargada por Occidente.
Guillermo L¨¹ttich, llamado Pepe, est¨¢ buscado por la Interpol a instancias de la polic¨ªa de la Rep¨²blica Federal de Alemania, que le acusa de diversos delitos de contrabando. El tribunal estatal de Hamburgo curs¨® una solicitud de extradici¨®n de L¨¹ttich a las autoridades espa?olas al tener conocimiento de que desde 1983 reside en la localidad asturiana. La demanda fue rechazada el 7 de marzo de 1986 sin alusi¨®n a razones. El reportaje sugiere que la negativa espa?ola se debi¨® a la intervenci¨®n de influyentes amigos del pr¨®fugo de la justicia alemana occidental. L¨¹ttich ya fue condenado en Hamburgo en 1976 a 18 meses por su participaci¨®n en el contrabando de cigarrillos.
El periodista Egniont Koch pas¨® un a?o investigando las actividades de L¨¹ttich en el comercio ilegal de tabaco, que ha reforzado en Espa?a desde que se estableci¨® en Avil¨¦s. Tambi¨¦n describe los resultados de su indagaci¨®n en un largo art¨ªculo en el semanario Stern que sale hoy a la venta.
Contactos espa?oles
Desde Avil¨¦s, L¨¹ttich organiza sus negocios, que, seg¨²n las investigaciones de Egmont Koch, tambi¨¦n se extienden al tr¨¢fico de armas, drogas y tecnolog¨ªa. En 1986, la polic¨ªa de la RFA logr¨® infiltrar un confidente en una reuni¨®n de la organizaci¨®n celebrada el 26 de enero en Z¨²rich, en la que particip¨® L¨²ttich. Sus revelaciones forman parte de las pruebas m¨¢s importantes de que dispone la polic¨ªa alemana occidental. No obstante, el principal objetivo del infiltrado policial -sugerir alg¨²n negocio a L¨¹ttich en la RFA para detenerle all¨ª- fracas¨®.
?ste lleg¨® procedente de Espa?a y se aloj¨® en el hotel Bellerive du Lac bajo el nombre de Ulrich Nettich. En este encuentro participaron varios hombres de negocios, entre ellos Werner Denz, un suizo propietario de la sociedad Algrado AG, con sede en M¨²nchwilen, una peque?a localidad del Cant¨®n de Aargau.
Su empresa, dedicada seg¨²n el registro comercial suizo a "financiaciones, comercio de mercanc¨ªas" es, seg¨²n sospechas de la polic¨ªa alemana de aduanas .uno de los principales art¨ªfices del contrabando".
En la reuni¨®n del 26 de enero se decidi¨® el env¨ªo a Espa?a de 15 contenedores de cigarrillos Winston. La entrada en Espa?a de los contenedores por el puesto fronterizo de Ir¨²n no planteaba problema alguno, seg¨²n se asegur¨® en el encuentro de Z¨²rich, al contar Lattich all¨ª con "gente que est¨¢ en su n¨®mina". Para demostrar sus "excelentes contactos" en el norte de Espa?a, el negociante de Avil¨¦s hab¨ªa acudido a la ciudad suiza con "un oficial de la Guardia Civil de Bilbao". ?ste no es identificado.
El tabaco que esta red introduce en Espa?a e Italia procede, por regla general, de Suiza o EE UU. La mercanc¨ªa de ultramar llega a los puertos de Hamburgo, Cuxhaven o Amberes. Desde all¨ª, una v¨ªa muy utilizada por L¨¹ttich en pasados a?os era el transporte directo a Italia por carretera, con el tabaco escondido tras otras mercanc¨ªas como alfombras o sacos de yeso. En enero de 1984, la polic¨ªa descubri¨® en la frontera entre Austria e Italia, en el Brenero, un cargamento de este tipo de L¨¹ttich. Dos colaboradores suyos, que llevaban la carga fueron condenados a cuatro a?os y medio y dos a?os de c¨¢rcel respectivamente.
Desde entonces, gran parte de la carga hacia Italia hace escala en un pa¨ªs en el que el consumo de cigarrillos Marlboro, Camel y Winston es ciertamente escasa, Albania.
Lanchas motoras
Desde la costa albanesa, el tabaco es transportado despu¨¦s en motoras, con el obvio consentimiento de las autoridades, a la costa italiana, donde el crimen organizado se encarga de su distribuci¨®n. Las autoridades de Tirana logran as¨ª considerables ingresos en divisas occidentales.
Tambi¨¦n el r¨¦gimen de Alemania Oriental ha descubierto esta f¨®rmula de incrementar sus ingresos en moneda convertible y, seg¨²n denuncia el reportaje de Koch, tambi¨¦n su acceso a alta tecnolog¨ªa, con la que la red realiza tambi¨¦n en ocasiones sus pagos.
Un juez italiano, Roberto Fucigna, de G¨¦nova, denunci¨® esta "relaci¨®n grotesca" entre la Administraci¨®n de pa¨ªses socialistas y el crimen organizado.
En el sur de Italia, son la Mafia y la Camorra los encargados de distribuir el tabaco procedente de Albania.
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