Un peluquero en Huesca
Alfonso Del Corral ya ha demostrado en reiteradas ocasiones que tiene m¨¢s arrestos que nadie. Dos ejemplos hay de ello. El primero, que tom¨® la decisi¨®n de cortarse el pelo en Huesca hace unos d¨ªas, hecho que toda la plantilla ha comentado con estupefacci¨®n. Y el segundo, que decidi¨® contratar con el Real Madrid a riesgo de quedarse descartado en cuanto Fernando Mart¨ªn decidiera quedarse en Espa?a. Le esperaba una temporada jugando la Korac con el Real Madrid y la Liga con el Bancobao, cuando, en otras condiciones, del Corral pod¨ªa tener minutos de sobra y dinero de sobra en otro equipo. Qu¨¦ narices tiene Del Corral dijo alg¨²n cr¨ªtico.Y s¨ª que las debe tener, pero el jugador lleva su aparente y miserable existencia con toda dignidad. Y su labor en el equipo es realmente variopinta, est¨¢ para un roto y para un descosido, cuida de Iturriaga cuando se lesiona en Zaragoza, atiende a Antonio Mart¨ªn durante una pretemporada larga en la que se trataba de poner una rodilla a tono, colabora en el diagn¨®stico de la lesi¨®n de Fernando Mart¨ªn y hace minutos extra en los entrenamientos para solaz del incansable Cargol, a quien no le gusta despegarse del bal¨®n ni un s¨®lo minuto.
Por tanto, Del Corral da un ejemplo de profesionalidad que escapa muchas veces a quien s¨®lo le observa en la cancha. Y es, adem¨¢s, un hombre de los que hacen equipo desde el banquillo, que es lo m¨¢s dificil. Lo que pasa es que parec¨ªa predestinado a tener mala suerte, a lesionarse en el peor momento y a ser descartado a la m¨ªnima. Pero aguanta: tiene narices y conf¨ªa en s¨ª mismo. Por eso, sus ¨¦xitos le pertenecen. Es su secreto, ese y que tiene un peluquero en Huesca.
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