Janos Marjai: "Esperamos que la URSS se convierta en un pa¨ªs m¨¢s abierto"

El viceprimer ministro h¨²ngaro, Janos Marjai, inicia hoy una visita a Espa?a, pocas semanas despu¨¦s de que el Parlamento h¨²ngaro aprobara, no sin un fuerte debate, nuevas reformas hacia la liberalizaci¨®n del sistema, el acercamiento a las leyes del mercado y fuertes sacrificios de la poblaci¨®n. Por primera vez, el a?o pr¨®ximo, los h¨²ngaros tendr¨¢n que pagar impuestos, incluido el del valor a?adido (IVA). En v¨ªspera de su viaje a Madrid, Marjai recibi¨® a EL PA?S en su despacho en Budapest.

Marjai permanecer¨¢ cuatro d¨ªas en Madrid, invitado por el vicepresidente del Gobierno espa?ol, Alfonso Guerra, como devoluci¨®n de la visita que ¨¦ste realiz¨® a Budapest en mayo de 1985. El viceprimer ministro h¨²ngaro almorzar¨¢ con el rey Juan Carlos y mantendr¨¢ una entrevista con el presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez.

Pregunta. Hungr¨ªa es el pa¨ªs pionero en las reformas internas del socialismo. Ahora, con Mijail Gorbachov, la URSS y otros pa¨ªses socialistas adoptan v¨ªas similares. ?C¨®mo ve Hungr¨ªa este proceso?

Respuesta. Nosotros esperamos una renovaci¨®n del socialismo en la URSS y los dem¨¢s pa¨ªses socialistas. Hay que recuperar los atrasos. El socialismo no es una obra concluida, sino un proceso continuo. Lo que ahora sucede es alentador. Esperamos que la URSS se convierta en un pa¨ªs m¨¢s abierto. En el terreno econ¨®mico est¨¢ claro que nos beneficia que sean las leyes del mercado las que regulen nuestro intercambio y que los diversos factores de la econom¨ªa puedan actuar aut¨®nomamente. El gran mercado que constituye la URSS ofrece enormes posibilidades, y no s¨®lo para Hungr¨ªa, sino para toda Europa y el mundo entero.

P. La reforma h¨²ngara comenz¨® en 1968; pero hoy, 20 a?os despu¨¦s, la situaci¨®n del pa¨ªs es muy problem¨¢tica, con la mayor deuda externa per c¨¢pita de la comunidad socialista y con necesidad de restricciones. ?Ha fracasado la reforma?

R. No, de ning¨²n modo. Si no hubi¨¦ramos emprendido estas reformas, que comenzaron inmediatamente despu¨¦s de 1956, no habr¨ªa sido posible consolidar esta sociedad y lograr un desarrollo grandioso para este pa¨ªs, y no habr¨ªamos podido soportar los golpes que nos ha dado la econom¨ªa internacional. Sin las reformas, nuestros problemas ser¨ªan otros mucho m¨¢s graves. Ahora debemos acelerar el ritmo de la reforma.

Desigualdad y tensiones

P. ?Esperan tensiones sociales por las reformas y las obvias desigualdades que se est¨¢n creando en esta sociedad?

R. Tensiones las ha habido siempre desde que comenzamos con las reformas y se producen necesariamente cuando hay cambios. Sin las reformas, tambi¨¦n las habr¨ªa. Tambi¨¦n hay desigualdades. Las diferencias deben existir, porque los seres humanos son diferentes entre s¨ª y tambi¨¦n en su rendimiento y aportaci¨®n al desarrollo. En una primera fase de la liberalizaci¨®n de la actividad empresarial se produjeron casos de ingresos desmesurados, ya que todav¨ªa no reg¨ªan los criterios de selecci¨®n del mercado. Con la creciente aplicaci¨®n de las leyes del mercado y la nueva ley de impuestos habr¨¢ una selecci¨®n mayor y una tributaci¨®n m¨¢s justa. Esto requiere otra pol¨ªtica social hacia aquellas capas que no pueden ampliar por iniciativa propia sus ingresos, sobre todo jubilados y familias numerosas. Estos deber¨¢n recibir apoyos especiales, pero nuestra pol¨ªtica social se deber¨¢ limitar a aquellos que no pueden modificar por s¨ª mismos la situaci¨®n que padecen; hay que acabar con el igualitarismo.

P. Mucha gente se pregunta ya qu¨¦ es lo que queda del socialismo con empresarios y asalariados con desempleo y diferencias sociales.

R. El igualitarismo corresponde a una etapa primitiva del socialismo, del momento en que todos necesitaban lo imprescindible para sobrevivir. Pero despu¨¦s las diferencias deben surgir, porque corresponden al ?deal del socialismo y a la justicia. Fue un error de los pa¨ªses socialistas el destacar aquella fase inicial y erigirla en la imagen misma del socialismo; pero es una imagen falseada que consideraba al socialismo primitivo como una ley, un sistema concluido y est¨¢tico. Muchas tensiones en los pa¨ªses socialistas se debieron precisamente a los intentos de querer mantener este sistema, ya superado por la sociedad y la econom¨ªa.

P. Hungr¨ªa cuenta con una sociedad abierta, con pluralidad de intereses de los diferentes sectores. ?No ser¨ªa consecuencia l¨®gica que esta pluralidad se reflejara en asociaciones pol¨ªticas y sindicales libres?

R. El pluralismo no requiere por esencia la existencia de diversos partidos. La esencia del pluralismo es que las contradicciones de los intereses de los diversos sectores sociales salgan a la superficie y se manifiesten. Una de las grandes labores del Partido Socialista Obrero H¨²ngaro ha sido reconocer esta pluralidad y superar la imagen del socialismo que la negaba. Debemos acelerar la aplicaci¨®n del marco para una participaci¨®n directa de los ciudadanos en esta confrontaci¨®n de intereses. Nos queda mucho por hacer; uno de nuestros problemas en la aplicaci¨®n de la reforma ha sido aspirar siempre a un pleno consenso social. Esto es imposible, y nos ha hecho demorar medidas necesarias, pero que no pueden satisfacer a todo el mundo.

P. Washington y Mosc¨² van a firmar un acuerdo para la eliminaci¨®n de los misiles de medio alcance. ?C¨®mo ve Hungr¨ªa el proceso actual de desarme?

R. Mire usted: por muchas razones, nosotros estamos muy interesados en la distensi¨®n, y lo decimos a todas horas en todas partes. Saludamos por ello el acuerdo y esperamos que pronto se llegue a un compromiso para la reducci¨®n del armamento convencional. El acuerdo sobre mis?les INF supone para nosotros un alivio. Si podemos despu¨¦s gastar menos en armas convencionales estaremos m¨¢s que contentos. No tenemos ning¨²n inter¨¦s en mantener siquiera nuestro modesto nivel de armamento.