Lunes 'negro' en las bolsa internacionales
Durante los ¨²ltimos meses, los economistas m¨¢s reputados del mundo occidental se han dividido en dos grandes tendencias: los optimistas, que entienden que la expansi¨®n norteamericana ha de seguir contagiando al resto de la zona, y aquellos otros, m¨¢s cr¨ªticos, que entienden que las hipotecas que mantiene la econom¨ªa de estados unidos (d¨¦ficit fiscal y comercial principalmente), los super¨¢vit irredentos de la rep¨²blica federal de alemania y jap¨®n y la deuda externa del tercer mundo conducir¨¢n a una importante recesi¨®n de fin de siglo.Estas mismas voces han avisado reiteradamente del peligro de confundir la euforia de los mercados de valores con la situaci¨®n de la econom¨ªa real. el ejemplo m¨¢s concreto de esta confusi¨®n se dio ayer, cuando las bolsas de las ciudades m¨¢s significativas (nueva york, tokio, londres, par¨ªs, francfort, etc¨¦tera) conocieron las ca¨ªdas m¨¢s importantes ocurridas en un solo d¨ªa en la historia de los modernos mercados de valores. una vez m¨¢s, cundi¨® el efecto contagio, arrastrando, la catastr¨®fica apertura de wall street al resto del sistema financiero, resucitando el fantasma del crack del veintinueve.
Al margen de que las finanzas internacionales se hayan sofisticado y hayan generado los colchones suficientes como para evitar el p¨¢nico, resulta curioso comprobar c¨®mo los grandes gur¨²s de la econom¨ªa no tienen recetas globales que sirvan para explicar lo que est¨¢ sucediendo; la ausencia de an¨¢lisis durante el d¨ªa de ayer fue muy significativa el pretexto inicial, que dio lugar a la baja de wall street de la pasada semana, de los malos resultados del comercio exterior de estados unidos, resulta claramente insuficiente como valoraci¨®n. m¨¢s bien la crisis puede entenderse como la suma de un conjunto de fen¨®menos como el temor a un aumento de los tipos de inter¨¦s, el agotamiento de la econom¨ªa, la guerra del golfo, etc¨¦tera. pero todos ellos estaban presentes hace apenas 10 d¨ªas y no ocurr¨ªa nada.
Los mercados de valores espa?oles siguieron la misma l¨ªnea bajista que los de los pa¨ªses de nuestro entorno, aunque el descenso de su ¨ªndice general no fuese tan dram¨¢tico como el de wall street, tokio o londres, por poner los peores ejemplos pero para ellos sirve la misma conclusi¨®n que para todos: la especulaci¨®n infundada, aquella que implica que los valores de los t¨ªtulos cotizados ha dejado de tener relaci¨®n con la situaci¨®n real de las empresas, es m¨¢s la flor de un d¨ªa que la consecuencia del sentido com¨²n, que, al final, es la ¨²nica ciencia de la econom¨ªa.
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