Wall Street se recupera del 'Iunes negro', que hizo perder a los inversores 850.000 millones de d¨®lares
La fiesta se ha acabado. Cinco a?os seguidos de subida de la B,Asa y de expansi¨®n econ¨®mica ininterrumpida, y ahora hay que pagar las facturas de una econom¨ªa norteamericana que gasta m¨¢s de lo que produce y chupa fondos del resto del mundo para pagar su d¨¦ficit fiscal. Esta es la impresi¨®n en Washington, mientras Wall Street se recupera del peor desastre de su historia y economistas y pol¨ªticos comienzan a sacar consecuencias de una crisis que, en pocos d¨ªas, ha hecho perder a las empresas y a los, inversores privados norteamericanos y extranjeros 850.000 millones de d¨®lares en la bolsa.Wall Street inici¨® ayer lo que parece una firme recuperaci¨®n del desmoronamiento del lunes, comparado por algunos a la explosi¨®n de un reactor nuclear, con una subida del ¨ªndice Dow Jones -al cierre de esta edici¨®n- de 186,84 puntos, para situarse en 2.027,85, y con un volumen alto de negocio, de 350 millones de t¨ªtulos, que es una se?al de confianza para los mercados de valores de todo el mundo.
La sesi¨®n fue notablemente estable en relaci¨®n con la locura de jornadas anteriores y por cada valor que descendi¨® subieron diez. A diferencia del martes, donde s¨®lo los grandes valores industriales tiraron del ¨ªndice, ayer lo hicieron tambi¨¦n las compa?¨ªas m¨¢s peque?as. En ning¨²n momento Wall Street estuvo por debajo del nivel del cierre del martes. La continuaci¨®n de los l¨ªmites a la contrataci¨®n por programas electr¨®nicos rest¨® volatilidad al mercado.
Primera crisis global
"El mundo ha cambiado" esta semana, sentenci¨® ayer un largo editorial del The New York Times, desde que el lunes negro, 19 de octubre, se iniciara con vientos de guerra en el Golfo P¨¦rsico y la perdida de 500 puntos en Wall Street, que hizo que, por primera vez en 35 a?os, el moderado Wall Street Journal titulara en su primera p¨¢gina, a dos columnas, el colapso de la bolsa.
Esta ha sido la primera crisis econ¨®mica global, que parece demostrar la certeza de Me Luhan de que el mundo, gracias a las comunicaciones instant¨¢neas electr¨®nicas, es hoy una "aldea global". Los d¨¦ficit norteamericanos afectan a toda la humanidad y el comportamiento de las econom¨ªas de Jap¨®n y la Rep¨²blica Federal de Alemania inciden directamente en el valor de d¨®lar, la deuda del tercer Mundo y a las posibilidades de crecimiento o recesi¨®n de la econom¨ªa norteamericana. Un comentario del secretario del Tesoro, James Baker, cr¨ªtico para con la actuaci¨®n econ¨®mica de Bonn y advirtiendo que Washington podr¨ªa tratar de depreciar el d¨®lar, fue una de las causas de la crisis de esta semana.
Despu¨¦s de estos d¨ªas de tensi¨®n, ya no debe quedar un norteamericano que no haya comprendido que este pa¨ªs no es una isla y que la econom¨ªa norteamericana y el d¨®lar ya no dominan el mundo. Pero ha sido necesario un sistema financiero al borde de la cat¨¢strofe para hacer reaccionar a la Administraci¨®n Reagan. En las peores horas del lunes negro, cuando la Bolsa perdi¨® un 22% de su valor -en la crisis de 1929 s¨®lo perdi¨® un 12%-, Ronald Reagan dec¨ªa que no hay razones para la alarma y que todo marcha bien.
48 horas m¨¢s tarde, presionado por sus asesores m¨¢s pragm¨¢ticos, el presidente prometi¨® sentarse a negociar con el Legislativo salidas para poner coto a un d¨¦ficit presupuestario superior a 150.000 millones de d¨®lares. Incluso sugiri¨® que ¨¦l personalmente tornar¨ªa parte en la negociaci¨®n y, algo m¨¢s importante a¨²n, que estar¨ªa dispuesto a considerar una subida de impuestos, lo que la Casa Blanca asegur¨® despu¨¦s que no deb¨ªa ser tomado en serio.
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