Francia refuerza su dispositivo de seguridad en Tahit¨ª

Dos escuadrones de gendarmes llegaron ayer a Papecte (Tahit¨ª), capital de la Polinesia francesa, para reforzar el dispositivo de seguridad desplegado desde el pasado s¨¢bado, con motivo de los violentos disturbios desencadenados a partir de una huelga de descargadores portuarios. Dos escuadrones m¨¢s de gendarmes llegaron a las pocas horas desde Nueva Caledonia y otro, formado por 200 hombres de la Legi¨®n Extranjera, se desplaz¨® desde el atol¨®n de Mururoa y otros acantonamientos. En total, un millar de soldados y polic¨ªas mantendr¨¢n el orden p¨²blico desde hoy en este estrat¨¦gico puerto del Pac¨ªfico, servido por unos 500 estibadores que aseguran el suministro del Centro de Experimentaci¨®n del Pac¨ªfico de Mururoa, donde se desarrollan las pruebas nucleares francesas.La intervenci¨®n de los gendarmes el viernes contra los trabajadores que bloqueaban las instalaciones portuarias ha sido motivo de una airada reacci¨®n del sindicato de portuarios de la CGT y del Partido Socialista. Un portavoz del PS ha declarado que los incidentes tienen su origen en "la pol¨ªtica del Gobierno que favorece la econom¨ªa de comercio colonial y a los privilegiados, olvidando a los j¨®venes y a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n".

Para el ministro de la Seguridad, Robert Pandraud, en cambio, estos incidentes "no tienen futuro", a pesar de su gravedad. Pandraud se?al¨® a Nueva Zelanda y Australia que "no llevan una pol¨ªtica de defensa del mundo occidental en esta zona del mundo", y afirm¨® que "la Polinesia tiene el mayor inter¨¦s en seguir bajo soberan¨ªa francesa".

Los incidentes del viernes produjeron 26 heridos, 50 detenidos y p¨¦rdidas incalculables en los incendios de almacenes, coches y tiendas. Todo empez¨® por una reivindicaci¨®n sin importancia, el aumento del ret¨¦n m¨ªnimo de descarga, de 22 trabajadores hasta 29, y por la decisi¨®n del alto comisario franc¨¦s de responder a la intransigencia de los sindicatos con la intervenci¨®n de la polic¨ªa, que deb¨ªa asegurar las operaciones de carga y descarga. Los resultados fueron los enfrentamientos y pillajes y la ocupaci¨®n del puerto desde entonces por la Legi¨®n Extranjera, que asegura ahora la buena marcha del puerto.