Rescatados 12 pescadores gallegos tras nueve horas a merced del temporal en la 'costa de la muerte'

Los 12 tripulantes del pesquero Generosa, con base en Mar¨ªn, fueron rescatados en la ma?ana de ayer, sanos y salvos, despu¨¦s de permanecer unas nueve horas a bordo del barco, encallado frente al muelle de Mux¨ªa, en la costa de la muerte coru?esa. "Sentimos la muerte toda la noche" declararon ya en tierra. El Generosa embarranc¨® a las once de la noche del lunes, cuando se dirig¨ªa a puerto, en unos bajos denominados Laxe do Peton, a menos de 50 metros del muelle. Hasta las ocho de la ma?ana, la tripulaci¨®n permaneci¨® impotente en la cubierta, azotada por el temporal.

Vecinos de Mux¨ªa y servicios de salvamento intentaron el rescate, que s¨®lo se pudo conseguir con la intervenci¨®n del helic¨®ptero del SAR, con base en La Coru?a.Durante la noche se lanzaron cabos desde tierra, mientras embarcaciones de este puerto y de Camari?as pretend¨ªan acodarse al buque siniestrado. Los motores del Generosa dejaron de funcionar al poco tiempo, y con ellos el suministro el¨¦ctrico, por lo que hubo que iluminar el barco con los faros de varios coches desde la costa. A lo largo de la noche se les unieron familiares de los tripulantes, llegados desde Mar¨ªn.

Seg¨²n un miembro de la Cruz Roja del Mar de Cisterra, Jos¨¦ Mar¨ªa Marcote, los cabos no alcanzaban el objetivo o se romp¨ªan "y acercarse era dif¨ªcil porque el mar romp¨ªa por ambos lados del buque. Desde la lancha llegamos a ponernos a su costado, asi¨¦ndonos a la escalerilla, pero mientras ellos decid¨ªan si bajaban, un golpe de mar nos alej¨®. Nos fall¨® el motor y nos salvamos porque de repente funcion¨® de nuevo".

La dotaci¨®n de la Cruz Roja decidi¨® entonces enviarles dos zodiac desprovistas de motor, a favor del viento, que los tripulantes llegaron a coger pero en ambos casos la fuerza de las olas las envi¨® contra los rompientes antes de que pudiesen subir a ellas. La fuerza del mar hizo que en dos o tres ocasiones los palos del barco tocaran la superficie del agua.

"Cre¨ªamos que hab¨ªan muerto", relata Marcote, "cada vez ve¨ªamos menos gente en cubierta, hasta que ya no vimos a ninguno". La tripulaci¨®n estaba refugiada en la popa, detr¨¢s del puente, y all¨ª les recogi¨®, de dos en dos, el helic¨®ptero del SAR.