El jefe del partido en Mosc¨² dimite y causa la primera crisis de la era Gorbachov
El jefe de la organizaci¨®n del PCUS en Mosc¨², Boris Eltsin, considerado el palad¨ªn de la lucha contra los privilegios en la direcci¨®n comunista, ha provocado la primera gran crisis pol¨ªtica en el equipo fiel a Gorbachov al anunciar su dimisi¨®n tras declarar abiertamente el fracaso de la perestroika en la capital. Varias fuentes sovi¨¦ticas solventes coincid¨ªan ayer en afirmar que ello ocurri¨® en el pleno del Comit¨¦ Central del PCUS el pasado d¨ªa 21, cuando el jefe del Comit¨¦ de Seguridad del Estado (KGB), V¨ªctor Chebrikov, llam¨® a Eltsin "desertor de la perestroika", y el l¨ªder Mijail Gorbachov, visiblemente desconcertado por una alusi¨®n de Eitsin a un creciente culto a la personalidad del m¨¢ximo dirigente, no le defendi¨®.La decisi¨®n sobre el futuro de Eltsin ha sido aplazada hasta despu¨¦s de las fiestas conmemorativas del 70? aniversario de la Revoluci¨®n de Octubre, se?alan las fuentes. Una breve nota publicada ayer en el ¨®rgano del partido en Mosc¨², Moskovskaia Pravda, daba cuenta de una reuni¨®n del comit¨¦ del PCUS en Mosc¨² que hab¨ªa sido dirigida por Eltzin y en la que se hab¨ªa "subrayado la necesidad de democratizar y reducir el aparato de direcci¨®n". "Las propuestas sobre la estructura fueron b¨¢sicamente aceptadas", se?alaba la nota, seg¨²n la cual se ha dado un plazo de dos semanas para elaborar una estructura de direcci¨®n de la econom¨ªa de la ciudad.
Las intervenciones del ¨²ltimo pleno del Comit¨¦ Central, formalmente dedicado a preparar los pr¨®ximos festejos, no han sido publicadas por la Prensa que, sin embargo, dio la lista de oradores encabezada por Eltsin, miembro suplente del Politbur¨®. Egor Ligachov, miembro titular del Politbur¨® y secretario del Comit¨¦ central, fue el primero de los nueve miembros del Politbur¨® que tomaron la palabra despu¨¦s de Eltsin y, seg¨²n las fuentes, lo hicieron mayoritariamente para lanzar una andanada de cr¨ªticas al que es dirigente de Mosc¨² desde 1985 y expresar con ello su aquiescencia ante la dimisi¨®n.
De forma inesperada, Eltsin, de 56 a?os, hab¨ªa salido a la tribuna para admitir que no se puede hacer frente al "sabotaje" y a la "burocracia" que se opone a su labor. Atac¨® a Ligachov y dijo tambi¨¦n haber escrito dos cartas a Gorbachov durante el mes de septiembre sin que ¨¦ste le hubiera respondido. M¨¢s de 30 personas quer¨ªan tomar la palabra despu¨¦s. Ligachov, considerado el n¨²mero dos de la direcci¨®n sovi¨¦tica, acus¨® a Eltsin de haber hecho empeorar la situaci¨®n en la capital. Victor Chebrikov sugiri¨® que Eltsin hablaba demasiado de cosas internas ante auditorios extranjeros. Ferviente partidario de la glasnost o transparencia informativa, Eltsin fue el primer dirigente sovi¨¦tico que proporcion¨® datos sobre la cat¨¢strofe de Chernobil.
Numerosos enemigos
En su calidad de m¨¢xima autoridad pol¨ªtica de Mosc¨², Eltsin ha empezado aqu¨ª una campa?a contra la corrupci¨®n que le ha granjeado numerosos enemigos en la red de abastecimiento comercial de la ciudad, y ha reemplazado a 23 de los 33 primeros secretarios de distrito. Sus intentos de convertir a Mosc¨² en una ciudad m¨¢s humana encuentran resistencia de alto nivel. La calle Arbat, transformada el pasado verano en el primer espacio p¨²blico recuperado de la ciudad y frecuentada por cantantes, pintores, poetas y artistas, fue "limpiada" utilizando como pretexto la presencia de miembros de la secta Hare Krisna sovi¨¦tica. Tras los masivos contingentes policiales que hoy dominan la zona est¨¢ Egor Ligachov, quien se enfrent¨® a Eltsin para acabar con el fen¨®meno del Arbat, aseguran las fuentes.
Entre quienes le criticaron en el pleno estaban sus mismos colegas en el Ayuntamiento, entre ellos V. Saikin, presidente del comit¨¦ ejecutivo, que desautoriz¨® a Eltsin como portavoz municipal y dijo que ¨¦ste es .un miembro m¨¢s y no el mejor". El miembro del Politbur¨® Aleksandr YakovIev; el jefe del partido de Kazakist¨¢n, Guenadi KoIbin, y el director del Instituto de EE UU y Canad¨¢, Georgi Arbatov, le defendieron t¨ªmidamente.
Las fuentes consideran lo sucedido como grave y preocupante, ya que Eltsin se ha convertido en un s¨ªmbolo de honradez e integridad para muchos por su renuncia a los privilegios y su esp¨ªritu de trabajo. Otros le tachan de "jacobino", "puritano" o "ingenuo pol¨ªtico" venido a "quemarse" a la capital desde Sverlovsk, en los Urales.
En Mosc¨², Eltsin se ha caracterizado por su estilo directo. Sus discursos provocaban sensaci¨®n. En el 27? congreso del partido defendi¨® la necesidad de cambiar la estructura del aparato del Comit¨¦ Central y el rendimiento peri¨®dico de cuentas de los dirigentes. Ha defendido tambi¨¦n la abolici¨®n de privilegios como coches con ch¨®fer, tiendas y escuelas especiales para la elite, y estos temas est¨¢n hoy aparentemente congelados.
Eltsin ha tenido problemas de trato con los diversos sectores representados en una ciudad a cargo durante casi 20 a?os de Victor Grishin, estrecho colaborador de Leonid Breznev. Los males que combate Eltsin se reproducen una y otra vez. Sus medidas acaban dando resultados contrarios a lo previsto y a la lucha contra la corrupci¨®n en el comercio y la renuncia a los privilegios de suministro que Mosc¨² pose¨ªa como capital se le achaca en parte el empobrecimiento de la oferta de bienes de consumo en las tiendas. El plan de sacar oficinas par¨¢sitas y f¨¢bricas contaminantes del centro -donde hay un barrio bajo el control del Ej¨¦rcito y otro bajo el control del KGB- choca con la oposici¨®n de las instituciones. Las empresas moscovitas siguen adem¨¢s importando mano de obra de provincias -limitchiki- pese a la estricta prohibici¨®n de ello.
Eltsin dijo haber propuesto que los jefes de las grandes ciudades no est¨¦n en el Politbur¨®" para no estar excluidos de la cr¨ªtica. Gorbachov no lo desminti¨®.
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