Halffter y sus 'Variaciones'

El compositor Crist¨®bal Halffter ha estrenado en Dortmund, los d¨ªas 25, 27 y 28, al frente de la Orquesta Filarm¨®nica, sus Variaciones para Dortmund, que han obtenido un ¨¦xito de p¨²blico y cr¨ªtica m¨¢s destacable por tratarse de una meloman¨ªa que, sin ser excluyente, se inclina con preferencia hacia los valores tradicionales.La obra, escrita entre noviembre de 1986 y febrero de 1897, le fue encargada a Halffter por la orquesta de la ciudad para celebrar el centenario de su fundaci¨®n. Con el mismo motivo, se estrenan en la presente temporada otras dos partituras: Meditaciones sobre Marc Chagall, de Wilfried Mar¨ªa Danner, y la sinfon¨ªa Aus dem Tagebuch des Alten.

Dortmund, perteneciente al Estado del Rin septentrional (Westfalia), cuya capital es D¨¹sseldorf, posee una excelente ¨®pera, a la que sirve la Orquesta Filarm¨®nica. La construcci¨®n del nuevo local data de 1966, y el estilo se encuadra con facilidad dentro de la cadena de teatros nacidos en la Rep¨²blica Federal de Alemania de conceptos funcionales, alta tecnolog¨ªa y gusto moderno. Recuerda, en m¨¢s modesto, a la ¨®pera berlinesa y, por supuesto, a las de Hamburgo, Francfort o Stuttgart y se diferencia notablemente de la de Colonia (1957), obra del arquitecto Wilhelm Ruplian, bautizada en su d¨ªa por el humor popular como la zapater¨ªa de Sawallisch.

El complejo de la ¨®pera comprende tres salas: una grande para la ¨®pera, otra de quinientos catorce puestos. La interacci¨®n de los tres y la de la orquesta se advierte con facilidad al observar la reacci¨®n del p¨²blico con la m¨²sica actual: ¨¦xito y aplausos de estimaci¨®n por parte de los viejos y entusiasmo gritador de los j¨®venes que, el segundo y tercer d¨ªa de abono, alcanzan la mitad de la asistencia.

No era f¨¢cil el programa preparado por Crist¨®bal Halffter, pues a la obra de estreno un¨ªa otra suya, muy contrastada por cierto, el R¨¦quiem por la libertad imaginada (1971), junto a dos t¨ªtulos de Manuel de Falla, Noches en los jardines de Espa?a y la segunda suite de El sombero de tres picos.

Solista relevante de los nocturnos fue Mar¨ªa Manuela Caro que, a nuestro juicio -tambi¨¦n al del p¨²blico y los cr¨ªticos alemanes-, se intern¨® en lo m¨¢s sensible, casi sensitivo, de la obra para servir las intencionesbonfesadas por su autor: evoca, crear impresiones musicales que poeticen y distancien la verdad espa?ola de su mixtificaci¨®n pintoresquista. Rara vez hemos escuchado las coplas del nocturno final con tan refinado arte, tan cuidada sonoridad y tanta veracidad. En unidad de conceptos, Halffter rode¨® el piano concertante del paisaje sinf¨®nico -pintura, poes¨ªa, geograf¨ªa sentimiento- logrado por Falla. La versi¨®n general y, de modo particular, la pianista, entusiasmaron literalmente al p¨²blico.

Las variaciones

Las Dortmunder Variationen constituyen una nueva muestra del talento y el saber de Crist¨®bal Halffier. No se trata, por supuesto, de variaciones en el sentido tradicional, sino de transformaciones sinf¨®nicas a partir de un material coherente que no obliga sino a cierto orden de relaciones. Como otras veces, Halffter estructura su nueva p¨¢gina en forma de tr¨ªptico (por m¨¢s que tal equilibrio estructural me parece una consecuencia instintiva m¨¢s que una planificaci¨®n previa demasiado rigurosa).En la primera parte se suceden pasajes de metales, madera, cuerda y percusi¨®n, en un juego contrapunt¨ªstico cargado de disonancias incluso agresivas -como la sorpresiva del comienzo-; la segunda secci¨®n es un cl¨ªmax en el que la tensi¨®n no se alcanza por presi¨®n de las din¨¢micas fuertes, sino por la de una m¨¢xima expresividad que hace uso de todas las m¨¢s refinadas posibilidades compositivas.

La orquesta sustituye su juego en l¨ªneas, por su manifestaci¨®n en ambientes; siguiendo con un t¨ªtulo halffieriano, dir¨ªamos que el trozo final explota, al m¨¢ximo, la escritura en puntos, sin necesidad de caer en manierismo puntillista.

Por sus pasos contados, el proceso evolutivo llega al final con otra sorpresa que parece respuesta, por contrarios, a la disonancia potente del comienzo: el acorde perfecto y mantenido de re mayor que, por otra parte, significa la letra D, en la nomenclatura musical germana, inicial de Dortmund.