Un filme policiaco espa?ol, 'Al acecho', recibido sin entusiasmo

La pen¨²ltima jornada de la Seminci tuvo como m¨¢xima atracci¨®n el estreno de Al acecho, una pel¨ªcula policiaca espa?ola, primer largometraje de Gerardo Herrero, basada en la novela de Juan Madrid Nada que hacer. La pel¨ªcula provoc¨® opiniones divergentes, pero en general no entusiasm¨®. Con anterioridad, el productor El¨ªas Querejeta present¨® el primero de una serie de mediometrajes para TVE que tiene como singularidad el que todos ellos est¨¢n realizados por debutantes.

El d¨ªa se cerr¨® ayer con la exhibici¨®n fuera de concurso de Adi¨®s, ni?os, pel¨ªcula del franc¨¦s Louis Malle, que obtuvo el Gran Premio del pasado festival de Venecia. Se trata de una obra emotiva y realizada con maestr¨ªa, pero que, como es habitual en este director, da al espectador menos de lo que a primera vista parece darle.El proyecto de El¨ªas Querejeta comprende un total de siete mediometrajes. El primero de ellos, titulado Tres en la marca, est¨¢ dirigido por la hija del productor, Gracia Querejeta, y, junto a ella, intervienen, con acierto evidente por parte de todos, otros 19 debutantes en el cine, aspirantes a cineastas, que as¨ª dan su primer y decisivo paso en el oficio de hacer cine en un marco de alta profesionalidad.

Este tipo de mediometrajes, en otros pa¨ªses es una tarea formativa reservada a instituciones p¨²blicas, como el Centro Sperimentale de Roma, que ha presentado en Valladolid estos d¨ªas las pel¨ªculas de algunos de sus alumnos, entre ellos los espa?oles Juan Chumilla y Elena Lumbreras.

El primero de ambos es el director del siguiente mediometraje del proyecto presentado por Querejeta, que indirectamente pone de manifiesto, mediante una sagaz iniciativa privada, la existencia de una lamentable carencia p¨²blica en Espa?a: un sistema solvente para que se inicien en la profesi¨®n cinematogr¨¢fica muchos j¨®venes aspirantes a cineastas.

Gerardo Herrero, director y guionista de Al acecho, segundo filme espa?ol presentado a concurso, vino a decir que su pel¨ªcula busca expresar ritmo, acci¨®n y violencia. Aparentemente esto es cierto, pero en realidad se trata de una verdad a medias. M¨¢s que ritmo, en Al acecho hay velocidad; m¨¢s que acci¨®n, ajetreo; m¨¢s que violencia, aparatosidad; m¨¢s que sangre, salsa de tomate.

Modelo franc¨¦s

Deudora, m¨¢s que del cl¨¢sico norteamericano, del modelo de cine negro que en Francia encarn¨® Jean Pierre Melville, Al acecho contiene rasgos de inventiva visual -por ejemplo, la resoluci¨®n de un plano-contraplano mediante una sola habil¨ªsima toma sobre una silla giratoria-, pero el gui¨®n segrega lagunas, baches de inter¨¦s e hilos sueltos, y esto, en un filme de este g¨¦nero, se paga caro.Es una pel¨ªcula interesante, pero insatisfactoria. Se nota que est¨¢ realizada por un cineasta que sabe, al menos a r¨¢fagas, lo que tiene entre manos y lo pone de manifiesto en buenas composiciones de tipos -por ejemplo, el que interpreta Eduardo Calvo- y de situaciones, como las que abren la pel¨ªcula. A estos aciertos hay que a?adir la consecuci¨®n de un buen tono ambiental crispado y l¨²gubre, pero el conjunto es deficiente.