El Madrid se est¨¢ pasando

Las televisiones espa?olas -TVE y las auton¨®micas- establecieron, tras largas y tediosas discusiones, un convenio con el f¨²tbol profesional para televisar el Campeonato de Liga. Una semana, de cada dos, TVE escoger¨ªa partido, y la otra escoger¨ªan las televisiones auton¨®micas. El acuerdo parec¨ªa conveniente para todas las partes. Permitir¨ªa ver f¨²tbol todas las semanas en las zonas privilegiadas por la existencia de un canal auton¨®mico -Catalu?a, Euskadi y Galicia-, y un s¨¢bado de cada dos en el resto de Espa?a.La pr¨®xima jornada le toca elegir a TVE. Entre los 10 partidos de la semana hay uno que presenta un especial inter¨¦s: el Madrid-Atl¨¦tico. Lo tiene todo para ser un partido interesante. Juega el Madrid, o sea, Butrague?o y compa?¨ªa. Enfrente est¨¢ su eterno rival, situado el segundo de la tabla, con cuatro positivos, y constituido a estas alturas del campeonato como poco menos que la ¨²ltima alternativa posible al dominio del Madrid. Los fichajes de Gil y la mano de Menotti han colocado al Atl¨¦tico segundo en la tabla, con cuatro positivos. El tr¨¢nsito, en dos tiempos, del equipo rojiblanco por el Camp Nou le ha elevado de la categor¨ªa de elemento de agitaci¨®n folcl¨®rica en que hasta ahora le ve¨ªamos sumido a la de valor deportivo en alza. Si el Atl¨¦tico gana en el Bernab¨¦u, la Liga cobrar¨¢ un nuevo inter¨¦s. Indudablemente, es un partido interesante. Un partido a televisar.

El Madrid ha gozado, con ocasi¨®n de sus encuentros ante el N¨¢poles y el Oporto, de la comprensi¨®n y el apoyo de TVE, por un lado, y del mundo del f¨²tbol en general, por el otro. Aunque no faltaron reticencias -entre ellas la del Bar?a, que en su queja porque se televisaran los partidos del Madrid ensombreciendo Catalu?a lleg¨® a olvidar que nadie se ha preocupado nunca cuando TV-3 televisaba partidos europeos del Bar?a-, la verdad es que el Madrid ha televisado sus partidos, que otros han movido de fecha u hora sus encuentros -aunque algunos hayan cobrado por dar el consentimiento, por sentirse da?ados-, y que, gracias a todo ello, el club blanco ya ha cubierto su presupuesto para la Copa de Europa, que se atrevi¨® a fijar en 100 millones, a pesar del cierre del Bernab¨¦u impuesto por la UEFA. Y si se atrevi¨® a fijarlo en esa cantidad fue precisamente porque contaba con los ingresos v¨ªa TVE.

Ahora el Madrid no quiere devolver el favor. Expone un argumento deportivo razonable, pero d¨¦bil. Sostiene que si juega el mi¨¦rcoles por la noche en Oporto no le conviene adelantar al s¨¢bado su partido con el Atl¨¦tico. Olvida que el Barcelona ya hizo esta concesi¨®n hace poco: jug¨® el mi¨¦rcoles 30 de septiembre contra Os Belenenses y tres d¨ªas despu¨¦s, el 3 de octubre, contra el Atl¨¦tico de Madrid, para que el partido fuera televisado. Y no hab¨ªa recibido favores anteriores de TVE. El ente p¨²blico intenta estos d¨ªas resolver el asunto, pero se estrella con la falta de interlocutor: el presidente del club est¨¢ en Nueva York.

El Madrid gana partidos y gana confianza en s¨ª mismo, pero al mismo tiempo est¨¢ ganando tambi¨¦n mucho en arrogancia. Se est¨¢ pasando.