Los cuatro puntos para el acuerdo

Los cuatro ejes propuestos por el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, para un acuerdo contra la violencia son el refrendo expreso a la resoluci¨®n del Parlamento vasco de marzo de 1985, la derogaci¨®n de la ley antiterrorista y una negociaci¨®n posterior con los ministerios de Interior y Justicia sobre los preceptos que deben pasar a las leyes penales ordinarias, el apoyo a la creaci¨®n del espacio judicial europeo en virtud del cual cualquier juez de un pa¨ªs comunitario podr¨ªa sancionar delitos terroristas cometidos en otro pa¨ªs, y el reconocimiento de los acuerdos que puedan alcanzar entre s¨ª las fuerzas vascas, seg¨²n han confirmado fuentes pol¨ªticas. La declaraci¨®n del Parlamento de Vitoria de marzo de 1985, aprobada por unanimidad y con la ausencia de HB, recoge una negativa expresa a reconocer a ETA como interlocutor v¨¢lido para la negociaci¨®n de reivindicaciones pol¨ªticas.La aceptaci¨®n de los acuerdos de los partidos de Euskadi ha sido el elemento m¨¢s conflictivo del consenso y la f¨®rmula que finalmente se pact¨® entre el presidente: Gonz¨¢lez y el lehendakari, Jos¨¦ Antonio Ardanza, ha ocasionado el bloqueo moment¨¢neo de la ronda negociadora que se desarrolla en Vitoria.

Gonz¨¢lez no quiso "extender un cheque en blanco" por temor a que los partidos nacionalistas alcanzaran un pacto que pudiese forzar el marco estatutario y constitucional, por lo que puso como condici¨®n que el pacto en Euskadi sea pr¨¢cticamente un¨¢nime.

La llave del PSE

Dejando a un lado a HB, cuya exclusi¨®n se da por segura, el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) se convierte as¨ª en la llave de cualquier resultado. La incomparecencia de los socialistas a la ronda de conversaciones en Ajuria Enea mantiene bloqueada hace una semana la iniciativa del lehendakari.La, discrepancia entre los dos partidos coligados en el Gobierno vasco no tiene relaci¨®n con los acuerdos alcanzados en Madrid, sino con la negociaci¨®n del cupo, cantidad que la comunidad aut¨®noma debe liquidar anualmente a la Administraci¨®n central para financiar los servicios y cargas no transferidos.

Los socialistas vascos no han querido entrevistarse con Ardanza hasta que no exista un compromiso del PNV de acudir a Madrid para refrendar el acuerdo negociado por Gonz¨¢lez, y ¨¦stos han eludido comprometerse hasta no tener constancia de que existe voluntad negociadora y posibilidad de acuerdo satisfactorio sobre el cupo.

Si se resuelve el conflicto entre socialistas y peneuvistas, a¨²n quedar¨¢ un obst¨¢culo de importancia para cerrar un pacto entre los partidos vascos. Eusko Alkartasuna no parece dispuesto a aceptar ning¨²n consenso que no conlleve la aceptaci¨®n por parte de las fuerzas pol¨ªticas no vascas de los acuerdos mayoritarios entre los partidos de Euskadi.

Para el partido que preside Carlos Garaikoetxea., condicionar el acuerdo al consentimiento del PSE-PSOE equivale, en palabras de un portavoz, a desnaturalizarlo.