El 20% de los reclusos cursa alg¨²n tipo de estudios

Los subsecretarios de Justicia y de Educaci¨®n, Liborio Hierro y Joaqu¨ªn Arango, respectivamente, firmaron ayer un convenio que ampl¨ªa otro ya existente entre ambos departamentos para crear secciones de formaci¨®n profesional de primer grado en tres prisiones espa?olas: el centro de j¨®venes de Alcal¨¢ II (en Alcal¨¢ de Henares), C¨¢ceres II y Daroca (Zaragoza). En la actualidad sigue alg¨²n tipo de ense?anza reglada o no reglada alrededor de un 20% de la poblaci¨®n reclusa, que se sit¨²a en 23.000 personas, excluidos los 4.500 presos de las c¨¢rceles catalanas.De los 4.329 reclusos que realizan alg¨²n tipo de aprendizaje, la inmensa mayor¨ªa (2.766) sigue cursos de ense?anzas regladas en el nivel elemental -la cifra de analfabetos inscritos es de algo menos de 1.000-; en las ense?anzas medias la cifra es de 295 reclusos, y de ellos 49 siguen hasta ahora cursos de formaci¨®n profesional. Mientras que en ense?anzas universitarias -que se llevan a cabo gracias a convenios con la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia o con la Universidad vasca, en la que est¨¢n matriculados 111- reclusos hay 402 internos.

El convenio suscrito ayer ampl¨ªa una experiencia iniciada hace dos cursos para impartir clases o para instalar secciones de primer grado de formaci¨®n profesional, homologadas con las del exterior, en los centros penitenciarios de Oca?a I y Oca?a II y en el complejo penitenciario femenino de Madrid.

La intenci¨®n de este convenio -que posiblemente sufrir¨¢ nuevas ampliaciones en cursos posteriores-, seg¨²n ambos subsecretarios, es aportar al recluso unos conocimientos, ratificados adem¨¢s por un t¨ªtulo, gracias a los cuales la reinserci¨®n se convierta en una meta m¨¢s factible, independientemente de su utilidad para la reducci¨®n de pena.

Actividades culturales

Aunque los porcentajes de reclusos inscritos en cualquiera de los niveles aludidos es todav¨ªa muy bajo, Liborio Hierro recalc¨® que las cifras espa?olas no son demasiado distintas a las de los pa¨ªses de nuestro entorno. Hierro cit¨® tambi¨¦n algunos datos sobre el incremento sufrido en relaci¨®n con el a?o 1986 de las actividades docentes o culturales en general en los centros penitenciarios, caso de los cinef¨®rum, conferencias o representaciones teatrales. Frente a ello, la cifra de conciertos musicales descendi¨® hasta un 33% sobre la del a?o anterior.La experiencia de los dos cursos en los que se han impartido clases del primer grado de formaci¨®n profesional en tres prisiones espa?olas permite establecer una peque?a escala de preferencias entre los reclusos que sit¨²a a las especialidades de carpinter¨ªa, electr¨®nica e inform¨¢tica entre los hombres como las m¨¢s solicitadas, mientras que entre las mujeres los cursos de peluquer¨ªa y de belleza son los m¨¢s solicitados.