Un asunto de orgullo nacional

La coincidencia de la fase final de la negociaci¨®n con el acuerdo de eliminaci¨®n de euromisiles refuerza el argumento norteamericano del mayor valor de los F-16, que son portadores potenciales de proyectiles nucleares, para la defensa de Europa, y facilita la presi¨®n que los miembros de la OTAN est¨¢n ejerciendo sobre Madrid.Esta s¨²bita preocupaci¨®n por el caso Espa?a, que casualmente coincide con los problemas que enfrenta EE UU en sus relaciones militares con otros aliados, contrasta con la completa ausencia de una explicaci¨®n, en los ambientes de este pa¨ªs que cuentan, de los argumentos del Gobierno de Gonz¨¢lez para pedir la salida de los 72 F- 16 de Torrej¨®n. Los responsables de la pol¨ªtica exterior y de propaganda de Madrid han fracasado, si es que lo han intentado, en contrarrestar las posiciones norteamericanas con los argumentos espa?oles.

Esto explica que la cadena de televisi¨®n ABC afirmara el mi¨¦rcoles que Espa?a ser¨¢ el primer pa¨ªs aliado que "echa a los norteamericanos contra su voluntad". 0 que los periodistas pregunten al portavoz de la Casa Blanca si lo ocurrido significa que "nos tenemos que ir de Espa?a". Es evidente que los medios de comunicaci¨®n "huelen una buena batalla entre los dos pa¨ªses". Una fuente del Congreso explic¨® que el bloqueo negociador corre el peligro de convertirse en "una competici¨®n machista en la que se trata de ver cu¨¢l de las dos partes pesta?ea primero".

La argumentaci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez de que "discutimos c¨®mo se quedan y no c¨®mo se van" no encuentra eco alguno. En Washington tampoco tiene fuerza el razonamiento de que los 72 aviones son el precio que Washington tiene que pagar por el "pecado original" de su relaci¨®n anterior con Franco y por el esfuerzo pol¨ªtico realizado por el PSOE para continuar en la OTAN. "Al final hay que concluir que se trata de un asunto de orgullo nacional para Espa?a. Sabemos que las bases simbolizan en parte la era de Franco, pero en el mundo real, Franco est¨¢ muerto", dice un experto norteamericano en las negociaciones.

Diecis¨¦is meses de negociaciones no han impedido que en medios pol¨ªticos de Washington se siga pensando que la posici¨®n espa?ola se deriva ¨²nicamente de un problema de pol¨ªtica interna de Gonz¨¢lez.