A la sombra de Pina Bausch
En la sala Olimpia se ha presentado el jueves pasado un espect¨¢culo claramente de imagen, donde el movimiento, la escenograf¨ªa, la m¨²sica y la luz est¨¢n en perfecta armon¨ªa. Todo el conjunto responde a esa est¨¦tica que envuelve a los espect¨¢culos surgidos a la sombra de Pina Rausch.Schm?h cuenta la historia de dos personajes v¨ªctimas de ellos mismos y de una situaci¨®n sin salida. Con ingredientes de clasismo, interdependencia, aburrimiento y miedo.
Aunque no es usual, dado el estilo de movimiento utilizado -repetitivo, exagerado, incoherente a veces-, logran que el espectador no pierda el inter¨¦s por lo que se va perfilando en el escen ario.
Cortes de movimiento
Schm?h
Coreograf¨ªa e interpretaci¨®n: Caterina Sagna y Tomeu Verges. M¨²sica: M. Nyman's, Grieg y Lanner. Luminotecnia: Enrico Bagnoli. Vestuario: Pauline Binoux. Efectos especiales: Abdul Alafrez. Sala Olimpia. Madrid, 12 de noviembre.
Utilizan secuencias r¨ªtmicas y cortes de movimiento tanto como acciones mec¨¢nicas o cambios bruscos de formas est¨¢ticas, para darnos en conjunto la imagen de personajes enredados en s mismos, dependientes uno del otro y oscilando siempre entre el distanciamiento y la atracci¨®n, entre el mundo exterior y su relaci¨®n ¨ªntima.Destaca por su belleza el momento en que se funden en un abrazo interminable, logrando una imagen sensual y sugestiva a base de un movimiento redondo y continuo en el tiempo y el espacio. En s¨ªntesis, es un drama bien desarrollado por Caterina Sagna y Tomeu Verges y en el que subyace un tratamiento ir¨®nico y humor¨ªstico del tema. Schm?h no hunde en la miseria al espectador pese al argumento, ni le aburre pese a la forma del movimiento.
Los creadores-bailarines demuestran su gran forma f¨ªsica y dan muy bien la est¨¦tica del papel. Sin llegar a producir estados an¨ªmicos l¨ªmites, como ser¨ªa de esperar, y marcando la distancia entre personaje e int¨¦rprete.
Como en estos montajes fronterizos hay profusi¨®n de objetos y recursos efectistas -bolitas que saltan al espectador, cintas interminables que enredan, pastelitos que manchan el escenario, etc¨¦tera- que cautivan al p¨²blico y dejan poco clara la necesidad de su utilizaci¨®n. El p¨²blico, aunque escaso, respondi¨® y aplaudi¨® con gusto.
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