Wall Street perdi¨® finalmente la paciencia ante la incapacidad de la Administraci¨®n Reagan

Despu¨¦s de aguantar el tipo durante varias sesiones, ayer se cerr¨® Wall Street con una ca¨ªda del ¨ªndice Dow Jones de 43,77 puntos, coloc¨¢ndose en 1.895,39 puntos despu¨¦s de negociarse 157,14 millones de acciones. Por otro lado, la cotizaci¨®n del d¨®lar continu¨¦ desliz¨¢ndose a la baja como consecuencia directa tambi¨¦n del excepticismo reinante respecto a la capacidad de que las dos partes implicadas, Gobierno y Congreso, lleguen a un acuerdo para recortar el d¨¦ficit.Pero a pesar del ambiente pesimista, los operadores se mostraban reacios a manifestar una postura agresiva contra el d¨®lar y prefieren mantenerse a la espera de nuevas noticias en relaci¨®n a las negociaciones, que podr¨ªan alargarse otros diez d¨ªas, a partir de la fecha l¨ªmite del 20 de noviembre, seg¨²n permite la legislaci¨®n, antes de que comiencen los recortes autom¨¢ticos.

No obstante, seg¨²n informa Shearson Lehman, los senadores Phil Gramm, Warren Rudaman y Ernest Hollings, art¨ªfices de la ley que lleva el nombre de los dos primeros, mostraron su total oposici¨®n al retraso de la fecha l¨ªmite del 20 de noviembre.

Por su parte, el d¨®lar fluctu¨® en una banda muy estrecha, trepando hacia sus niveles m¨¢s altos del d¨ªa tras las declaraciones de Reagan, ratificando sus intenciones de sacar adelante el acuerdo. Las noticias contradictorias al respecto, han venido sucedi¨¦ndose durante toda la semana y los mercados financieros han demostrado una sorprendente paciencia ante la incapacidad de la administraci¨®n norteamericana para solucionar sus problemas.

En Tokio, la fuerte alza del yen hizo caer de forma moderada a la bolsa, que cerr¨® finalmente a la baja, a pesar de que durante el d¨ªa sum¨¦ considerables ganancias. El ¨ªndice selectivo Nikkei cedi¨® 65,69 yenes, para situarse al finalizar la sesi¨®n en 22.668,80. En Frankfort, la t¨®nica general de la jornada continu¨® manteni¨¦ndose tambi¨¦n a la baja. La jornada burs¨¢til londinense sufri¨® tambi¨¦n los efectos de la incertidumbre y buscando mayores ¨ªndices de seguridad, empuj¨® al oro a ganancias de casi dos d¨®lares por onza.