Ozal asegura que Turqu¨ªa ser¨¢ un nuevo Jap¨®n si no entra en la CE

El primer ministro, Turgut Ozal, convencido de que las encuestas no se equivocan cuando le dan como seguro ganador en las elecciones del pr¨®ximo domingo, asegur¨® ayer que la m¨¢xima prioridad en su segundo mandato ser¨¢ la integraci¨®n plena de su pa¨ªs en la Comunidad Europea y que, de no producirse ¨¦sta, Turqu¨ªa puede llegar a convertirse en un competidor tan importante como Jap¨®n.

Un Ozal sonriente y relajado se reuni¨® ayer en su residencia oficial de Cankaya, en las afueras de Ankara, con la prensa extranjera, ante la que se mostr¨® optimisita sobre el ingreso turco en el club de los 12 que, asegur¨®, "se producir¨ªa antes de lo que mucha gente piensa". Turqu¨ªa, asegur¨®, "tiene m¨¢s de 55 millones de habitantes y, para cuando se produzca la integraci¨®n, puede ser el pa¨ªs m¨¢s poblado de la CE". "No se puede cerrar el paso a su r¨¢pido desarrollo", a la importancia de su "posici¨®n estrat¨¦gica", a las verlajas derivadas de sus "buenas relaciones con los pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo", a su envidiable papel de "puente cultural y geegr¨¢fico" entre Europa y Asia.Para conseguir su objetivo, el primer ministro, l¨ªder del conservador Partido de la Madre Patria, est¨¢ dispuesto a dar los pasos que sean necesarios. No en vano es un pragm¨¢tico nato en el que cuesta a veces reconocer una ideolog¨ªa clara, aunque si ¨¦sta existe es la del liberalismo econ¨®mico.

Consciente de que la oposici¨®n de Grecia puede cerrar el paso a la CE, Ozal se mostr¨® dispuesto a tender una rama de olivo a Atenas y a reunirse en cualquier momento con su jefe de Gobierno, el socialista Andreas Papandreu. Tambi¨¦n intentar¨¢ que se relaje la tensi¨®n causada por el problema chipriota, incluso con la retirada de las tropas turcas de la isla, "siempre que se llegue a un acuerdo que incluya garant¨ªas razonables para los turco-chipriotas".

Ozal sostuvo que Turqu¨ªa es un pa¨ªs totalmente democr¨¢tico y justific¨® la prohibici¨®n de los partidos isl¨¢micos y comunistas en que las experiencias del pasado despertaron en muchos turcos el miedo a estas formaciones. La detenci¨®n de dos l¨ªderes comunistas cuando regresaron del exilio, el pasado d¨ªa 16, para forzar su legalizaci¨®n, no se ha convertido en tema clave de la campa?a electoral, centrada en las cuestiones econ¨ªmicas.

El primer ministro ha asegurado en varias ocasiones que no est¨¢ en contra de la existencia en el futuro de un partido comunista, pero que, para ello, habr¨¢n de pasar al menos cinco a?os.