Estupefacci¨®n en Israel por la intrepidez del guerrillero solitario
Los israel¨ªes est¨¢n acongojados, estupefactos, no pueden creer lo que oyen: un solo palestino ha logrado penetrar en un campo militar, ha matado a seis soldados, entre ellos un oricial, y ha herido a otros siete. S¨®lo la dura realidad de la presencia y el olor de la muerte puede hacer cre¨ªble la historia.
Para el jefe del alto estado mayor del Ej¨¦rcito israel¨ª, general Dan Shorriron, el golpe no ha sido menor. Sobre todo porque las dos alas delta motorizadas hab¨ªan sido avistadas sobre la zona sur del L¨ªbano y todas las bases militares del norte de Israel fueron puestos en estado de m¨¢xima alerta. "Ha comenzado una investigaci¨®n para determinar c¨®mo el terrorista pudo entrar en el campamento sin que los guardias lo advirtieran ni le impidieran continuar", dijo ayer el ministro de Defensa, Isaac Rab¨ªn.De poco ha servido que, tras el sangriento ataquil que finaliz¨®, seg¨²n fuentes militares, con la muerte del guerrillero por los disparos de un soldado herido, se trasladaran a la zona importantes unidades del Tsahal (?j¨¦rcito israel¨ª) reforzadas con helic¨®pteros."La organizaci¨®n de Ahmed Jibril es responsable de este ataque y pagar¨¢ por ello en el momento ¨®portuno", dijo a los periodistas Ehud Barak, subjefe del Alto estado mayor del Ej¨¦rcito, qui¨¦n asegur¨® que los hombres de Jibril no podr¨ªan haber realizado la operaci¨®n sin la ayuda de Siria.
Cuando a¨²n retumbaban en los o¨ªdos de los soldados las balas de la metralleta Kalashnikov del guerrillero solitario otro palestino ca¨ªa abatido de su ala delta, descubierto en la zona de seguridad del sur de L¨ªbano que guardan las unidades del Tsahal.
En la confusi¨®n que reinaba ayer en Tel Aviv se trataba de justificar la filtraci¨®n por el co lor verdoso del uniforme que portaban los intr¨¦pidos voladores, que asemeja al israel¨ª y que, amparado en la oscuridad de lanoche, pudo haber confundido a los guardianes del campamento de Kiriat, Shmona.Un "¨¦xito militar y pol¨ªtico"
En medio del dolor -uno de los siete heridos se encuentra en estado cr¨ªtico, con la cabeza llena de metralla, y otro es una mujer-, los militares israel¨ªes no dejan (le murmurar entre ellos que la operaci¨®n de Jibril ha sido un "¨¦xito militar y pol¨ªtico. Un ¨¦xito sin precedentes en Israel".
Ya en marzo de 1981, dos palestinos lograron con sus planeadores infiltrarse en el territorio israel¨ª. Pretend¨ªan colocar explosivos en la bah¨ªa de Haifa. Aterrizaron, pero fueron descubiertos y se entregaron al Ej¨¦rcito eriemigo.
Los aires del shofar -cuerno de carnero que tocan los israel¨ªes eri ocasiones solemnes- ten¨ªan ayer en sus notas un son de venganza. "Es una cuesti¨®n de d¨ªas, tal vez de horas", dijo un agregado militar occidental. Las represalias se esperan masivas.
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