Los intocables de la Malvarosa
Vecinos y comerciantes han formado patrullas en este barrio de Valencia ante la escalada de delincuencia
"Cuervo loco, estamos despegando". "En mis dominios no se ven indios". 'Las mujeres est¨¢n en la base. Atenci¨®n, sospechosos por la zona de La Cadena". "Si os pregunta la polic¨ªa, decid que estamos haciendo un zorro". "Todo esto lo ha tra¨ªdo la droga". Esto es, por una parte, la escalada de delincuencia y, por otra, las cuadrillas de vecinos y comerciantes que patrullan la zona cada noche desde hace dos semanas
Uno de los patrulleros se deja fotografiar con su pistola de aire comprimido. Otro muestra un rev¨®lver del calibre 38. Un tercero declina comentar qu¨¦ tipo de arma lleva, pero asegura: "Est¨¢ claro que no voy descalzo". Lo m¨¢s habitual, sin embargo, son palos y navajas. "Todos tenemos licencia", bromea uno de ellos al ser preguntado.Vecinos y comerciantes de la Malva-rosa, barrio valenciano de unos 40.000 habitantes, han decidido buscar una alternativa a "la ineficacia de la polic¨ªa". Las fuerzas del orden, por su parte, han llevado a cabo varias redadas masivas desde que existen las patrullas. "No todos los delincuentes son gitaner¨ªa, tambi¨¦n hay mucha payer¨ªa", asegura uno de los comerciantes. "Aqu¨ª hay que hacer como en Andaluc¨ªa y quemar sus casas cada vez que hagan un atraco", comenta un vecino.
Cada madrugada unos 10 veh¨ªculos, interconectados por emisoras de radioaficionados, recorren las calles de este barrio pr¨®ximo al puerto de Valencia. "Si la polic¨ªa os pregunta algo, decid que estamos haciendo un zorro de radioaficionados".
Las mujeres permanecen en la casa manejando tambi¨¦n las emisoras. "Cada uno de nosotros ha sido atracado en varias ocasiones. La otra noche, a dos j¨®venes les robaron todo el dinero y la ropa, los dejaron desnudos en un descampado", se justifica un patrullero. "A mi hermana y a su suegra unos gitanos les rociaron la ropa con gasolina y si no es por la polic¨ªa les prenden fuego", explic¨® el pasado martes una vecina en el transcurso de una reuni¨®n vecinal. "A una anciana de 70 a?os la han intentado violar esta semana", comenta un vecino.
"Salgo porque me nace"
"?Atenci¨®n!, hemos decubierto un coche con antenas de radioaficionado que no es de los nuestros. Ese que va de orejotas". Son las dos de la madrugada del pasado jueves. R¨¢pidamente, incluso con sirenas en el techo de los veh¨ªculos, varios coches rodean al sospechoso. ?Por qu¨¦ llevas antena? ?Qu¨¦ pasa, ven¨ªs a por droga con antenas para que no os cacemos? ?Cu¨¢l es tu indicativo?". El joven que ocupa el autom¨®vil asegura que no entiende una palabra. "Yo, si es cosa de robos, no s¨¦ nada. No me meto en l¨ªos. Tengo trabajo y un d¨ªa el negocio ser¨¢ m¨ªo", se explica el individuo sospechoso. Al final se le deja ir. "S¨®lo viene a comprar droga", dice alguien.La gasolina corre por cuenta de los patrulleros. Un programa de ordenador indica qui¨¦n sale cada d¨ªa, pero casi todos acuden por libre. "Yo salgo porque me nace". Radioaficionados de otros barrios, e incluso del puerto de Sagunto, a 25 kil¨®metros, colaboran. Al d¨ªa siguiente, sin haber dormido, vuelven a abrir los comercios. "Los gitanos han amenazado con que quemar¨¢n nuestras tiendas cuando nos cansemos de patrullar. Nos tienen fichados y uno ha llegado a decir que alguien aparecer¨¢ muerto".Un vecino pide la palabra en la asamblea del martes. Intenta calmar las intervenciones m¨¢s racistas. "En Nueva York son los chicanos. En Inglaterra, los negros. En la Malva-rosa la he mos tomado con los gitanos" dice. Los abucheos e insultos del p¨²blico le impiden seguir hablando.
Abandono
El concejal de seguridad ciudadana, Jos¨¦ Cabrera, presente en la citada asamblea, se escuda en que el Ayuntamiento no tiene competencias sobre la Polic¨ªa Nacional y la justicia. La asociaci¨®n de vecinos, en su bolet¨ªn, indica: "Esta sociedad siembra el abandono, la incultura y la marginaci¨®n, y luego se resiste a recoger sus frutos""Desde que patrullamos no ha habido m¨¢s que un atraco frustrado por la noche. Antes cada d¨ªa ten¨ªamos la tira". "?se patrulla todas las noches; le robaron un mill¨®n en su tienda de deportes, su padre se quer¨ªa pegar un tiro". Las redadas policiales de los ¨²ltimos d¨ªas, con m¨¢s de 300 detenidos, seg¨²n los vecinos, las patrullas han convertido la Malva-rosa en un lugar desierto durante la madrugada.
Algunas calles del barrio ofrecen un panorama desolador. Autom¨®viles destrozados, probablemente robados hace meses, aparecen aparcados en bater¨ªa en una de las calles m¨¢s conflictivas. Uno de los patrulleros recoge una jeringuilla del suelo y aparta otras con el pie.
Ni los presuntos delincuentes ni la polic¨ªa les han creado problemas graves. Por el momento son intocables.
Coches de la Polic¨ªa Nacional y de la local siguen con discreci¨®n los movimientos de los patrulleros, sin llegar a intervenir. "Eso es estos d¨ªas, dentro de poco se marchar¨¢n y s¨®lo quedaremos nosotros, porque no nos vamos a cansar", sentencia F¨¦lix, el jefe del grupo que patrull¨® el jueves. "Ahora roban en el Cabanyal, el barrio de al lado", dice alguien.
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