El CAl mantiene sus aspiraciones
Un suspiro largo y profundo fue el ep¨ªlogo a hora y media de respiraci¨®n convulsa, el tiempo que invirti¨® el Zaragoza en derrotar a Estudiantes. Las pulsaciones eran muchas por minuto y s¨®lo en el descanso hubo una liger¨ªsima relajaci¨®n, en el momento que la megafon¨ªa ilustr¨® a los espectadores con el fiasco cometido por el Cajabilbao ante el Oximesa. Al incontenido delirio final, -porque se aprecia tangible la inclusi¨®n en la A-1- sigui¨® el anuncio de una marcha roja, el s¨¢bado pr¨®ximo, a La Casilla bilba¨ªna, en partido definitivo.Estudiantes emple¨® cuatro minutos y siete lanzamientos para anotar la primera canasta, de John Pinone, y Dave Russell marc¨® la inicial de la suyas consumido el cuarto de hora, 43-21. Todo lo que precis¨® el equipo aragon¨¦s para ganar el encuentro lo hizo antes del descanso. El comienzo, un fulgor: antes d,el acierto de Pinone, 13-0.
Entre tanto, el entrenador madrile?o relev¨® a Ant¨²nez por Rom¨¢n, a Rodr¨ªguez por Hernangomez y a Montes por Garc¨ªa Coll en 12 minutos, adem¨¢s de satisfacer el segundo tiempo muerto; ni trueques, ni detenciones pudieron con ese Zaragoza en estado de gracia, que alcanz¨® un marcador impresionante, 4219.
Aquello era previsible que variara de contenido, tarde o temprano. Estudiantes no abandon¨® la porria y se jurament¨® para salir de aquella cavidad oscura y profunda en la que hab¨ªa entrado. Garrido encuentr¨® la p¨®cima casi ideal prescindiendo de Pinone y con Montes, Ant¨²nez, Rodr¨ªguez y Coll empujando a Rusell; ¨¦stos alcanzaron el 57-52 que era amenaza a considerar. Superado el momento de flaqueza, los puntos de Jos¨¦ Ortiz y los de Ra¨²l Capablo volvieron a aumentar la ventaja local.
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