Las actas de la comision de seguridad revelan una gran descoordinaci¨®n en el incendio de Almacenes Arias

El incendio y derrumbamiento de los edificios de Almacenes Arias, en la calle de la Montera de Madrid, los pasados 4 y 5 de septiembre, en el que murieron 10 bomberos, pusieron de manifiesto una descordinaci¨®n absoluta entre los servicios municipales y una grave carencia de medios. Desconocimiento de la distribuci¨®n y servicios de los edificios; reducida plantilla de guardia; llaves de gas que no funcionan; utilizaci¨®n de bocas de riego retiradas y descontrol del personal son algunos de los hechos recogidos en las actas de la comisi¨®n municipal de seguridad que ha investigado el tema cerca de dos meses.

PEDRO MONTOLI? Los hechos puestos de manifiesto en las sesiones de la comisi¨®n podr¨ªan considerarse, al menos, pintorescos, si no hubieran sido contados en la investigaci¨®n de un siniestro en el que murieron diez personas. Las conclusiones derivadas de la investigaci¨®n realizada ser¨¢n debatidas en una sesi¨®n plenaria del Ayuntamiento el pr¨®ximo d¨ªa 18.Manuel Lobo, jefe de la Policia Municipal en su comparecencia del 1 de octubre explic¨® que sobre las 19.40 horas del d¨ªa 4 de septiembre la pareja de Polic¨ªa Municipal de barrio que se encontraba en ese momento en 1 a plaza del Carmen vio humo en la finca del n¨²mero 29 de la calle Montera y aviso por tel¨¦fono al gabinete radiotelef¨®nico de Jefatura y a su unidad. Lobo manifest¨® que el gabinete radiotelef¨®nico, cumpliendo la instrucci¨®n que existe, llam¨® a Bomberos, donde dicen que "ya tienen conocida la noticia, y que parece ser que ya van para all¨¢ o estaban all¨ª". Efectivamente, los bomberos hab¨ªan sido avisados gracias a una llamada que se produjo a las 19.40, a la misma hora que la Polic¨ªa Municipal informaba a sus jefes.

El gabinete radiotelef¨®nico de la Polic¨ªa Municipal llam¨® tambi¨¦n al servicio de Gas Madrid, a las ambulancias municipales, a la Unidad de Gr¨²as, a la compa?¨ªa el¨¦ctrica y a Protecci¨®n Civil.

Lobo, -que declar¨® no haber estado presente durante el incendio, derrumbamiento y trabajos de rescate en la calle Montera, porque seg¨²n dijo desde su despacho del cuartel de conde Duque le llegaba "m¨¢s directamente la informaci¨®n interesante"-, dijo tambi¨¦n que a las 23.30 horas se cort¨® el gas.

Olor a gas

El corte de gas no se produjo, sin embargo, porque hacia la una de la madrugada hubo que interrumpir los trabajos durante una hora, a ra¨ªz de que los bomberos percibieran olor a gas por la plaza del Carmen, seg¨²n inform¨® a la comisi¨®n el ex jefe del departamento de Extinci¨®n de Incendios, Jos¨¦ Pascual, que se?al¨® que "nada hac¨ªa suponer que hubiera instalaci¨®n de gas en el interior".

Los servicios de urgencia de Gas Madrid revisaron las instalaciones y buscaron la toma, que estaba completamente cubierta por parte del escombro ca¨ªdo de la fachada del n¨²mero 29. Retirado ¨¦ste, se descubri¨® que la llave que ten¨ªan los t¨¦cnicos no encajaba en esta boca; el resultado fue que hubo que hacer una perforaci¨®n, una cala y cortar la tuber¨ªa e interrumpir durante la operaci¨®n los trabajos de extinci¨®n del fuego del n¨²mero 31 que se propagaba a gran velocidad.

Si el gas produjo problemas, el abastecimiento de agua tambi¨¦n fue dificultoso. Pascua? inform¨® que durante los trabajos se hab¨ªa utilizado un hidrante (toma de agua) de la calle Hortaleza, lo que obig¨® a cortar la circulaci¨®n de la Gran V¨ªa cerca de una hora hasta que se encontr¨® otro m¨¢s cercano.

Francisco Garc¨ªa Herguedas, oficial adscrito al departamento de Protecci¨®n Civil que trabaj¨® desde la calle Montera a partir de las nueve de la noche del d¨ªa 4, cont¨® a la con?s¨ª¨®n que pidi¨® m¨¢s tanques de agua y equipos aut¨®nomos porque se estaban quedando sin abastecimiento. "Entonces", seg¨²n Garc¨ªa Herguedas, "el oficial Eugenio Amores me dice que sale de la Comunidad de Madrid un tanque con 25.000 litros de agua y 50 equipos aut¨®nomos, cosa que le comunico a Jose Pascual, quien me dice que no hace falta, que d¨¦ la contraorden de que se vuelva".

Tras el derrumbe, este oficial declara que se pidieron relevos y el jefe de guardia le dijo que en Madrid s¨®lo quedaban dos dota ciones de veh¨ªculos y no se pod¨ªa mandar gente. Seg¨²n informaron algunos miembros de la comisi¨®n durante las sesiones, en Madrid en el momento del incendio s¨®lo hab¨ªa unos 70 hombres para salidas de emergencia.

Pascual explic¨® que la raz¨®n por la que no consideraba necesaria la presencia del tanque nodriza era, "no s¨®lo el que ya tuviera una alimentaci¨®n de agua suficiente incluso en exceso, sino porque los veh¨ªculos de la Comunidad de Madrid tienen unos acoples de salida de agua distintos a los del Ayuntamiento de Madrid ( ... ) y si no es posible la conexi¨®n no se puede transferir agua de un veh¨ªculo a otro". Para utilizarlo fue necesario que la Comunidad mandara un segundo veh¨ªculo.

Cuando se produjo el derrumbamiento y se supo que hab¨ªan quedado enterrados diez bomberos, comenzaron los trabajos de rescate. Antonio S¨¢nchez R¨®denas, jefe de la secci¨®n de Extinci¨®n, afirm¨® en la comisi¨®n que los trabajos de rescate estuvieron perfectamente sincronizados aunque reconoci¨® que hab¨ªa mucha gente voluntaria "con una gran carga emocional y, por supuesto, no era el momento de estar ah¨ª ech¨¢ndoles y quit¨¢ndoles".

Luis Deglan¨¦, oficial del servicio de extinci¨®n de incendios, afirm¨® que el primer d¨ªa de rescate "tal vez eran demasiados para proceder con un orden". "Lo que pasa es que muchos se presentaron all¨ª sin saberlo nosotros, incluso se met¨ªan dentro y no ten¨ªamos ni idea de la cantidad real de gente que hab¨ªa all¨ª", se?al¨®.

El hecho de que dos bomberos tuvieran que permanecer en las terrazas durante los trabajos, provistos de un pito para avisar a sus compa?eros de cualquier desprendiento que se produjera fue tan s¨®lo uno de los muchos detalles de las condiciones en que se trabaj¨®.

Santiago Estrada, que coordin¨® algunos de los servicios municipales, declar¨® que a las 9 de la ma?ana del d¨ªa 5 pidi¨® a algunos contratistas municipales cintas transportadorasm despu¨¦s de que se rechazara la idea de traer las que se usan para echar la sal durante las nevadas, m¨¢s peque?as.

La primera cinta transportadora fue llevada desde un almac¨¦n situado en el t¨¦rmino municipal de Algete. La cinta tard¨® hora y media en llegar, ya que el cami¨®n que la ira¨ªa, seg¨²n Estrada, fue detenido por un guardia civil de tr¨¢fico que llam¨® a sus superiores antes de permitir que siguiera.

Solucionado este tema hubo que decidir d¨®nde se llevaban los cascotes que se iban sacando y se decidi¨® que se trasladaran a los solares que la Empresa Municipal de la Vivienda tiene en la carrera de San Francisco. Nuevamente volvieron a surgir problemas. No se encontr¨® la llave de entrada y hubo que tirar la puerta abajo con un cami¨®n.

Tampoco la primera voladura que se hizo del torre¨®n que amenazaba caerse sobre los que trabajaban abajo sali¨® como estaba previsto y hubo que repetirla, lo que supuso un nuevo retraso de cinco horas.