El Estudiantes gan¨® al Villeurbanne un partido repleto de despropositos
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LUIS G?MEZ Tal y como jugaron ayer el Estudiantes y el Villeurbanne, pudo haber pasado cualquier cosa. Pero en el c¨²mulo de insensateces fue m¨¢s perseverante el equipo franc¨¦s y ello termin¨® por decidir el resultado, no sin emoci¨®n. A un parcial estudiantil de 24-5 en la primera parte respondieron los franceses con un 25-9 en la reanudaci¨®n. Justo cuando el Estudiantes consigui¨® los 20 tantos de diferencia (64-44), comenz¨® una r¨¢pida remontada francesa que dej¨® las cosas en 75-71 a falta de dos minutos. Lo cierto es que era dificil, muy dificil, precisar el ritmo del partido. Era un partido que empez¨® y termin¨® sin control.
Entre el Estudiantes y el Villeurbanne se vieron cosas que nunca deben verse, pecados mortales del baloncesto, como algunos pases que da Ant¨²nez, con bote de por medio, o la forma de correr el contraataque del base Collet -corre a galope pero en zigzag, por lo que va muy deprisa, pero avanza muy poco-; se vieron, tambi¨¦n, variadas cantidades de jugadas irrisorias, de violaciones desoladoras de las reglas de juego, de ingenuidades que no cometen ya ni los juveniles -un jugador franc¨¦s se desentendi¨® del bal¨®n porque hab¨ªa o¨ªdo un pitido desde la grada- Los clubes franceses tienen, adem¨¢s, la rara cualidad de bordar el mal juego cuando no est¨¢n para esquisiteces. Hay que tener en cuenta que el Estudiantes hizo, seguramente, el peor partido de la temporada. Y gan¨®.
Y es que, en realidad, el encuentro estuvo suelto desde el principio porque ning¨²n equipo logr¨® marcar un ritmo o simplemente, hacer algunas cosas con orden. El Estudiantes, en la primera mitad, pas¨® por terribles apuros para lograr alguna posici¨®n de tiro, hecho que se agrav¨® en cuanto a Russell le pitaron tres personales en el ataque que le quitaron todas las ganas que ten¨ªa de saltar a la canasta. Pero, de pronto, y seguramente porque el t¨¦cnico franc¨¦s sent¨® a su mejor hombre, el alero Bell, la tragedia se convirti¨® en abundancia de canastas por el mero hecho de que Pinone y Russell encontraron varios pasillos por los que se lanzaban mensajes y pases.
Todo confluy¨® en una segunda parte para echarse las manos a la cabeza; per¨ªodo que, cuando parec¨ªa definitivamente resuelto con los 20 tantos a favor del Estudiantes, se volvi¨® a complicar. Estaba claro que el partido sali¨® descarriado. As¨ª que, a falta de dos minutos y con cuatro tantos de distancia, todo era posible. Pero, entonces, Russell y Pinone decidieron hacer un par de jugadas en serio y solventar la papeleta. C¨®mo ser¨ªa la cosa que los jugadores locales, a pesar del triunfo, se fueron con la cabeza gacha al vestuario.
El otro encuentro del grupo enfrentaba al PAOK de Sal¨®nica con el Estrella Roja de Belgrado. Venci¨® el equipo yugoslavo por 8893.
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