Homenaje al maestro Alonso

Este a?o se ha cumplido el centenario de tres autores l¨ªricos muy cualificados: el granadino Francisco Alonso, el sevillano Fernando D¨ªaz Giles y el valenciano Rafael Mart¨ªnez Valls. Y es curioso que los tres alcanzaron una especial popularidad, aparte sus diversas zarzuelas, con n¨²meros de connotaci¨®n patri¨®tica. Sin duda, el m¨¢s importante de los tres fue Paco Alonso, que tras estudiar en Granada con el maestro Vila y con Antonio Segura, el profesor de m¨²sica de Garc¨ªa Lorca, desarroll¨® gran actividad al frente de la banda de El Fargue y de la orquesta y coros de la Filarm¨®nica.Desde 1911, Alonso se instala en Madrid y en el 1919 estrena Las corsarias, revista a la que pertenece la c¨¦lebre Banderita. Sucesivamente se producen sus grandes triunfos.

Con algunos t¨ªtulos caracterizadamente madrile?os,-Rosa la pantalonera, Cayetana la rumbosa -, la Sociedad General de Autores ha rendido tributo a la memoria de este Chueca de nuestro tiempo, que derroch¨® gracia y elegancia populares en una larga serie de creaciones que pasar¨¢n a la historia como un cuasi folclor. Una vez m¨¢s, como sucedi¨® en el caso de Usandizaga y de Guridi, hay que lamentar el que se evoque a autores teatrales con conciertos de zarzuela. La orquesta sinf¨®nica y coros titulares del coliseo de la calle de Jovellanos y una serie de solistas, entre los que destacaron Antonio Blancas y Paloma P¨¦rez ??igo, por su calidad; Josefina Meneses, por adecuaci¨®n al g¨¦nero, junto a Santiago Geric¨®.

Todas las versiones estuvieron dirigidas un tanto sosamente por Miguel Roa. No deja de ser curioso que un m¨²sico que ama y conoce el g¨¦nero tan profundamente y que, adem¨¢s, posee gracia personal muy castiza, no llegue a transmitirla a sus interpretaciones, siempre cuidadas e incluso demasiado rigurosas. Lo cierto es que hasta que no apareci¨® Nati Mistral en escena con los chotis de La Colasa y de La Manuela no llegaron a soplar los verdaderos vientos alonsinos.