Navidad en Etiop¨ªa

El desastre alimenticio, la hambruna, han aparecido una vez m¨¢s en Etiop¨ªa, mostr¨¢ndose ante una opini¨®n mundial, que se dice que empieza a estar cansada de tanta reiteraci¨®n; una opini¨®n p¨²blica que ya no reacciona ante casi nada, absorta como est¨¢ en las crisis burs¨¢tiles o en la evoluci¨®n del d¨®lar. Hoy, seis millones de et¨ªopes tienen sobre s¨ª la amenaza de una hecatombe.Las almas p¨ªas sostienen que la ra¨ªz del problema es de ¨ªndole pol¨ªtica. Sin embargo, la nueva cat¨¢strofe que se cierne sobre Etiop¨ªa es de car¨¢cter fundamentalmente clim¨¢tico. Aunque el d¨¦ficit de alimentos es ya cr¨®nico en Etiop¨ªa -alrededor de 500.000 toneladas al a?o-, este a?o esta cifra se elevar¨¢ al doble por la escasez de reservas. Y todo esto tiene: su origen en la pobreza end¨¦mica que padece, con una renta perc¨¢pita de 110 d¨®lares al a?o, que le impide hacer frente a un rev¨¦s clim¨¢tico de tal magnitud.

Cuando se sabe que han de transcurrir seis meses antes de que las ayudas lleguen a su destino, por los enormes problemas log¨ªsticos que se plantean, especialmente las dificultades que ofrece el transporte en el interior del pa¨ªs, bien puede imaginarse que las ayudas, en la mayor¨ªa de los casos, llegar¨¢n tarde. Y es aqu¨ª donde interviene la pol¨ªtica o, con m¨¢s exactitud, la guerra, porque efectivamente es una guerra sin esperanza la que libran el Gobierno de Addis Abeba y los habitantes de Eritrea y Tigre.

, diciembre 1987