La atenuante de obcecaci¨®n redujo a seis a?os y medio la pena de "la parricida de Ondara"
La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a Mar¨ªa Ascensi¨®n Mart¨ªnez a seis a?os y seis meses de prisi¨®n mayor por un delito de parricidio. El tribunal ha apreciado la atenuante muy cualificada de obcecaci¨®n, pero ha rechazado las eximentes de leg¨ªtima defensa, trastorno mental y miedo insuperable, reclamadas por la defensa. Mar¨ªa Ascensi¨®n Mart¨ªnez, conocida como la parricida de Ondara, mat¨® a su esposo, Alejandro Herrero, en la madrugada del 27 de octubre de 1986.
La parricida dijo a este peri¨®dico, minutos despu¨¦s de conocer la sentencia, que no esperaba la absoluci¨®n. Sin embargo, a?adi¨®: "Con lo que he pasado, la pena ya la tengo pagada, pero a ver qui¨¦n se lo dice a ellos [con referencia a los jueces]". Mar¨ªa Ascensi¨®n comunic¨® la sentencia a sus cinco hijos (de 19, 17, 15, 14 y 6a?os, respectivamente), y dijo que a ¨¦stos "no les faltar¨¢ de nada, mientras est¨¦ en prisi¨®n, graucias a los vecinos".Mar¨ªa Ascensi¨®n Mart¨ªnez, de 37 a?os estuvo casada durante 19 a?os con Alejandro Herrero, de 38, quien, seg¨²n el tribunal, "se hab¨ªa convertido en una persona insoportable, insultante, de car¨¢cter irascible y provocador". Herrero s¨®lo entregaba en casa mil pesetas a la semana de las alrededor de 80.000 semanales que obten¨ªa de explotar a dos prostitutas. Asimismo, golpeaba y amenzaba frecuentemente a su esposa, a la que pidi¨® que mantuviera a los dos hijos de una de estas prostitutas.
La madrugada del 27 de octubre de 1987, Mar¨ªa Ascensi¨®n mat¨® con un cuchillo a su esposo, a quien propin¨® "un total de 11 heridas y otros cortes superficiales, que desembocaron en el fallecimiento del marido por hemorragia aguda", seg¨²n el tribunal.Indemnizaci¨®n
La sentencia se?ala: "Sobre las 3 horas lleg¨® Alejandro a su casa, excitado e irascible, iniciando una nueva discusi¨®n con su mu jer en el dormitorio". La discusi¨®n se produjo nuevamente por que Mar¨ªa Ascensi¨®n realizaba trabajos fuera de casa para obte
ner el dinero con el que mantener a los hijos. El esposo quem¨® 15.000 pesetas en presencia de la esposa y del hijo mayor, "dando a entender que ten¨ªa de sobra"."
Dos horas m¨¢s tarde, a las 5, se desvert¨® el marido al o¨ªr tocar las horas en el campanario, despertando tambi¨¦n a su mujer y dici¨¦ndole que le iba a dar cinco pu?aladas, volvi¨¦ndose luego a dormir, momento que aprovech¨® la procesada para levantarse y, fuertemente excitada por cuanto hab¨ªa o¨ªdo, a?adido a la situaci¨®n familiar, se puso el bat¨ªn, y se dirigi¨® a la cocina", explica la resoluci¨®n judicial.
En la cocina cogi¨® un cuchillo, y al volver al dormitorio encontr¨® al marido levantado, quien se apoder¨¦ de un garrote con el que trat¨® de alcanzarla, sin conseguirlo. La esposa le clav¨® entonces el cuchillo en el vientre, repetidamente.El tribunal considera los hechos como constitutivos de un delito de parricidio, y estima que concurre la atenuante muy cualificada de obcecaci¨®n, por lo que reduce la pena en dos grados y la fija en seis a?os y seis meses de prisi¨®n mayor. Asimismo, Mar¨ªa Ascensi¨®n Mart¨ªnez deber¨¢ indemnizar con 500.000 pesetas a cada uno de sus cinco hijos, y pagar las costas del proceso.
Tres eximentes rechazadas
El C¨®digo Penal prev¨¦ una pena de 20 a?os y un d¨ªa a 30 a?os para los autores de un delito de parricidio, que consiste en matar a alg¨²n ascendiente, descendiente o al c¨®nyuge. El fiscal solicit¨® ocho a?os de prisi¨®n mayor para Mar¨ªa Ascensi¨®n Mart¨ªnez, dos grados menos de lo previsto en el c¨®digo, en atenci¨®n a su estado de obcecaci¨®n en la noche del crimen.El defensor pidi¨® la absoluci¨®n al estimar que concurrieron las eximentes de leg¨ªtima defensa, transtorno mental y miedo insuperable. El tribunal ha estimado finalmente las tesis del ministerio p¨²blico, aunque ha rebajado en un a?o y medio su petici¨®n de condena.
Para los magistrados de la Secci¨®n Segunda de la Audiencia Provincial, no puede hablarse de leg¨ªtima defensa porque en este caso no existe una agresi¨®n ileg¨ªtima, tal como exige el Tribunal Supremo. La amenaza de muerte que profiri¨® Herrero a su esposa "entraba dentro de la rutina", seg¨²n la sentencia.
Tampoco hubo trastorno mental, en opini¨®n de los magistrados, ya que la obcecaci¨®n que padeci¨® Mar¨ªa Ascensi¨®n Mart¨ªnez no anul¨® totalmente sus facultades volitivas e intelectuales. De la misma manera, rechaza la eximente de miedo insuperable porque no se dio un "estado emocional que la privara de su raciocinio y de su libertad de autodeterminaci¨®n".
El abogado de la parricida, Juan Carlos P¨¦rez, dijo ayer que su intenci¨®n es recurrir la sentencia, pero que su patrocinada se niega a ello "porque quiere cumplir y acabar con esto de una vez". La parricida ya permaneci¨® en prisi¨®n provisional seis meses, y, seg¨²n su defensor, "estar¨¢ privada de libertad menos de tres a?os". Mar¨ªa Ascensi¨®n no entrar¨¢ en prisi¨®n hasta que se le notifique personalmente la sentencia, dentro de varios d¨ªas.
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