El estilo y la vida
Como el a?o pasado, y ojal¨¢ como muestra tambi¨¦n de una consolidaci¨®n cierta despu¨¦s de sus inevitables a?os de crisis, el premio Nadal ha vuelto a ofrecer una m¨¢s que aceptable calidad media en sus participantes, cosa tan de agradecer primero por parte de un jurado expectante y, una vez m¨¢s, a la b¨²squeda del libro sonado y, no digamos, por ese p¨²blico lector dispuesto a acudir una vez m¨¢s a la cita con un galard¨®n que forma ya parte inseparable de la moderna historia de la vida literaria espa?ola. El propio hecho de que el ganador de la pasada edici¨®n se llamara Manuel Vicent y las excelentes ventas de su Balada de Ca¨ªn hab¨ªan puesto ciertamente alto el doble list¨®n del reconocimiento de un jurado, que a veces debe resignarse con lo que hay, y de un p¨²blico puede que bastante menos dispuesto a ello.El buen aspecto general de las obras presentadas hace pensar que la salud del Nadal no habr¨¢ de resentirse. La ocasi¨®n -presentada bajo el pseud¨®nimo de J. W. Noriega- es una excelente novela capaz de seducira su lector desde las primeras p¨¢ginas, de sumirle en un clima s¨®rdido y opresivo, en una inmensidad geogr¨¢fica que es el curioso contrapunto a la compleja vida interior de un protagonista a la b¨²squeda de su propia remisi¨®n tras el fracaso. Bianco, el hombre que debe abandonar Europa para instalarse en la Argentina de mediados del XIX tras su desastre como mago y ocultista, a causa de lo que ¨¦l llama "la conspiraci¨®n positivista", resulta uno de esos seres que s¨®lo de vez en cuando aparecen por las novelas, capaces de cautivar y, sobre todo, de inquietar, a quien lee. Si a eso se a?ade un evidente dominio de la forma, una voluntad de estilo nunca defraudada y, sobre todo, una notable capacidad para dise?ar con cuatro rasgos no ya el paisaje fisico sino, lo que es m¨¢s importante, el paisaje moral que encuadra a unos personajes a quienes si hubiera que buscar raigambre bien pudiera ser ¨¦sta la onettiana, quedar¨¢ esbozado lo que este relato ofrece. Creo que no es poco.
El juego de la verdad, presentada bajo el pseud¨®nimo Ni verdad ni mentira, nos introduce en el escenario ya conocido de Corona, ese peculiar pa¨ªs hispanoamericano de ficci¨®n. Esta vez se trata de un proces¨® judicial, de las declaraciones y retractaciones de un testigo, de los l¨ªmites de lo cierto y de lo falso unidos a alguna que otra inconfesable tendencia del alma humana.
Escritoras
Quiz¨¢ su comienzo, excesivamente largo, demasiado empeftado su autor en sentar bien las bases del qui¨¦n es qui¨¦n de su historia, lastra m¨¢s de la cuenta un relato al que le hubiera venido bien una mayor agilidad narrativa, acorde, por otra parte, con sus rasgos de humor o sus referencias a la actualidad m¨¢s cercana. En cualquier caso, El juego de la verdad representa la insistencia de su autor por convertirse en eso ya desgraciadamente cada vez m¨¢s raro: un pol¨ªgrafo.
Un bosque para la Canna ha representado este a?o la sorpresa de un nombre desconocido, no escudado por pseud¨®nimo alguno, y que se planta en la cuarta votaci¨®n. El mayor m¨¦rito de Isabel Vaquerizo es, ni m¨¢s ni menos, haber sabido crear un peque?o mundo dom¨¦stico en el que su protagonista, una mujer ya en el fin de su vida recupera su pasado y lo contrasta inevitablemente con una realidad que se le escapa, dura y hostil para ella y para quienes, de bastante mala gana, conviven con ella. Novela sin otra pretensi¨®n que una honestidad de la mejor ley para con su propia trama y el lenguaje que la sustenta, Un bosque para la Canna -t¨ªtulo ciertamente poco afortunado- se lee con ese agrado que produce lo que consigue ser, sin pretensi¨®n alguna, aquello que se hab¨ªa propuesto.
Rebeli¨®n de viejas, de la tan conocida como estimada Teresa P¨¢mies, es tambi¨¦n una confrontaci¨®n con la vida interior Una vieja militante comunista recibe en Barcelona a una amiga de los a?os de exilio y pone as¨ª en marcha un mecanismo reflexivo implacable con ella misma y con su familia. Novela por razones obvias enternecedora, Rebeli¨®n de viejas es el testimonio de alguien que cree profundamente en un modo muy especial de relacionar vida y literatura, una lecci¨®n pr¨¢ctica de una forma de escritura que no goza hoy de demasiado cr¨¦dito pero que revela la respetabilidad extrema de su autora.
Babelia
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