El alcalde de Nueva York proh¨ªbe fumar en p¨²blico en la 'ciudad de los rascacielos'
El alcalde de Nueva York, el dem¨®crata Edward Koch firm¨® ayer una ley que proh¨ªbe fumar en p¨²blico en la ciudad de los rascacielos. La nueva ley, que entrar¨¢ en vigor dentro de tres meses, convierte el fumar en un delito que puede ser sancionado con multas de hasta 500 d¨®lares (55.000 pesetas) a quienes se les ocurra encender un cigarrillo en una calle, un cine, un restaurante o cualquier otro lugar p¨²blico.
La campa?a antitabaco norteamericana a¨ªsla cada vez m¨¢s a los fumadores y les condena al cigarrillo a solas. Koch ha querido que Nueva York, la ciudad m¨¢s poblada de Estados Unidos, se convierta en la pionera de la lucha contra el tabaco.La medida afectar¨¢ incluso a las empresas que cuenten con mas de 15 empleados. Su fin, seg¨²n el alcalde, es proteger los derechos de los no fumadores y limitar al m¨¢ximo el consumo de tabaco, lo que indirectamente puede revertir en un descenso en el n¨²mero de nuevos fumadores.
En este a?o de 1988, declarado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), A?o de la Lucha contra el Tabaco, Koch ha expresado su esperanza en que el ejemplo de Nueva York cunda en otras ciudades estadounidenses. De hecho, 40 de los 51 Estados norteamericanos cuentan ya con legislaciones prohibiendo fumar en lugares p¨²blicos. En 33 de ellos no se puede encender un cigarrillo en trenes, autobuses, tranv¨ªas o en el metro; en 17 se prohibe fumar en las oficinas y otros centros de trabajo. Existen asimismo, mas de 800 ordenanzas locales contra el tabaco, a las que ahora se viene a sumar la dr¨¢stica ley promulgada por el alcalde neoyorquino. Las restricciones difieren ampliamente. En Utah, por ejemplo, no se pueden anunciar cigarrillos, y en Maine se prohibe fumar en los puentes cubiertos.
Zonas reservadas
El pasado 7 de mayo, las autoridades sanitarias del Estado de Nueva York prohibieron fumar en la mayor¨ªa de las zonas de los edificios p¨²blicos, incluyendo las tiendas, los bancos, los colegios, los hospitales y las oficinas, as¨ª como en los t¨¢xis. Aquellos restaurantes para m¨¢s de 50 clientes, tienen que habilitar una zona para los no fumadores equivalente al 70% de su capacidad.Veintiseis congresistas, dem¨®cratas y republicanos, introdujeron el pasado 18 de febrero en el Congreso de Estados Unidos un proyecto de ley para prohibir la publicidad de cigarrillos en los peri¨®dicos, revistas y vallas, por entender que de esta forma se incita a los ni?os a fumar. La publicidad de tabaco en radio y televisi¨®n est¨¢ prohibida desde 1971.
La industria norteamricana del tabaco est¨¢ controlada por seis compa?¨ªas: Philip Morris (que comercializa las marcas Marlboro y Benson and Hedges), Reynolds (Winston, Salem y Camel), Brown and Williamson (Kool), Lorillard (Kent y Newport), American (Pall Mall y Lucky Strike) y Liggett (Gemerics). Las tres primeras empresas batieron el a?o pasado sus r¨¦cords de beneficios.
En 1986 se vendieron en Estados Unidos 582 millones de cigarrillos, que fueron consumidos por 53 millones de fumadores. No obstante, las ventas bajan ininterrumpidamente desde 1981 y la industria tabaquera norteamericana est¨¢ realizando un enorme esfuerzo de expansi¨®n allende sus fronteras para contrarrestar las legislaciones y normativas que se suceden ininterrumpidamente en Estados Unidos.
El a?o anterior, en enero de 1985, la Sociedad Norteamericana contra el C¨¢ncer lanz¨® una pol¨¦mica campa?a publicitaria contra el tabaco en la que utilizaban la imagen de un feto humano. El mensaje simulaba un feto que sosten¨ªa un cigarrillo en su mano derecha. El anuncio fue rechazado por las cadenas de televisi¨®n CBS y NBC por considerarle "demasiado gr¨¢fico". La ABC acept¨® emitirlo, "dada su importancia y poder de convicci¨®n".
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