El mercado evit¨® pronunciarse
Los mercados de valores espa?oles no consiguieron generar un ambiente optimista horas antes de la publicaci¨®n del d¨¦ficit comercial norteamericano. La precauci¨®n se convirti¨® en la variable fundamental del mercado de riesgo, lo que contrasta con los rumores que llegaban del punto de origen del conflicto. Esta inhibici¨®n ante un problema que parec¨ªa resuelto de antemano -disminuci¨®n de los super¨¢vit canadiense y japon¨¦s- indica la falta de orientaci¨®n del mercado, tanto a corto como a medio y largo plazo.La jornada sobrevivi¨® a una constante, la precauci¨®n, con el apoyo del sector bancario, el ¨²nico que consigue convencer a un buen n¨²mero de inversores, pues el resto de los grupos se limit¨® a cumplir el tr¨¢mite de su corro respectivo. Valores que tienen una bien ganada fama de volatilidad se conformaron con avances o bajas de tan s¨®lo un entero, o repitieron su cotizaci¨®n anterior, lo cual es una buena prueba del grado de desorientaci¨®n de unos inversores que no encuentran referencias fiables en el propio mercado.
El sector bancario fue el ¨²nico que logr¨® resolver la situaci¨®n con una discreta orientaci¨®n positiva, debida m¨¢s al peso de las posibilidades particulares que a las expectativas del mercado. Los ocho grandes duplicaron el volumen negociado en la sesi¨®n anterior, lo que les aleja aun m¨¢s del resto del mercado, cuyos corros ofrecieron como ¨²nica nota positiva cierta resistencia a la p¨¦rdida de posiciones. El avance del sector bancario propici¨® la subida del ¨ªndice general, lo que limita las p¨¦rdidas acumuladas en el total de la semana.
Las posiciones al cierre eran calificadas como limpias, lo que equivale a admitir que todo el mundo se hab¨ªa resignado ante las decisiones adoptadas. Ni el papel ni el dinero consegu¨ªan dar una idea del resultado final del preocupante d¨¦ficit comercial.
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