Chicle de nicotina y terapia de grupo
Una vez tornado: la decisi¨®n, cada fumador debe establecer su propia estrategia. La Unidad de Tratamiento del Tabaquismo del hospital Cl¨ªnico de Barcelona aconseja Ejar una fecha concreta para empezar, a ser posible con connotaciones positivas. La unidad aborda primero la dependencia psicol¨®gica mediante terapia de grupo.Para ello mantiene durante la pnmera fase la dependencia fisiol¨®gica suministrando un chicle de nicotina cuya misi¨®n es evitar el s¨ªndrome de abstinencia, que podr¨ªa disminuir la efectividad de la terapia. "Cuidado, no se trata de un chicle para dejar de flimar. Es un chicle para ayudar a dejar de fumar", precisa. Teresa Salvador. El chicle mantiene los niveles de nicotina en sangre y se prescinde de ¨¦l en cuanto supera la dependencia psicol¨®gica.
"En el caso del tabaco, ambas dependencias est¨¢n muy entrelazadas", explica Dolores Mar¨ªn. "El fumador se acostumbra a asociar sus diferentes estados de ¨¢nimo al acto fisico de fumar. La nicotina aumenta o disminuye la actividad cortical en funci¨®n de las expectativas del fumador. Tarda s¨®lo siete segundos en llegar al cerebro y tiene una vida media en sangre de 30 minutos, de ah¨ª la frecuencia con que encienden un nuevo cigarrillo los muy dependientes. Normalmente, a bajas dosis, la nicotina estimula, y a altas dosis, relaja".
Por eso, los fumadores dependientes necesitan fumar por la ma?ana, para estimularse, y al mediod¨ªa o por la tarde, para relajarse. En realidad est¨¢n en un c¨ªrculo vicioso en el que no se sabe si fuman porque est¨¢n nerviosos o est¨¢n nerviosos porque necesitan fumar.
El tratamiento se inicia con una fase de superaci¨®n de los factores irracionales. Para ello, en los d¨ªas previos a la fecha elegida, el fumador debe anotar en una ficha cada vez que enciende un cigarrillo, la hora y el lugar exacto, la actividad que realiza y el motivo por el que fuma.
Durante los primeros d¨ªas de abstinencia es importante, seg¨²n Teresa Salvador, introducir cambios en la dieta -tomar comidas ligeras para evitar digestiones pesadas y huir del alcohol, que puede bajar la guardia-, romper la rutina y conseguir mecanismos de relajaci¨®n y autocontrol. Las sesiones de terapia de grupo har¨¢n el resto. El deseo de fumar acostumbra a desaparecer antes de tres meses, pero el seguirniento por parte de la unidad se prolonga durante un a?o.
Algunos grandes fumadores afirman que nunca tendr¨¢n suficiente voluntad para dejarlo totalmente y que ya ser¨ªan felices si consiguieran bajar la dosis. Se enga?an: "Est¨¢ demostrado que s¨®lo las personas que fuman poco pueden controlar la cantidad", asegura Dolors Mar¨ªn. "El fumador dependiente, tarde o temprano se har¨¢ una concesi¨®n, creyendo que controla la situaci¨®n, pero las concesiones ser¨¢n cada vez m¨¢s frecuentes y acabar¨¢ fumando como antes o m¨¢s".
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