Responsabilidades en Israel-Palestina
La que sigue es una breve lista de las partes directamente responsables de los terribles odios y la violencia sin fin que se est¨¢n dando en la Palestina de hoy: el Imperio otomano, el austroh¨²ngaro y el de la Rusia zarista, antes de la guerra mundial de 1914; los Gobiernos democr¨¢ticos, el nazi y el sovi¨¦tico, en el per¨ªodo 1933-1950; Estados Unidos y los dominios brit¨¢nicos, de 1933 a 1945; los jud¨ªos sionistas-nacionalistas, desde 1918; los Gobiernos ¨¢rabes llamados moderados (de hecho, todos ellos dictaduras reales o militares); los terroristas de los a?os treinta, tanto ¨¢rabes como jud¨ªos (uno de ellos, el futuro ganador del Premio Nobel de la Paz Men¨¢jem Beguin); los terroristas reivindicando fidelidades diversas a lo largo de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas.Entre 1880 y 1914 emigraron varios millones de jud¨ªos de los imperios austriaco y ruso debido a las leyes que les restring¨ªan las posibilidades de trabajo y a las agresiones a nivel f¨ªsico, los famosos pogromos, que siempre eran tolerados y a veces instigados por los Gobiernos vigentes. Una abrumadora mayor¨ªa se dirigi¨® a Am¨¦rica, sobre todo a Estados Unidos, Canad¨¢ y Argentina. Algunos miles de ellos emigraron a Palestina, que en ese momento era provincia del Imperio otomano, motivados por una combinaci¨®n de su deseo de retornar a la Tierra Prometida y sus doctrinas socialistas ut¨®picas. Los campesinos, granjeros y artesanos del lugar viv¨ªan en un estado desasosegado de paz con los inmigrantes europeos. Las autoridades turcas los toleraban sobre la base del principio imperialista de divide y vencer¨¢s. Los turcos vend¨ªan protecci¨®n, y los propietarios ¨¢rabes estaban satisfechos de vender sus tierras a los colonos agr¨ªcolas jud¨ªos.
La guerra de 1914-1918 despert¨® las esperanzas de muchos movimientos de liberaci¨®n nacional. El Gobierno brit¨¢nico busc¨® el apoyo jud¨ªo a trav¨¦s de una combinaci¨®n de motivaciones pr¨¢cticas y humanitarias, prometiendo establecer una tierra propia (no un Estado) en la Palestina b¨ªblica. Al mismo tiempo lo hizo con los ¨¢rabes en contra del Imperio otomano, promet¨ªendo a los territorios ¨¢rabes bajo dominio turco un incierto tutelaje provisional, al que eventualmente seguir¨ªan laindependencia y el gobierno propio.
En 1920, y contin¨²a as¨ª, el pueblo palestino no ten¨ªa un verdadero portavoz que lo representara. Las familias ¨¢rabes dirigentes establecieron todo tipo de v¨ªnculos econ¨®micos, tanto con los brit¨¢nicos como con los sionistas, pero rechazaban inflexiblemente que se estableciera ninguna ¨¢rea, por limitada que fuera, en la que los jud¨ªos fueran aceptados por ellos. S¨®lo unos 100.000 jud¨ªos entraron en Palestina en esa d¨¦cada, mientras la poblaci¨®n musulmana aument¨® en unos 200.000. La soluci¨®n l¨®gica hubiera sido un Estado binacional que protegiera a todos los grupos religiosos y nacionales, tal como se hab¨ªa dado en Checoslovaquia,pero ni los gobernantes ¨¢rabes, ni los dirigentes sionistas, ni las autoridades del mandato brit¨¢nico quer¨ªan considerar una soluci¨®n como ¨¦sa. La masiva resistencia civil ¨¢rabe y el terrorismo espor¨¢dico que se daba en 1930 se?alaban claramente que no pod¨ªa establecerse la coexistencia pac¨ªfica de las dos comunidades nacionales, a menos que esos tres grupos pudieran tomar un firme compromiso sobre el que estuvieran mutuamente de acuerdo.
Entonces, Hitler lleg¨® al poder en Alemania, en enero de 1933. Hasta 1939 hubiera querido hacer emigrar al medio mill¨®n de jud¨ªos alemanes, con la condici¨®n de que dejaran todos sus bienes. El Reino Unido, Francia, Estados Unidos y losdominios brit¨¢nicos pod¨ªan haber absorbido, en conjunto y f¨¢cilmente, a 500.000 jud¨ªos. A partir de 1945 recibieron millones de otros inmigrantes empobrecidos, pero en los a?os treinta aceptaron algo menos de 100.000 refugiados. Por medio de uno u otro recurso ilegal, fueron m¨¢s de 200.000 los jud¨ªos alemanes que escaparon a la Palestina gobernada por los brit¨¢nicos entre 1933 y el estallido de la II Segunda Guerra Mundial de 1939.
La guerra de 1939-1945 fue testigo del recrudecimiento del antisemitismo en la URS S y del genocidio de cinco o seis millones de jud¨ªos en las zonas ocupadas por el Ej¨¦rcito alem¨¢n. A pesar de los ¨®ptimos esfuerzos de los nazis, llegaron a sobrevivir alrededor de un mill¨®n de jud¨ªos en la Europa continental, de los que quiz¨¢ unos 200.000 lograron llegar a Palestina, por supuesto en forma completamente ilegal. A comienzos de 1947 hab¨ªa un total de 600.000 a 700.000 jud¨ªos en Palestina, la mayor¨ªa de los cuales nunca hubiera abandonado Europa si no hubiera sido por las persecuciones que mencionamos.
En 1946-1947, los brit¨¢nicos se lavaron las manos frente a una situaci¨®n muy conflictiva que se dio en el territorio palestino bajo su mandato. En 1947, una comisi¨®n especial de las Naciones Unidas recomend¨® una forma de participaci¨®n triple: un Estado jud¨ªo, un Estado palestino y una Jerusal¨¦n bajo control internacional. Los jud¨ªos aceptaron (era mejor que nada) esas propuestas, similares a las de los a?os veinte, y los ¨¢rabes (no los palestinos, que no estaban representados) las rechazaron. Los jud¨ªos declararon un Estado independiente, tal como hubiera sido el Estado jud¨ªo en la propuesta de las Naciones Unidas, y los ¨¢rabes declararon que destruir¨ªan al nuevo Estado de Israel antes de que fuera consolidado.
En la guerra de 1948-1949 trataron de destruir Israel, pero fracasaron, e Israel se anexion¨® una parte considerable de territorio contiguo a las l¨ªneas de partici¨®n de la ONU. En octubre de 1956, Israel, Francia y el Reino Unido atacaron Egipto simult¨¢neamente. Los europeos, porque el presidente dictador Nasser hab¨ªa nacionalizado el canal de Suez, que era su ruta mercantil vital hacia el oc¨¦ano Indico. Los israel¨ªes, como medida preventiva contra un dirigente que constantemente se jactaba de que los destruir¨ªa. La presi¨®n combinada de Estados Unidos y de la Uni¨®n Sovi¨¦tica oblig¨® a los tres pa¨ªses a suspender su ataque, pero los israel¨ªes lograron destruir la mayor parte de los equipos militares egipcios al este del canal. En la primavera de 1967, Nasser anunci¨® que cortar¨ªa el acceso de Israel al mar Rojo ocupando el puerto de Sharm el Sheik en el angosto extremo sur del territorio israel¨ª. Israel contest¨® con una guerra preventiva, la llamada guerra de los seis d¨ªas (5 al 10 de junio de 1967), que llev¨® a la ocupaci¨®n de Cisjordania, de los Altos del Gol¨¢n y de la franja de Gaza.
Durante los meses y a?os que siguieron, Israel declar¨® repetidamente que devolver¨ªa los territorios ocupados a cambio del reconocimiento diplom¨¢tico y de una conferencia de paz cara a cara. En 1966, cuando devolvi¨® el desierto de Siria¨ª a Egipto como parte del tratado de paz con Anuar el Sadat, ratific¨® que manten¨ªa su oferta.
Los Gobiernos autoritarios ¨¢rabes todav¨ªa rechazan la aceptaci¨®n de la existencia de Israel. A pesar de su riqueza petrolera y de sus inmensos territorios, tampoco ellos hacen nada por los refugiados palestinos, quiz¨¢ porque siguen el ejemplo de la Europa del per¨ªodo nazi. Puedo pensar en varias zonas conflictivas -Afganist¨¢n, Am¨¦rica Central, Chile, Sr? Lanka, Hait¨ª, la guerra Ir¨¢n-Irak, ?frica meridional- en las cuales el sufrimiento y la muerte son mucho mayores que en la Palestina actual. Pero no puedo pensar en ninguna donde se haya dado tal sucesi¨®n de crueldades conscientes y de hipocres¨ªas, tanto por parte de los turcos como de los brit¨¢nicos, de los sionistas fan¨¢ticos cuando pretend¨ªan estar colonizando una tierra vac¨ªa, de las democracias occidentales, de los fascismos occidentales, de las democracias populares del Este, de los jeques ¨¢rabes y de los dictadores ¨¢rabes.
Puede ser que el lector piense que deliro, pero le aseguro que creo firmemente que alg¨²n d¨ªa habr¨¢ un Estado israel¨ª y un Estado palestino coexistiendo en una cuidada neutralidad, si no en amistad.
Traducci¨®n: Rosa Premat.
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