Dos periodistas franceses documentan la existencia de un c¨¢rtel europeo para el suministro de armas a Ir¨¢n e Irak
Catorce empresas, pertenecientes a 12 pa¨ªses europeos, muchas de ellas propiedad del Estado, participan en un c¨¢rtel de la p¨®lvora y de los explosivos, que suministra ilegalmente armamento a los contendientes en el conflicto entre Ir¨¢n e Irak, seg¨²n revelan los periodistas Walter de Bock y Jean-Charles Deniaix en un libro que acaba de agradecer en Francia, titulado Des armes pour Iran (Armas para Ir¨¢n). El c¨¢rtel se cubre bajo las apariencias de una asociaci¨®n empresarial europea, la European Association for the Study of Safety Problems, con sede en Par¨ªs, y cuenta, como m¨ªnimo desde 1984, con un importante socio espa?ol, la empresa Uni¨®n Explosivos R¨ªo Tinto (UERT), seg¨²n esta versi¨®n.
Las dos empresas centrales en este sindicato ilegal son la Bofors Nobelkrut sueca y la Soci¨¦t¨¦ Nationale de Poudres et Explosifs (SNIE) francesa. La primera empresa ha sido objeto de una larga -investigaci¨®n aduanera en su pa¨ªs que ha terminado con el procesamiento de dos de las nueve personas en un principio encartadas, el director comercial de la empresa, Mats Lundberg, y el intermediario sueco Karl Eric Schmitz. Ambos se enfrentan a una acusaci¨®n de contrabando y complicidad en ventas ?l¨ªcitas de material de guerra, y pueden ser condenados a una pena entre seis meses y seis a?os de c¨¢rcel. El director general de la empresa francesa, Guy-Jean Bernardy, fue destituido el pasado mes de diciembre, y las aduanas francesas acaban de querellarse contra la SNPE. Seg¨²n los dos periodistas, la secretar¨ªa general de la asociaci¨®n de empresas est¨¢ asegurada por un franc¨¦s, Guy Chevalier, director de la secci¨®n de p¨®lvora y explosivos militares de la SNI`E, mientras que la representaci¨®n de la sociedad espa?ola ha corrido a cargo, en alguna de las reuniones de los fabricantes, de Manuel Gurrea.Nuevos datos
Los autores del libro aseguran que antes o despu¨¦s de marzo de 1986, momento de la llegada de los conservadores al Gobierno, ha seguido produci¨¦ndose tr¨¢fico ilegal de armamentos desde Francia hacia Ir¨¢n. Respecto a las exportaciones ilegales espa?olas hacia Ir¨¢n e Irak, De Bork y Deniau aportan algunos nuevos datos a los ya conocidos hasta ahora sobre salidas de material espa?ol y tr¨¢nsito y utilizaci¨®n de empresas espa?olas para exportaciones desde otros pa¨ªses. Otras empresas citadas, adem¨¢s de UERT, son Gamesa, Esperanza and Co., Empresa Nacional Santa B¨¢rbara y Expal. Aseguran tambi¨¦n poseer documentaci¨®n sobre ventas de armas transportadas por los buques Elefteria K (en marzo de 1986), Trautenbeis (octubre de 1985), Adonis (diciembre de 1986) y otros como el Atlas, Atlantic Island, Sea Star y Urrida, sobre los que no proporcionan fechas.
Espa?a habr¨ªa empezado a realizar un tr¨¢fico a gran escala hacia Ir¨¢n a partir de 1986, junto con Grecia y Portugal, para asegurar el relevo en el momento en que varias investigaciones hab¨ªan paralizado la actividad en buena parte de los otros pa¨ªses europeos.
Las exportaciones espa?olas no datan, sin embargo, de 1986, sino que han sido documentadas ya en 1983, momento en que Gamesa consigue un contrato de 280 millones de d¨®lares, ejecutado entre 1984 y 1986.
"El asunto es de tal amplitud", aseguran los periodistas, que algunas fuentes bien informadas han dejado entender que el contrato fue discutido en Espa?a en Consejo de Ministros".
Las responsabilidades pol¨ªticas de este soberbio negocio de la muerte, organizado gracias a la guerra entre Ir¨¢n e Irak, quedan muy bien delimitadas en el libro. Los periodistas citan palabras del propio Schmitz, quien asegura que "todo el mundo lo sab¨ªa, tanto en Suecia como en los otros pa¨ªses". Y a?ad¨ªa: "Las autoridades se han despertado un poco tarde. Es evidente que estaban al corriente de los suministros de p¨®lvora y de su destino".
La clave del tr¨¢fico
Entre la documentaci¨®n sueca se hallan las notas detallistas de Lundberg, que son aut¨¦nticas actas de las reuniones del c¨¢rtel, en las que los directivos de esta multinacional del tr¨¢fico ilegal de armamento aparecen con los nombres de pila o diminutivos.
Entre la documentaci¨®n intervenida se halla una hoja, calificada por los periodistas como "manual del perfecto traficante", donde se explican los sistemas de transporte y de documentaci¨®n necesarios para sortear los controles de los Estados europeos.
Un buen seguimiento de estas instrucciones permite que los Gobiernos nieguen la existencia de tr¨¢fico, como hizo el presidente espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, quien la pasada primavera afirm¨®: "Cabe la posibilidad de que lleguen armas por v¨ªa indirecta de terceros pa¨ªses". Esta posibilidad es la realidad que describen los dos periodistas, seg¨²n los cuales los Gobiernos se limitan a investigar lo que sucede dentro de las propias fronteras y a creer la documentaci¨®n que llega de fuera. Pero la clave del tr¨¢fico est¨¢ precisamente en su car¨¢cter internacional, en el falseamiento del destino d ' e las partidas y en la estrecha colaboraci¨®n entre los fabricantes para asegurar los relevos.
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