Daniel Ortega afirma que cuenta con el "pleno apoyo" del Vaticano para una soluci¨®n pac¨ªfica en Nicaragua

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirm¨® en la audiencia que le concedi¨® ayer Juan Pablo II, con voz fuerte que pudieron escuchar hasta los fot¨®grafos que esperaban en la puerta: "Santo Padre, tenemos que hacer la paz". El Papa hab¨ªa recibido al l¨ªder sandinista con un "buenos d¨ªas" en espa?ol. El primer saludo y apret¨®n de manos entre ambos hab¨ªa parecido a algunos m¨¢s bien fr¨ªo. Por la tarde, Ortega coment¨®, en una abarrotada conferencia de prensa, que fr¨ªo hab¨ªa sido s¨®lo el clima de Roma, acostumbrado a los 28 grados de Nicaragua, pero que el encuentro con el Papa hab¨ªa sido "muy constructivo y franco". Ortega insisti¨® en que se lleva del Vaticano un "pleno apoyo" para la soluci¨®n pac¨ªfica del conflicto en Nicaragua.

Al periodista que le pregunt¨® si el precio de tal apoyo hab¨ªa sido el ofrecimiento de las dimisiones de los tres sacerdotes miembros de su Gobierno -los ministros de Exteriores, Miguel D'Escoto, y de Cultura y de Educaci¨®n, Ernesto y Fernando Cardenal, respectivamente- Ortega respondi¨®: "Hubiese sido un insulto s¨®lo plantearlo. La Iglesia est¨¢ en contra de todo tipo de violencia y no puede por tanto violentamos". A?adi¨® que esa materia "no es negociable" y que con el Papa hab¨ªa hablado s¨®lo de los problemas "de la paz y de la democracia en mi pa¨ªs".Seg¨²n el presidente nicarag¨¹ense, Juan Pablo II est¨¢ de acuerdo en que nadie debe interferir en los destinos de un pueblo. Explic¨® tambi¨¦n que el sandinismo se inspira en los principios del Evangelio pero que nadie puede obligarle a renunciar a lo que las luchas por la independencia de los pueblos han representado para la historia ni renegar de cuanto de positivo existe en el pensarniento marxista.

A Juan Pablo II, a quien hab¨ªa regalado un cuadro de la escuela naif de Le¨®n, Ortega le dijo: "Ha sido hecho con mucho cari?o por los campesinos de mi tierra". El Papa le respondi¨®: "Lo acepto agradecido como expresi¨®n de la originalidad de todo su pa¨ªs", y le regal¨® al presidente las tres medallas de oro, plata y bronce de su pontificado y un rosario de perlas blancas para su esposa.

Un detalle simp¨¢tico de la audiencia, que:dur¨® media hora y se desarroll¨® sin int¨¦rprete ni testigos, a puerta cerrada, fue que las doce personas del s¨¦quito del presidente Ortega se revelaron m¨¢s bien ayunos de protocolo vaticano. Se hab¨ªan colocado todos a la derecha del Papa, por lo que ¨¦ste qued¨® arrinconado a la extrema izquierda del grupo. El jefe de protocolo, monse?or Monduzzi, se precipit¨® y tomando por el brazo a un grupo del s¨¦quito lo coloc¨® a la izquierda para centrar mejor a Juan Pablo Il.

Al no ser una visita de Estado, no hubo discursos ni comunicados oficiales conjuntos. Pero el portavoz del Papa, Joaqu¨ªn Navarro Valls, ley¨® a los periodistas una nota que hab¨ªa preparado con Juan Pablo II en la que se afirma que el presidente Ortega ha pedido a la Santa Sede su apoyo "para el plan Arias de paz para la regi¨®n". Y a?ade que por su parte el Papa Wojtyla ha garantizado todo su apoyo y el de toda la Iglesia al presidente "como ya lo indica", dice la nota, "el papel de mediaci¨®n que el cardenal Obando y Bravo y otros pastores han aceptado llevar a cabo".

Sin agresi¨®n habr¨ªa democracia

La nota subraya tambi¨¦n que, seg¨²n el Vaticano, la pacificaci¨®n en Nicaragua deber¨¢ realizarse "a trav¨¦s de un di¨¢logo leal, en el respeto de los derechos y de las libertades fundamentales de todos. M¨¢s a¨²n, el Papa pidi¨® a Ortega que el plan de paz en curso deber¨¢ encontrar una aplicaci¨®n efectiva sin olvidarse de ning¨²n punto. "En particular", afirma, "del derecho de los pueblos a vivir en un r¨¦gimen pol¨ªtico seg¨²n los principios de la verdadera democracia".

Por su parte, el presidente Ortega insisti¨® en que si Estados Unidos dejara de agredir a su pueblo, se podr¨ªa volver en Nicaragua a la plena democracia; y a?adi¨® que, si al rev¨¦s, siguen atac¨¢ndoles, "el pueblo tendr¨¢ el deber de seguir defendi¨¦ndose".

A quien le pregunt¨® si era cat¨®lico, Ortega respondi¨® que fue bautizado, recibi¨® la confirmaci¨®n y la primera comuni¨®n y que su formaci¨®n hab¨ªa sido la cristiana. Se not¨® en todas sus respuestas un gran inter¨¦s en no decir nada que ni indirectamente pudiera herir al Vaticano. Sobre por qu¨¦ el ministro de Exteriores, el sacerdote Miguel D'Escoto, no lo hab¨ªa acompa?ado a la audiencia concedido por el Papa, el presidente nicarag¨¹ense respondi¨® sonriendo: "Veo que alguien est¨¢ interesado en buscarle cinco patas al gato, cuando s¨®lo tiene cuatro". En realidad, fue el mismo padre D'Escoto, suspendido a divinis por el Vaticano, quien renunci¨® a ir a la audiencia para no crear in¨²tiles fricciones en este momento de pacificaci¨®n.

Tanto la nota del portavoz papal como la visita ayer al Vaticano contrastaron visiblemente por sus tonos, sin entusiasmos pero sin acritudes, con la dura tensi¨®n que caracteriz¨® hace cinco a?os el encuentro en Managua entre el Papa polaco y el l¨ªder de la revoluci¨®n sandinista, que hab¨ªa acabado en abierta ruptura con la Santa Sede. Este fin de semana, Ortega visitar¨¢ Suecia y Noruega.