Fusiones y prepotencia
Del usurero silvestre a las sofisticadas OPA o a las consensuadas fusiones, la banca espa?ola tiene una larga y prolija historia en que estas instituciones privadas han hecho m¨¢s o menos lo que les ha dado la real gana, unas veces porque el Estado tuvo que acudir presuroso en busca de un manadero que pusiera remedio a lo irremediable, y otras porque la banca cuid¨® de poner a hombres de su entorno en los aleda?os del poder y en el poder mismo. No decimos nada nuevo, al menos para los que han estado y est¨¢n en el secreto del poder. Pero esto s¨ª hay que decirlo y escribirlo, y darlo a la publicidad para todos esos millones de personas que de una manera u otra tienen que pasar bajo el yugo de las ventanillas bancarias.Viene todo esto a colaci¨®n porque creo que al ciudadano de a pie todav¨ªa no se le ha informado en profundidad sobre lo que hay detr¨¢s de las fusiones bancarias. Sabemos, eso s¨ª, que el Ministerio de Econom¨ªa las mira con buenos ojos; sabemos que, una vez olentro de una zona de influencia mundial como es la Comunidad Econ¨®mica Europea, no se puede ir en rulos bancarios ni con la bata guatin¨¦, pero sabemos poco m¨¢s. Sabemos, eso s¨ª, siempre que hagamos un poco de nigromancia, que el partido socialista ha intentado (no sabemos si conseguido) introducir alguna persona af¨ªn en alg¨²n consejo de administraci¨®n bancario, y sabemos, los que entendemos algo de econom¨ªa, que en los subterr¨¢neos del dinero se libra ardua y ¨¢spera batalla por qui¨¦n va a ser cabeza de le¨®n. Pero se sabe poco m¨¢s, muy poco. Yo creo que ha sonado la hora de la transparencia econ¨®mica. No vale decir s¨®lo que somos partidarios vaticanistas de la econom¨ªa de mercado, sino de su transparencia tambi¨¦n. A menos que la transparencia sea nuestro ¨²ltimo consuelo.
?Por qu¨¦ digo todo esto? Sencillamente porque si ha llegado el momento de la reforma del sistema bancario, hay que tener el valor pol¨ªtico de hacerla bien hasta donde se pueda, que todos sabemos lo dif¨ªcil que resulta cualquier cambio en nuestro pa¨ªs, por superficial que este cambio resulte, y que esa reforma no sea contra nadie, y menos contra el cliente de ventanilla. Supongo que leer estas palabras puede llevar a una cierta confusi¨®n. Es un poco como tirar una piedrecita en este lago de paz y de amor en que pueden terminar las fusiones bancarias. En una palabra, qu¨¦ beneficios vamos a sacar los espa?oles de esta reforma. Es as¨ª de claro todo esto. Lo que no puede ser es que la fusi¨®n lleve a la prepotencia econ¨®mica, al hacer y deshacer econ¨®mico, al abuso de la burocracia bancaria. Y pongo un ejemplo. No puede ser que a un ciudadano, por el hecho de necesitar un cr¨¦dito de 300.000 pesetas, se le obligue a suscribir un seguro de vida por un coste de 15.000 pesetas adem¨¢s del corretaje del corredor de comercio, haci¨¦ndole adem¨¢s creer que ha hecho el negocio de su vida. Y es que detr¨¢s del ejemplo viene otro ejemplo que el bancario de turno esgrime ante el desolado cliente: tenga en cuenta (le dice enternecedoramente) que don Fulano se muri¨® y no tuvo que reponerlo su familia...
Uno teme lo peor. Si hoy a un peque?o ahorrador se le exige un seguro de vida para responder de sus compromisos con la banca, ?qu¨¦ no se le va a exigir en el futuro?-
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