Gorilas
Cuando Eva gust¨® del fruto prohibido, la gendarmer¨ªa se instal¨® sobre la Tierra. Llegaron con el soplo de la ira divina y en medio del fragor de los metales, revestidos de toda la quincalla b¨¦lica de que ser¨ªan capaces los siglos venideros; en su torva mirada volaban ya p¨¢jaros de acero y en la mano sosten¨ªan una espada de napalm que escup¨ªa fuego. All¨ª estaban a las puertas del para¨ªso, dando vivo testimonio de que la libertad era la fruta del ¨¢rbol prohibido.Cuando Eva los vio, el cielo ya se hab¨ªa cargado de tormentas, ascend¨ªa el hedor de los cad¨¢veres y se oy¨®, desgarrado, el bramido del toro de Guernica. A su lado se alz¨® un confuso vuelo entre lamentos. No eran aves del para¨ªso; eran pa?uelos agitados por madres desesperadas que clamaban por sus hijos. Y entonces Eva sinti¨® c¨®mo el fr¨ªo y el miedo descend¨ªan por vez primera sobre la piel humana.
La historia en negro. Hay que admitir, sin embargo, que algo han hecho por el g¨¦nero humano y que sin su contribuci¨®n se hubiera mudado el paisaje de la Tierra. Por ejemplo: ?sin la rendici¨®n de Breda, no habr¨ªa cambiado Vel¨¢zquez el cuadro de las lanzas por un sembrado de coles de Bruselas? ?Qu¨¦ hubiera hecho Napole¨®n con su mano tonta, sin guerrera que la cobijara? ?Qu¨¦ vulgar hijo del Profeta sena conocido como el Zorro del Desierto? ?Con qui¨¦n so?ar¨ªan los ni?os holandeses en sus noches de terror, si no hubiera existido el duque de Alba? ?Ser¨ªa el ajedrez un baile de sal¨®n? ?Se hubieran redimido los genitales de su condici¨®n de menudillos hasta alcanzar dignidad argumental? ?Dejar¨ªamos s¨®lo a los cornudos la defensa del honor?
Con todo y con ello, si yo fuera argentino, amigo Alfons¨ªn, me los sacud¨ªa de encima. Enviaba los sables a Heraclio Fournier, para fabricar barajas, fund¨ªa los ca?ones en mantequilla, quemaba la p¨®lvora en salvas y organizaba una falla que derritiera el polo. Y para no contribuir al paro en el mundo, los enviaba a la Patagonia a ense?ar el paso de la oca a los ping¨¹inos. Nada es m¨¢s heroico que devolver a los dioses su propia mierda.
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