El misticismo musical de Bruckner
Jes¨²s L¨®pez Cobos, desde el comienzo de su carrera, manifest¨® no s¨®lo inter¨¦s, sino una especial aptitud para la interpretaci¨®n del sinfonismo o la m¨²sica religiosa de Anton Bruckner. Por ello, su ¨²ltimo programa en el teatro Real, con la Orquesta Nacional y el Orfe¨®n Donostiarra, dedicado a la Tercera misa y al Tedeum del m¨²sico de Ansfelden, ofrec¨ªa indudable atractivo. No se vio defraudado, pues la labor del maestro y la espl¨¦ndida contribuci¨®n de los coros donostiarras fue excelente.Si es cierto que en todas partes el brucknerismo ha crecido mucho de unos a?os a hoy, me parece que el caso de Espa?a no es como para sentir complejos. Bruckner, come, Mahler, lleg¨® aqu¨ª muy pronto, de la mano de los grandes conductores germanos y alg¨²n germanizante.
Orquesta Nacional de Espa?a, Orfe¨®n Donostiarra
Director: J. A. Sainz Alfaro. Solistas: A. Trauboth, soprano; J. Rapp¨¦, mezzo; H. Lauhenthal, tenor, y H. Stamm, bajo. Organista: Jos¨¦ Manuel Azc¨²e. Director: Jes¨²s L¨®pez Cobos. Obras de Bruckner. Orquesta Sinf¨®nica de Radiotelevisi¨®n Espa?ola. Pianista: Bruno Leonardo Gelber. Director: Oleg Caetani. Obras de Beethoven y Shostakovich. Teatro Real, 28 y 29 de enero.
La gran influencia de Par¨ªs, enaltecida al m¨¢ximo por Manuel de Falla, fue causa de que el nombre de Bruckner se desviara de los programas espa?oles a pesar de haber penetrado en ellos con decisi¨®n a impulso del fuerte movimiento wagneriano.
De todos modos, ya en 1920, P¨¦rez Casas program¨® la S¨¦ptima sinfon¨ªa. En cuanto a la Nacional, a partir de los a?os cincuenta ha acogido el nombre y la m¨²sica de Bruckner con frecuenc?a cada vez m¨¢s creciente.
Clave musical
En marzo de 1979, L¨®pez Cobos dirigi¨®, con la RTVE, la Misa n¨²mero 3 en fa menor, cuya ¨²ltima revisi¨®n la lleva a cabo su autor en 1893. Se trata de una aut¨¦ntica clave para comprender la expresi¨®n musical religiosa de todo el siglo XIX, que con su doble faz hacia el pasado y hac¨ªa el futuro, se instala como la c¨²pula de toda la creaci¨®n espiritual bruckneriana. Pensada m¨¢s desde el templo que para el templo, aun cuando ning¨²n ¨¢mbito le conviene mejor que una gran catedral, la Tercera misa luce la fortaleza arquitectural unida a la devoci¨®n de los espacios m¨ªsticos. La alianza entre el esp¨ªritu sinf¨®nico y la polifon¨ªa vocal, entre la herencia del pasado romano y el reciente cromatismo wagneriano, se logra con una belleza estremecedora que se acent¨²a de manera particular en la segunda mitad de la obra.M¨¢s conocido, el directo y triunfante Tedeum de 1884 parece casi exclusivamente montado sobre las fuertes y elementales bases tonales que determinan las ideas de ciertas sinfon¨ªas. No es obra de "dimensiones fluviales", Como dice Massimo Mila, sino modelo de concisi¨®n, dada la materia ideol¨®gica y la naturaleza expansiva del m¨²sico.
Un cuarteto solista de calidad, en el que la anunciada soprano, Sharon Sweet, fue sustituida por Andrea Trauboth, adecuada y brillante, pero en l¨ªnea m¨¢s baja que la de sus compa?eros, la mezzo Jadwiga Rapp¨¦, el tenor Hors Laubenthal y el bajo Harald Stamm, se uni¨® al soberano Orfe¨®n Donostiarra, que dirige, desde la inesperada muerte de Ayestar¨¢n, Jos¨¦ Antonio Sainz Alfaro, y encontraron en la Orquesta Nacional colaboraci¨®n flexible y brillante, quiz¨¢ m¨¢s atenta a construir que a desentra?ar el singular misticismo musical de Bruckner.
Lo obtuvo tambi¨¦n, en los conciertos de la Sinf¨®nica de RTVE, el gran pianista Bruno Gelber, al protagonizar el Concierto n¨²mero 4 de Beethoven (que este a?o aparece una y otra vez en los distintos programas), aunque en esta ocasi¨®n la buena musicalidad del int¨¦rprete argentino no nos lleg¨® con el lujo virtuos¨ªstico y la perfecci¨®n habituales en Gelber. El director Oleg Caetani hizo una irregular labor en la colaboraci¨®n beethoveniana, que se torn¨® m¨¢s firme, d¨²ctil y expresiva en la D¨¦cima sinfon¨ªa de Shostakovich, tocada con agilidad, tensi¨®n y respuesta f¨¢cil por los profesores radiotelevisivos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.