Cosa de Baroja
No quiero, en absoluto, meterme con el novelista portugu¨¦s Jos¨¦ Cardoso Pires, a quien no tengo el gusto de conocer, ni a ¨¦l ni su obra. Pero, en defensa del rigor hist¨®rico y de la verdad, quisiera corregir ciertas afirmaciones suyas (EL PA?S, 3 de enero), al mismo tiempo que expresar mi asombro de que un escritor que dice haber ejercido el periodismo hasta hace 10 a?os no est¨¦ mejor informado.En primer lugar, nunca Hemingway visit¨® ni se interes¨® por Baroja en San Sebasti¨¢n. La visita que le hizo en 1956, en la cual le acompa?¨¦, fue en Madrid, en la casa de la calle de Ruiz de Alarc¨®n, cuando don P¨ªo estaba casi moribundo. No por esto don P¨ªo dej¨® de estar cort¨¦s, dentro de lo que su estado le permit¨ªa. En la ocasi¨®n, Hemingway le dej¨® unos regalos, un jersei de cachemira, unos calcetines de lana y una botella de whisky.
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