Si usted pretende ser la alternativa
Parece que el reciente congreso del PSOE no ha despertado grandes entusiasmos. Pero, para situar las cosas en sus justos t¨¦rminos, hay que decir en seguida que el an¨¢lisis del congreso hecho por algunos partidos de la oposici¨®n y algunos medios de informaci¨®n produce una infinita tristeza.El se?or Hern¨¢ndez Mancha, por ejemplo, dice que despu¨¦s del congreso "(...) sigue sin saberse si el PSOE es un partido socialista, obrero, socialdem¨®crata o m¨¢s dem¨®crata o m¨¢s liberal". Y en sentido parecido van las cr¨ªticas de otros grupos de la derecha o del centro. Resulta, pues, que estos sectores que pretenden ser la alternativa al PSOE lo que hacen es una cr¨ªtica ideol¨®gica y s¨®lo le reprochan que como partido no se defina bien desde el punto de vista doctrinal.
Cada uno hace lo que puede, y no hay que extra?arse de nada. Pero, si uno pretende ser la alternativa de algo, tiene que demostrar por qu¨¦. Y el ciudadano tiene derecho a exigir respuestas a preguntas como las siguientes: si usted pretende ser la alternativa al PSOE, ?qu¨¦ piensa de su pol¨ªtica econ¨®mica?, y, en caso de que no est¨¦ de acuerdo con ella, ?qu¨¦ otra pol¨ªtica propone? Y lo mismo se podr¨ªa preguntar respecto a la pol¨ªtica internacional, la pol¨ªtica auton¨®mica, la reforma de la Administraci¨®n, etc¨¦tera. En vez de esto, el se?or Hern¨¢ndez Mancha, l¨ªder del principal grupo de oposici¨®n, viene a decirnos que ¨¦l quiere sustituir al PSOE en el Gobierno porque, en su opini¨®n, no est¨¢ claro que el partido socialista sea realmente socialista.
En un momento en que el Gobierno socialista -y a trav¨¦s suyo todo el pa¨ªs- est¨¢ adquiriendo protagonismo en la escena internacional -aguantando bastante bien la ofensiva del Gobierno norteamericano en la cuesti¨®n de las bases y convirti¨¦ndose, por fin, en interlocutor privilegiado entre Am¨¦rica Latina y la Comunidad Econ¨®mica Europea, con las visitas de los presidentes Ortega y Alfons¨ªn-, al se?or Hern¨¢ndez Mancha no se le ocurre otra cosa que pedir que no se reciba al "dictador Ortega", seguramente porque la noticia de que el presidente de Nicaragua tambi¨¦n se entrevistar¨ªa con el Papa le cogi¨® a contrapi¨¦. Estamos en lo mismo, pero en este caso hay que reconocer que el se?or Hern¨¢ndez Mancha ha dejado claro que tiene una alternativa y que ¨¦sta consiste en aceptar sumisamente todo lo que exija el Gobierno de Estados Unidos.
Creo que hay que insistir en este aspecto de la vida pol¨ªtica espa?ola para situar el 31? Congreso del PSOE en su verdadero contexto. ?ste ha sido el congreso de un partido que ha ganado dos elecciones consecutivas por mayor¨ªa absoluta y que, aunque ha perdido votos, sigue sin tener ninguna alternativa ni a la derecha ni a la izquierda. Este partido ha hecho, por ejemplo, una pol¨ªtica econ¨®mica que ha dado determinados resultados y es criticada fuera y tambi¨¦n dentro del partido, pero ning¨²n partido, ning¨²n sindicato ni ning¨²n sector dentro del propio PSOE ofrece una alternativa mejor. Los dirigentes y los militantes del PSOE saben, por consiguiente, que s¨®lo pueden perder la mayor¨ªa actual si se enfrentan entre ellos y se dividen. ?sa es, a mi entender, la principal explicaci¨®n de la casi unanimidad que se ha registrado en las votaciones m¨¢s importantes y en la elecci¨®n de los principales dirigentes. Digo la principal porque hay, sin duda, otras explicaciones, pero ninguna tan decisiva como ¨¦sta.
Pues bien, ¨¦ste no es s¨®lo un problema interno del partido. En una situaci¨®n como la actual, con una oposici¨®n que ni es alternativa ni ofrece nada mejor, la divisi¨®n del PSOE ser¨ªa una tragedia para la izquierda y para Espa?a, porque, detr¨¢s de la divisi¨®n no habr¨ªa m¨¢s perspectiva que el desierto. Por eso creo que la unidad del PSOE es vital para el propio partido, pero lo es sobre todo para el pa¨ªs. Se puede criticar lo que se quiera, denunciar las cuasi unanimidades y los triunfalismos, pero el hecho de que el congreso de un partido que gobierna sin alternativa y que es el eje fundamental del sistema termine en un clima de acuerdo y de unidad s¨®lo puede ser considerado como una buena noticia para el pa¨ªs en su conjunto.
Naturalmente, esto no basta para enjuiciar un congreso como ¨¦ste. La unidad tambi¨¦n se puede interpretar como la respuesta refleja a un creciente sentimiento de acoso, y esto es peligroso, porque puede contribuir a encerrar al partido en s¨ª mismo. Por eso es importante examinar si las resoluciones aprobadas van por ese camino o no. En este sentido, creo que acuerdos como el de reservar el 25% de los cargos para las mujeres o de dedicar el m¨¢ximo esfuerzo a combatir el paro juvenil son algo m¨¢s que acuerdos simb¨®licos, pues constituyen unos compromisos pol¨ªticos que obligan a ir m¨¢s all¨¢ y a responder de manera efectiva a demandas sociales muy urgentes y muy sentidas.
Del mismo modo, me parece important¨ªsima la aceptaci¨®n de la propuesta de los socialistas de Catalu?a sobre el desarrollo de las autonom¨ªas en sentido federal y, dentro de ella, el compromiso de encaminarse hacia un modelo financiero que atribuya el 50% del gasto p¨²blico a la Administraci¨®n central; el 25%, a las comunidades aut¨®nomas, y el 25%, a los municipios. ?sta es una gran propuesta de futuro sobre un aspecto decisivo de la pol¨ªtica de izquierda, a saber: la potenciaci¨®n de la descentralizaci¨®n y del protagonismo de las autonom¨ªas y de los ayuntamientos. Y subrayo el tema de los ayuntamientos porque es donde m¨¢s se han notado los efectos beneficiosos de la democracia para el ciudadano, y no hay pol¨ªtica de izquierda que se pueda Hamar realmente as¨ª si no tiene como eje fundamental el desarrollo de la autonom¨ªa municipal y de la capacidad de acci¨®n de los ayuntamientos.
El principal contencioso no resuelto es, desde luego, el de las relaciones entre el PSOE y la Uni¨®n General de Trabajadores (UGT). ?ste es un asunto muy importante, pero que tampoco se puede ventilar con cuatro an¨¦cdotas ni con meras referencias a los aspectos personales del conflicto, por significativos que sean. Lo que hay en el fondo del contencioso es tambi¨¦n un problema de pol¨ªtica econ¨®mica y de definici¨®n de alternativas. Y ¨¦se es un problema del PSOE, desde luego, pero tambi¨¦n de UGT y, en general, de toda la izquierda de este pa¨ªs y de Europa. Lo que se discute es si es posible o no un crecimiento econ¨®mico no s¨®lo cuantitativo, sino tambi¨¦n cualitativo, que redistribuya recursos a favor de los sectores hasta ahora marginados o menos beneficiados. El problema es que esto exige encontrar nuevas formas de iniciativa p¨²blica y crear nuevos modelos del Estado del bienestar o revitalizar algunos de los tradicionales en un contexto de paro masivo, de crisis fiscal, de r¨¢pidos cambios tecnol¨®gicos y de p¨¦rdida de peso de los partidos y los sindicatos. Uno de los mecanismos fimdamentales del Estado del bienestar fue la concertaci¨®n entre poderosas organizaciones sindicales y empresariales, bajo el patrocinio de un Estado dotado de gran capacidad de inversi¨®n. Hoy, la posible concertaci¨®n tendr¨ªa que contar con unos interlocutores que en estos ¨²ltimos a?os han experimentado grandes cambios, y a la vez tendr¨ªa que plantearse problemas nuevos, como la gesti¨®n social de las innovaciones tecnol¨®gicas, tanto en el sector p¨²blico como en el privado. Y el problema es si los partidos, los sindicatos, el Estado y las organizaciones empresariales est¨¢n hoy realmente preparados para abordar esta tarea. Para citar un solo ejemplo, basta comprobar que las organizaciones empresariales se han internacionalizado mientras los Estados nacionales cuentan con un espacio de maniobra reducido y los sindicatos siguen encerrados en ¨¢mbitos nacionales demasiado estrechos. Creo, por consiguiente, que los problemas de fondo van por ah¨ª y que, si el PSOE y UGT no los abordan, la querella actual no s¨®lo va a ser cada vez m¨¢s agria, sino que no tiene soluci¨®n.
En definitiva, el congreso del PSOE ha concluido sin despertar grandes entusiasmos, sin renovar mucho el equipo dirigente y con cuestiones internas aplazadas, pero ha mantenido una unidad beneficiosa para el propio partido y para el pa¨ªs, ha abordado algunos de los nuevos problemas con esp¨ªritu abierto y ha dejado sin resolver un contencioso con UGT que s¨®lo se puede solucionar si se plantean de verdad los problemas de base. En un contexto como el actual, no es un mal resultado. A condici¨®n, naturalmente, de que los acuerdos no se conviertan en letra muerta y de que no se eche todo a rodar por una mala soluci¨®n de las cuestiones aplazadas y los problemas no resueltos.
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