El Rey dice en Pamplona que la violencia contra la democracia fracasar¨¢ y prevalecer¨¢ la unidad de Espa?a

ENVIADO ESPECIALEl rey Juan Carlos dijo ayer en Pamplona que el acoso violento a la democracia est¨¢ condenado al fracaso, porque los espa?oles afirman la pluralidad de las regiones en la inequ¨ªvoca unidad de la patria. El Jefe del Estado, que visita por primera vez oficialmente esta comunidad foral, se?al¨® que los espa?oles miran "a Navarra como a una hermana mayor que sabe siempre lo que dice y responde en cualquier ocasi¨®n ante lo que hace". Unas 5.000 personas se congregaron bajo la lluvia ante el palacio de la Diputaci¨®n para adamar a media tarde a los Reyes.

El c¨¢lido recibimiento popular contrast¨® con la pol¨¦mica que ha precedido a la visita, a consecuencia de la campa?a realizada por parte de Herri Batasuna y otras fuerzas pol¨ªticas radicales vascas, que han rechazado la presencia de los Reyes en Navarra. La campa?a ha dado lugar a diversos incidentes y detenciones de militantes abertzales. Los actos, en este contexto, comenzaron ayer rodeados de un gran despliegue de medidas de protecci¨®n.Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa llegaron al aeropuerto de Noain (Pamplona) a las tres de la tarde, a bordo de un helic¨®ptero. La intensidad de la niebla durante toda la ma?ana impidi¨® a los Reyes viajar directamente hasta el monasterio de Leyre, donde se hab¨ªa previsto que se iniciara la visita al comienzo de la tarde. Las condiciones climatol¨®gicas impidieron tambi¨¦n que los Monarcas se desplazaran en avi¨®n hasta el aeropuerto de Pamplona, que permaneci¨® cerrado bajo m¨ªnimos. Esta alteraci¨®n del programa oficial retras¨¦ de forma considerable el desarrollo de los actos. El primero fue la llegada a Leyre, donde los Reyes fueron recibidos por las autoridades y depositaron una corona de flores ante el pante¨®n de los Reyes de Navarra.

Desde Leyre don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa se desplazaron a Pamplona. Pese al mal tiempo, varios miles de personas se concentraron bajo los paraguas en el Paseo de Sarasate, en la capital navarra, para aclamar a los Reyes a su llegada al Palacio de la Diputaci¨®n, donde les fue impuesta la medalla de oro de Navarra. Algunos grupos ondearon banderas espa?olas, que tambi¨¦n pod¨ªan contemplarse en la fachada de alguna vivienda.

Autogobierno

Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa llegaron al palacio pasadas las 18.30 horas. Tras el acto de imposici¨®n de las medallas, el presidente del Gobierno de Navarra, el socialista Gabriel Urralburu, dio la bienvenida al jefe del Estado con un discurso en el que destac¨® la pluralidad cultural, hist¨®rica e ideol¨®gica de la comunidad foral y los ideales de tolerancia y respeto mutuo que definen hoy "el proyecto com¨²n de la mayor¨ªa de los navarros".

Urralburu sintetiz¨® este proyecto en un un solo objetivo: "hacer de esta Navarra de hoy un robusto proyecto pol¨ªtico propio y diferenciado, desarrollando plenamente nuestro autogobierno". Los navarros, dijo el presidente de la comunidad foral, "queremos seguir siendo una comunidad libre y aut¨®noma, sin doblegar nuestra vocaci¨®n de autogobierno a ning¨²n condicionamiento ajeno a la voluntad de nuestro pueblo".

El Rey exprs¨® a continuaci¨®n en su discurso su emoci¨®n por encontrarse en la milenaria comunidad foral. Se?al¨® que la continuidad en la historia conforma el car¨¢cter de los navarros y les convierte en un pueblo que define y refleja el ser espa?ol y ofrece la clave de lo que deben ser las autonom¨ªas. "La identificaci¨®n l¨²cida y arm¨®nica", explic¨®, "de lo propio y particular con lo general y nacional".

El proyecto de las autonom¨ªas, dijo tambi¨¦n don Juan Carlos, "s¨®lo alcanzar¨¢ su plenitud en la unidad y la solidaridad de todas las regiones espa?olas. Unas y otras hermanadas por la soberan¨ªa indiscutible del pueblo espa?ol". Por esa raz¨®n, a?adi¨® el monarca, "el acoso violento a nuestra democracia, a nuestro sistema de autonom¨ªas y a nuestra libertad, no va a atemorizarnos o a desunirnos. La fuerza no podr¨¢ prevalecer nunca contra el deseo de paz de los espa?oles. Muy al contrario, los espa?oles afirmamos y confirmamos la pluralidad y la variedad de las regiones en la inequ¨ªvoca unidad de nuestra patria". "Hoy como ayer, como ser¨¢ ma?ana y siempre, ser navarro es ser espa?ol, en la m¨¢s alta expresi¨®n de la palabra", afirm¨® el Rey.