Otra sesi¨®n agotadora

Los inversores han vuelto a poner a prueba la capacidad del mercado para seguir abierto sin que el volumen de operaciones de la jornada lo justifique, aunque hay que se?alar que cada sesi¨®n empieza a ser todo un mundo que no tiene nada que ver con el pasado o el futuro; al menos, esa es la impresi¨®n con que los habituales salen del parqu¨¦. Las posiciones al cierre comienzan a ser un nada por aqu¨ª, nada por all¨¢ a las diez de la ma?ana del d¨ªa siguiente, bien sea el papel o el dinero el que domine la situaci¨®n. As¨ª las cosas, el papel que consegu¨ªa asustar a los escasos asistentes al cierre anterior hab¨ªa desaparecido casi por completo en la ma?ana de ayer, aunque es m¨¢s exacto decir que se hab¨ªa retirado para no forzar la baja de las cotizaciones.La situaci¨®n apenas ha variado en este sentido, pues es el papel el que cada d¨ªa le da al mercado la orientaci¨®n, bien por su ausencia, bien porque decida aprovechar el ambiente de una sesi¨®n en particular. Ayer toc¨® mantenerse a la espera, y gracias a ello la mayor¨ªa de las cotizaciones se mantuvieron en un discreto equilibrio entre compras y ventas. Los vol¨²menes contratados, rozando toda la semana el m¨ªnimo del a?o, pueden descender si las aplicaciones no vuelven a ser muy numerosas. Uno de los corros m¨¢s animados habitualmente, el de Telef¨®nica, hubo de agradecer a la situaci¨®n interna el que los agentes tengan mucho de qu¨¦ hablar, pues gracias a ello los diez minutos del corro se hicieron m¨¢s llevaderos.

El sector bancario tambi¨¦n acus¨¦ la retirada de partidas vendedoras y el saldo por caja de los grandes del grupo se qued¨® en poco menos de 100.000 t¨ªtulos, mientras que el negocio se mantiene casi en el mismo nivel de los d¨ªas anteriores. Las posiciones al cierre trataban de no descubrir la existencia de papel para cualquier posible demanda que se registrase, algo que no lleg¨® a suceder.