El 'ej¨¦rcito invisible' de Pat Robertson
Los cristianos fan¨¢ticos y el ex predicador evangelista, desafiantes en New Hampshire
Suena la marcha militar de entrenamiento de los marines y 1.000 personas, encendidas de patriotismo, blandiendo sus gorros de pl¨¢stico en el aire, entonan r¨ªtmicamente: "Tenemos el hombre para hacer el trabajo", "Tenemos la persona que lo tiene todo" "Pat Robertson es nuestro hombre. ?Adelante Pat!". Es el ej¨¦rcitoinvisible del ex predicador evangelista que detiene huracanes, quiere poner en cuarentena a los enfermos del SIDA y acaba de afirmar que estar¨ªa dispuesto a asesinar a Gaddafi y a Jomeini.
Pero en New Hampshire este ej¨¦rcito de fan¨¢ticos cristianos, cruzados de un rearme moral de Am¨¦rica, ya no se oculta y sale desafiante a la calle con espectaculares caravanas -precedidas por una m¨¢quina quitanieves- y llena los actos de Robertson, el candidato de Dios que amenaza con reventar al Partido, Republicano.Ma?ana son las primarias de este Estado de la costa este, que pueden decidir la suerte pol¨ªtica del vicepresidente George Bush sin lanzar con fuerza nacional a ning¨²n candidato dem¨®crata. "Me recuerda en algu na forma a los m¨ªtines nazis", comentaba un corresponsal alem¨¢n, al contemplar, el viernes por la noche, el desbordamiento de fervor nacionalista y patri¨®tico de los cientos de robertsonianos en la sala de baile del rupestre New Hampshire Highway Hotel, en Concord, la capital de este Estado sin paro gracias a la industria electr¨®ni ca, y sin impuesto sobre la renta.
Suena var¨ªas veces el himno nacional y el America the Beautiful. El sargento Patrick Stevens, de uniforme y con la guerrera cuajada de medallas, que ha acudido al m¨ªtin con su esposa y su beb¨¦ en una sillita de ruedas, sube al escenario y presta el juramento a la bandera. Un Oliver North local. Kerry -la Joan Baez de Ro bertson-, madre de cinco hijos, "que quiero que crezcan en un pa¨ªs gobernado por Pat", canta a la guitarra. Los teloneros piden canguros que cuiden a los ni?os y ch¨®feres que ayuden a la gente a votar el martes y gritan: "Esta vez tenemos un candidato en el que creer. Miles y miles de personas est¨¢n dispuestas a darle la vuelta a este pa¨ªs". 170.000 cassettes con el serm¨®n pol¨ªtico de Robertson han sido repartidas por todo el Estado.
Se calienta el ambiente a la esnera de Robertson, que hace una semana di¨® la gran sorpresa en los caucuses de lowa humillando a George Bush. Hay familias numerosas enteras, beb¨¦s. "Muestren a los ni?os, s¨² banlos en alto", piden los orga nizadores, y muchos j¨®venes pero tambi¨¦n gente de edad.
Resentimiento
Son clase media y media baja, son la Am¨¦rica profunda que nolee The New York Times, ni Time ni Newsweek, y odia a Dan Rather. Prefieren el Readers Digest. Se sienten abrumados por la cultura liberal dominante en los grandes medios de comunicaci¨®n; creen que la revoluci¨®n Reagan ha sido traicionada por los Bushes y los Bakers; quieren la vuelta pura y simple a los valores tradicionales. Abominan de Wall Street y de la Am¨¦rica de la codicia y el enriquecimiento con operaciones financieras de papel. Tienen una gran dosis de resentimiento y un rechazo tajante de la droga el SIDA, el aborto y la "descristianizaci¨®n" del pa¨ªs.
No son gente sofisticada pero est¨¢n dispuestos a a hacer escuchar su voz. Aqu¨ª no hay pies, s¨®lo "patriotas". En el fondo es la misma Am¨¦rica caldo de cultivo de Reagan, con el orgullo y las pilas nacionalistas recargadas por el actual presidente, pero que quiere ir m¨¢s lejos y ejecutar su incuni plida agenda moral Recuerda los mitines de Blas Pi?ar, pero sin las se?oras de Serrano. "Parece el Opus Dei de los pobres", explica el en-viado del diario romano la Rep¨²blica.
LLega su mes¨ªas, siempre con chaqueta blazer y perpetua sonrisa de vendedor a domicilio, con un rostro de angelote de Mur¨ªllo. "S¨¦ que estoy hablando a gente que ama a Am¨¦rica. No soy un pol¨ªtico. Soy un hombre de negocios", dice.
Y en pol¨ªtica internacional, donde ha prometido "descolonizar el imperio sovi¨¦tico", es un poco m¨¢s preciso. "Creedme, si cogen rehenes norteamericanos, acabar¨¦ con Gadaffi, con la isla de Kargh, y destruir¨¦ Quom (la ciudad donde vive Jomeini) y no sabr¨¢n de donde les viene el golpe". Acaba diciendo que "soy el aut¨¦ntico candidato conservador en estas elecciones" y promete: "Vamos a derrotar a Bush. Quiero ver la cara de los presentadores de televisi¨®n cuando anuncien que Pat Robertson ha ganado en New Hampshire".
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