El hacha de Carlucci cae sobre el Pent¨¢gono
Ronald Reagan abandonar¨¢ la presidencia sin ver cumplido su objetivo de una Marina de 600 barcos. Su ¨²ltimo presupuesto acaba, efectivamente, con el rearme que inici¨® en 1981. Contempla unos ej¨¦rcitos m¨¢s peque?os, pero de m¨¢s calidad. Pide para el Pent¨¢gono 299.000 millones de d¨®lares para el a?o fiscal 1989 (291.000 millones en 1988), lo que supone una reducci¨®n real de un 1% sobre el a?o anterior, una vez ajustada la inflaci¨®n.Frank Carlucci, secretario de Defensa, antes de que el Congreso guillotine el presupuesto del Pent¨¢gono ha preferido hacerlo ¨¦l mismo, recortando 33.000 millones de d¨®lares. La guerra de las galaxias recibe en el presupuesto 4.500 millones de d¨®lares, 1.700 millones menos de lo que el Pent¨¢gono quer¨ªa, pero 900 m¨¢s de lo aprobado por el Congreso el pasado a?o. Los expertos ya hablan de que con este dinero se retrasar¨¢ la decisi¨®n de desplegar o no el escudo espacial. Algo inconcebible en los tiempos de su antecesor, Caspar Weinberger.
Pero la realidad del gigantesco d¨¦ficit fiscal -Reagan lleg¨® al poder con 78.000 millones de d¨®lares de n¨²meros rojos, y dejar¨¢ a su sucesor 130.000 millones- y la sensaci¨®n de que EE UU es ya suficientemente fuerte, y los ciudadanos se oponen a seguir gastando m¨¢s en armas, explican los severos recortes que sufre el Pent¨¢gono. Estos n¨²meros "sugieren el amanecer de un nuevo realismo fiscal en el Departamento de Defensa", dijo ayer el senador dem¨®crata Sam Nunn, presidente del Comit¨¦ de Servicios Armados del Senado.
"Obviamente, aumentamos el riesgo con estos recortes", explica Carlucci, mientras que el presidente dice que ¨¦ste es el techo m¨ªnimo para mantener la seguridad nacional. El presupuesto propone la disminuci¨®n de 36.000 militares en activo y elimina de un plumazo 18 nuevos sistemas de armas. Entre ellos, el misil intercontinental movil Midgetman.
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