El gale¨®n
Es como si hubi¨¦semos sacado un gale¨®n de las profundidades. Es como si hubi¨¦ramos reflotado el Titanic de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz. La otra noche he cenado con este equipo erguido y legendario de los m¨¦dicos de la Concepci¨®n, y en las palabras que me ha dicho R¨¢bago hab¨ªa esperanza, confianza, paciencia.53 aniversario del Instituto de Investigaciones M¨¦dicas, masacrado por la guerra y rehecho por don Carlos en un garaje o cosa as¨ª. 33 aniversario de la Cl¨ªnica de Nuestra Se?ora de la Concepci¨®n/Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz, con ambicioso monumento que nos lo recuerda y anticipa (autor, Juan de ?valos) en la plaza de Cristo Rey. Avenida de los Reyes Cat¨®licos, 2, ese sitio donde uno ha domiciliado sus males tantos a?os, donde uno ha residenciado sus vidas y sus muertes, y las de los suyos. Titanic que peligr¨® un d¨ªa en las procelas de la Administraci¨®n, y que la otra noche, como digo, reflotamos con m¨¢s esperanza que confianza. Direcci¨®n m¨¦dica de R¨¢bago Pardo, sobrino de don Carlos. Tiene uno escrito que don Carlos le cur¨® a uno, en los indecisos y porveniristas 60, casi por imposici¨®n de manos. Cada vez que don Carlos entraba en mi habitaci¨®n de la cl¨ªnica era como si entrase Cristo a resucitar a L¨¢zaro. Sesiones anatomocl¨ªnicas, reuniones que se eslabonan unas con otras, respuesta cient¨ªfica e incesante de la Fundaci¨®n al decisionismo administrativo.
Gale¨®n de sabios donde se asiste y se investiga. Gale¨®n sumergido, o casi, un tiempo, por las procelas pol¨ªticas. Que la Fundaci¨®n tiene una deuda. Sabemos que el Gobierno condona, perdona o se cobra deudas seg¨²n el buen criterio del bien com¨²n. Nada justificaba el desarraigo de este ¨¢rbol, que es el ¨¢rbol de la ciencia.
Carre?o, los R¨¢bago, Pereyro, Lucas, Leoz, Pacios, etc¨¦tera, en la noche de la autoafirmaci¨®n (y con qu¨¦ finura lo han llevado), m¨¢s las sombras de los ausentes, mi entra?able G¨®mez Orbaneja, primera v¨ªctima de la agresi¨®n exterior, Linares, Sanabria, Rayo, Abad, Fayos, tantos, sombras blancas de mi pasado de enfermo profesional (todas enfermedades infantiles, que se curan con la edad).
Uno sabe de la medicina que se hac¨ªa y que se hace en la Fundaci¨®n porque uno vive y muere de ella, porque uno la lleva dentro, porque eso no se improvisa, porque a uno le vivi¨® y le muri¨® all¨ª lo que m¨¢s quer¨ªa, lo ¨²nico que quer¨ªa. Modesta elegancia de estos cient¨ªficos pidiendo lo que es suyo. Viejo gale¨®n otra vez a flote. Tengo que ir ma?ana a quejarme de la tos.
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