La cuesti¨®n navarra

Creo que el viaje de los Reyes a Navarra ha servido sin duda para clarificar las ideas de algunos que hasta hace muy poco confesaban su perplejidad o confusi¨®n ante la llamada cuesti¨®n navarra. El editorial de EL PA?S del 11 de febrero es una muestra inequ¨ªvoca de que finalmente se ha hecho la luz.Sin embargo, hay una frase del editorial que no se ajusta a la realidad. "Pero afirmar", se lee textualmente, "como hacen los navarristas doctrinarios, que nada tiene de vasca esta tierra constituye una simplificaci¨®n sim¨¦trica". Esta apreciaci¨®n es todav¨ªa una muestra de la resaca de confusi¨®n anterior. Dado que he sido calificado muchas veces como doctrinario navarrista, me permito recordar el contenido de mi primera conferencia pol¨ªtica, en el inicio de la transici¨®n a la democracia, en la que, por cierto, se defendi¨®, tambi¨¦n por vez primera, la tesis -luego incorporada a la Constituci¨®n- de que "tan s¨®lo el pueblo navarro" -y nadie m¨¢s- "tiene derecho a decidir libremente su destino". Pues bien, en dicha intervenci¨®n -reiteradamente repetida desde entonces- dije: "Durante 1.000 a?os fuimos un reino totalmente diferenciado de las Provincias Vascongadas, que cuando tuvieron conciencia pol¨ªtica claramente definida se integraron voluntariamente en la corona de Castilla. El respeto y la promoci¨®n en el seno de Navarra de la lengua y cultura vascas nada tienen que ver con nuestra incorporaci¨®n a Euskadi. Navarra es una unidad moral, dotada de una personalidad pol¨ªtica vigorosamente definida, que no puede identificarse con ninguna de las culturas o etnias que la integran. Lo vasco es consustancial con lo navarro, ciertamente. Pero no es el ¨²nico componente de lo navarro" (v¨¦ase mi libro Los fueros del futuro, Pamplona, 1976, p¨¢gina 53).

El supuesto antivasquismo o el rechazo al componente cultural vasco forma parte de la leyenda forjada en torno al navarrismo por el nacionalismo vasco, que tambi¨¦n logr¨® transmitir la idea, en los a?os de la transici¨®n, de que la defensa del r¨¦gimen foral obedec¨ªa a los intereses de la oligarqu¨ªa navarra. La inequ¨ªvoca posici¨®n del socialismo navarro en el momento actual sobre la foralidad como instrumento de libertad desmiente igualmente esta injusta apreciaci¨®n.-